Construir una prisión en una isla de Guayaquil no es asunto que pueda ejecutarse con facilidad y en poco tiempo. Desde lo ambiental, legal, logístico y servicios hay algunos desafíos que podrían complicar tener una cárcel en pleno golfo, según especialistas.

La propuesta de ceder una isla, bajo concesión, para construir una prisión fue lanzada por la alcaldesa Cynthia Viteri, el lunes. Ella habló de una isla deshabitada de 135 hectáreas que se la podría concesionar al Gobierno. Y planteó que una empresa privada maneje el asunto como en otros países.

Su planteamiento apareció a días de que se produjera un nuevo enfrentamiento en la Penitenciaría del Litoral con un saldo de tres heridos: dos reos y un agente penitenciario.

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Xavier Salgado, presidente de la organización ecológica Medio Ambiente Sustentable, sostiene que levantar una prisión en una isla demandará un análisis sobre las competencias, si es factible crear un espacio como estos cerca a áreas protegidas o dentro de un ecosistema.

Alcaldesa Viteri ofrece una isla de Guayaquil para que se construya una cárcel

“Desde el punto de vista ambiental se deberían hacer varios procesos para determinar si se puede dar este proyecto, entre estudios de impacto ambiental, demográficos, niveles de riesgo cercanos a estas zonas”, dice.

El especialista indica que hay biodiversidad existente en la zona del golfo, que tiene islas, islotes, cuencas hídricas, plantas acuáticas.

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Salgado cree que antes que una prisión se debería fortalecer esas zonas en el tema turístico.

Un constructor también señala que habría un desafío logístico poder edificar una prisión en una isla del golfo. Actualmente a las islas se llega por lanchas o gabarras que suelen llevar materiales y equipos para camaroneras en la zona. Además, una vez operativa, se necesitaría de un sistema de transporte que permita provisionar insumos, alimentos, mantenimiento.

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El viernes pasado hubo incidentes en la Penitenciaría del Litoral. Foto: El Universo

Jorge Haz, abogado litigante y docente, indica que tener una prisión en una isla demanda que se consideren una serie de aspectos, como definir el sistema de visitas, el medio de transporte para que las familias lleguen, los mecanismos de atención médica, tiempos de rescate ante emergencias. “No solo es el hecho de por seguridad aislar (a los internos), ya que conlleva movilizar una cantidad de seres humanos”, sostiene.

Un aislamiento como tal en condiciones extremas también tendría sus consideraciones. Haz recuerda que en la Constitución se establece el derecho que tiene un privado de libertad a no ser sometido a un aislamiento como control disciplinario, a la comunicación y visita de sus familiares y abogados, contar con los recursos para garantizar su salud, atender necesidades educativas...

¿Una Alcatraz en Guayaquil? Así reacciona la ciudadanía ante propuesta de Viteri de entregar isla para hacer prisión

Además, en el reglamento del sistema de rehabilitación social se establecen algunos principios, especialmente para personas en condiciones vulnerables.

El abogado señala que en el tema de audiencias podría existir una ventaja con los medios telemáticos, pues ya no es necesario llevar a todos los privados de libertad a las audiencias. No obstante, hay casos donde se pide la presencia del interno.

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Para Alexandra Zumárraga, exdirectora nacional de Rehabilitación Social y especialista en sistemas penitenciarios, en Ecuador no hace falta tener más cárceles, sino una correcta administración penitenciaria.

Ella recordó que ya se construyó una prisión de máxima seguridad (junto a la Penitenciaría) de la que se escaparon 18 reos.

“Podemos construir cárceles con excelentes medidas de seguridad, pero si quienes la administran van a ser personas corruptas van a seguir pasando incidentes con el ingreso de armas, drogas...”, afirma Zumárraga.

La especialista dice que crear una cárcel en una isla y entregarla a una empresa privada no tendría sentido en medio de un proceso en el que el Gobierno está preparando a guías que van a estar dentro de los reclusorios y el hacinamiento se apunta a bajar.

En redes sociales, la propuesta de Viteri ha tenido una serie de reacciones, unas a favor y otras en contra.

Hay quienes apoyan la propuesta de una especie de Alcatraz en Guayaquil, para tener un poco de mayor control de los reos. El deficiente control del Estado para frenar el ingreso de armas y asumir el mando en los pabellones ha sido cuestionado en estos años.

El concepto de isla-prisión no es nuevo. La más famosa es la prisión de Alcatraz, que operó en San Francisco (Estados Unidos). Fue concebida como una cárcel modelo de Estados Unidos y que resultaría imposible para los reos sobrevivir a un intento de fuga. No obstante, John Anglin, Clarence Anglin y Frank Morris se arriesgaron a escapar una noche del 11 de junio de 1962. Tiempo después, cerró. (I)