“Hasta hace algún tiempo, el barrio era sano y tranquilo; podíamos transitar libremente. Y, de un tiempo para acá, se ha vuelto un poco más peligroso”, comentó Rafael, morador de Sauces 2, al observar la escena donde, cerca de la medianoche del sábado 17, se dio una fuerte explosión.

En un tramo del quinto callejón de Sauces 2, varios restos de partes de un automotor y un orificio en la calzada quedaron como evidencias del artefacto que estalló en la parte baja de un vehículo estacionado en la vía pública, al pie de una caseta de guardianía. Este puesto resultó con daños en ventanales.

La mañana de este domingo, Raúl mostraba a otros habitantes de la zona los daños que dejó la onda expansiva en el parabrisas de su automotor negro. Un tercer carro también resultó con daños en la misma área.

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Ese evento, más una muerte violenta ocurrida la semana pasada, mantienen con temor a los moradores de Sauces 2, cercano a la calle José María Roura.

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Entre los vecinos dialogaron sobre los problemas que se registran en la zona e incluso de la incertidumbre por continuar habitando ahí o buscar nuevos sitios para su convivencia.

Varios de los moradores salían de sus hogares y se acercaban al punto donde permanecían los restos de partes del principal automotor afectado, que ya había sido retirado horas antes. Otros vecinos desde lejos observaban el sitio sin conocer las motivaciones concretas del hecho.

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“Esto se ha vuelto peligroso. Está terrible. Esto fue vendetta”, manifestó una mujer que ingresaba a su hogar, quien también decía tener miedo de dar mayores declaraciones.

Otro morador, Leonel, quien lleva varias décadas en una vivienda en frente de la escena, contó que por primera vez ocurrió un evento con explosivo. Él lamentó que a un conocido del barrio lo atacaron a bala y murió en días pasados.

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“Ya mi esposa me está diciendo que nos cambiemos de casa, porque la cosa está seria aquí. Recién a las 03:30 pude dormir. Que se calme esto, porque la gente está asustada”, dijo el hombre mientras paseaba a su perro en el barrio.

Otros moradores, que como el resto evitan identificarse por temor a represalias, presumen que esta clase de sucesos se da por la disputa de territorio entre bandas que operarían en el tráfico de droga en la zona.

“Empieza ahora la venganza y la venganza. Eso es preocupante. Aquí somos muy civilizados”, dijo otro morador, que detuvo su paso en su bicicleta para discutir con varios vecinos sobre la explosión.

Entre los ciudadanos reiteraron el pedido de intensificar los controles y operativos policiales en la zona para mitigar los niveles de violencia y evitar que se incrementen en esa zona del norte.

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En este episodio, otro explosivo no se activó y fue retirado por equipos policiales.

Los eventos con explosivos han sido reiterados en varios sectores de Guayaquil, principalmente de zonas periféricas.

Hasta mediados del mes pasado, un total de 145 eventos con artefactos explosivos se contabilizó en el país. Solo en Guayaquil se dieron 72 casos. (I)