Un enfrentamiento entre militares y grupos irregulares en territorio colombiano sobresaltó la frontera norte; hay temor en parroquia ecuatoriana

Un enfrentamiento entre militares colombianos y grupos irregulares de ese país se registró la madrugada de este miércoles, en el sector fronterizo de Santafé (Colombia), frente a la parroquia de Urbina, a 7,3 kilómetros de Tulcán.

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Yolanda A., moradora de Urbina, dijo que escuchó una balacera que también despertó a otros vecinos. “Nuestro pueblo también es Ecuador, las autoridades deben preocuparse por nosotros y brindarnos tranquilidad, porque estamos viviendo en zozobra”.

Diego Hernández, comandante de la Brigada Andes, asentada en Tulcán, confirmó el hecho e informó que fueron aprehendidas cinco personas que portaban tres fusiles, tres revólveres y municiones.

Los detenidos están en proceso de investigación en el Grupo Militar Cabal de Ipiales. Se desconoce la nacionalidad de los sujetos o si pertenecen a alguna organización delictiva, disidencia, paramilitarismo o guerrilla.

Taxistas colombianos que realizan transporte informal de pasajeros entre Santafé e Ipiales, a pocos metros de Ecuador, indicaron que la semana anterior llegó un grupo armado con el propósito de cobrar una especie de “peaje”.

Uno de los motoristas comentó que aparecieron, sorpresivamente, sujetos uniformados y armados para advertirles que debían pagar 10.000 pesos (2,80 dólares) por vehículo que ingrese o salga desde Ipiales.

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Moradores de Urbina manifestaron que estos individuos están fuertemente armados y utilizan radios de comunicación. Además cobran 15.000 pesos colombianos (4,10 dólares) por automotor que entra desde Ecuador.

En la polvorienta carretera de segundo orden fue instalado un improvisado retén hace pocas semanas, donde un madero cruzado obstruye la movilidad cuando los irregulares llegan al sitio con la intención de “controlar” la vía.

Óscar Montenegro, presidente del Gobierno Autónomo Descentralizado (GAD) de Urbina, reconoció que el sector es utilizado para el contrabando de mercancías, trata de migrantes, tráfico de drogas, moneda y armas, entre otros delitos.

“Hace una semana nos reunimos con el gobernador Yaco Martínez y las autoridades de control, pidiéndoles que la parroquia sea reforzada con más presencia de uniformados”, señaló Montenegro.

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Los pobladores, atemorizados, afirman que durante las 24 horas hay movimiento de personas por este lugar, lo que ha provocado inseguridad e intranquilidad. Los parroquianos están pidiendo la presencia de un puesto militar en la zona.

Autoridades de la Brigada Andes informaron este miércoles que la parroquia fue militarizada para garantizar el orden público y la seguridad de los habitantes.

Omar Muñoz, jefe del Distrito de Policía Tulcán, dijo que fue reforzado el control en el sitio con unidades especiales y motorizadas, así como con efectivos del Grupo de Operaciones Especiales (GOE). (I)