Pese al retorno de los militares a las calles de Guayaquil, en menos de 30 horas la cifra de muertes violentas que maneja la Policía Nacional pasó de 436 casos a 446 en la Zona 8 (Guayaquil, Durán y Samborondón).

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Los casos se reportaron en el suburbio, en Nueva Prosperina y en el Guasmo sur.

El crimen más reciente ocurrió a las 10:00 de este miércoles en la cooperativa Batalla de Tarqui, por el sector Punta Arrecha, cercana al estero Salado.

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En esa zona al menos 300 militares y policías este martes hicieron un megaoperativo en el que se destruyeron los reductores de velocidad que habían construido los moradores y que impedían a la Policía entrar al sector cuando se daban persecuciones. Además, sacaron cámaras de seguridad instaladas presuntamente por algunas bandas.

Sin embargo, a la hora de este último asesinato no había miembros de las Fuerzas Armadas en las calles.

El comandante Fernando López mencionó que los operativos militares este miércoles se darían entre las 15:00 y las 22:00. El jueves arrancarían a las 05:00.

Andrea Cedeño, vecina del joven que fue asesinado la mañana de este miércoles en el Guasmo, consideró que “los militares prácticamente van a cumplir un horario de oficina” y que al final del día se van a sus campamentos.

Ella no cree que esta última decisión de sacarlos nuevamente a las calles de Guayaquil dé resultados, pues dice que los uniformados deberían permanecer en las zonas críticas.

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Un hombre fue baleado este miércoles, 27 de abril, en la coop. Batalla de Tarqui, en el Guasmo sur. Foto Carlos Barros/El Universo. Foto: El Universo

“¿Por qué no arman un campamento aquí, al pie del estero, así como lo hicieron afuera de la Peni. Que den vueltas en la madrugada por este sector, que tumben puertas y pongan a hacer sapitos a los vagos. Es que parece que solo vienen a trabajar cuando llaman a los canales y luego se van todos y uno se queda aquí viendo cómo se matan y con temor de una bala perdida”, comentó la moradora.

Otra mujer de la zona, quien prefirió no decir su nombre, contaba que es tan compleja la situación en el Guasmo que ella vive a pocos metros del hombre que hace un par de años presuntamente asesinó a su hijo.

La adulta mayor explicó que la justicia nunca lo hizo pagar por el crimen, ni siquiera lo llamaron a declarar por falta de pruebas, dijo.

Pero no solo en el Guasmo se vive esta situación, en el sector de Nueva Prosperina, entre las 18:00 y las 22:00 del martes, se reportaron tres asesinatos.

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Todas estas muertes estarían relacionadas a la lucha de territorio por la venta de drogas.

En la tarde del miércoles otros casos se reportaron en el norte y noroeste de la urbe. Una mujer fue asesinada en la vía a Daule, mientras que un hombre fue baleado en el sector de Monte Sinaí.

La mujer habría sido testigo de cómo el viernes, junto a su negocio de jugos, mataron a un hombre. Cinco días después del primer crimen la mujer fue asesinada.

Guillermo Leones, de la Federación de Barrios de Guayaquil, consideró que es grave la situación en Guayaquil y que a más de patrullar y hacer operativos en las calles, las Fuerzas Armadas deben controlar el ingreso de droga y de armas que se daría por las fronteras.

Seis hombres fueron baleados en la 19 y la K; dos murieron. Foto Carlos Barros/El Universo. Foto: El Universo

“Que investiguen quiénes están armando a nuestros muchachos, porque ellos no fabrican estas armas, les llegan de algún lado. Los militares, que son los del control de armas, deben dar una explicación al respecto”, expresó Leones, pues a pocos metros de su vivienda este miércoles fueron baleados seis jóvenes que libaban en un portal; dos de ellos fallecieron.

El dirigente barrial destacó también que esa frase de que “se están matando entre ellos”, que suelen decir los policías al referirse a un crimen por lucha de territorio, deja saber que “como el fallecido es pobre, no tiene estudios o fuma, no importa. Pero si fuera (asesinado) uno de ellos, ahí sí investigan y hasta sacan a los militares a la calle”, dijo. (I)