Las balas del conflicto entre bandas en la Penitenciaría atraviesan techos en urbanización al otro lado del río Daule, denuncian sus moradores

El nuevo enfrentamiento entre bandas de internos en la Penitenciaría del Litoral no solo ha causado 24 reclusos fallecidos y al menos 48 heridos, también ha afectado a la población civil. Los negocios que están afuera tuvieron que cerrar, pero las balas disparadas en medio de un nuevo capítulo de la crisis carcelaria en Ecuador esta vez llegaron más lejos y atravesaron techos de casas en una urbanización que está al otro lado del río Daule.

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Así cuentan testigos como Daniel Saldaña, habitante de La Rioja: “Esto es insostenible… Para que llegue un proyectil a esta distancia (1,4 km) y traspase un techo, tienen que haber utilizado armas de grueso calibre”.

Vecinos de la etapa Asturias, en un grupo de WhatsApp, mostraron cómo un proyectil atravesó el techo y quedó incrustado en el tumbado de yeso, lo que amortiguó lo que pudo haber sido un impacto fatal.

“Nosotros como residentes de La Rioja vivimos con miedo cada vez que hay sucesos de esta magnitud en la cárcel, las autoridades no hacen nada”, es la queja entre los moradores.

Zue Vásquez, otra residente de La Rioja, dijo mediante su cuenta en Twitter: “Yo tengo un vídeo donde se escucha como los casquillos caían en las lámparas de la urbanización. Hemos reclamado y sabemos que nuestra voz es ahogada por tanta corrupción, pero nuestros hijos son los que sufren, escondiéndose de los sonidos de la crueldad”.

Allí no saben qué más hacer, tienen cerramiento perimetral y garita de guardianía como cualquier urbanización, pero a diferencia de otras y debido a su ubicación, a más de un kilómetro de la parte posterior de la cárcel y de por medio el río Daule, los vecinos, dice Daniel, “vivimos con miedo de que un día una de esas balas le llegue a uno de los residentes, nosotros lo vivimos, aquí escuchamos la balacera y las explosiones” ocurridas hace solo dos semanas por ataques con drones a la cárcel.

Según los primeros reportes, los disparos empezaron a las 09:00 cuando los reos de los pabellones 8 y 9 (donde están recluidos integrantes de Los Lobos y Tiguerones) quisieron ingresar a los pabellones 10 y 12 (ocupados por miembros de la banda Chone Killer). Decenas de reos subieron a los techos, se observó en otros videos que hicieron los moradores.

La Comisión de Tránsito cerró el paso de vehículos por la vía a Daule, a fin de facilitar la movilidad de unidades policiales y militares que acudieron a atender la emergencia, mientras que efectivos de las Fuerzas Armadas realizaron patrullajes fluviales en el río Daule por precaución ante una posible fuga.

Los negocios aledaños cerraron, incluso con gente en su interior, por miedo a ser impactados por una bala perdida. Un militar que inspeccionaba ese sector comercial iba con un proyectil (indicio balístico) en sus manos advirtiendo a la gente que se esconda porque habían caído algunas balas.

“Los del (pabellón) 12 encontraron un dron con una granada que afortunadamente no hizo explosión. Dicen que lo lanzaron (dron) desde el 8 porque a esa hora estaban en los techos”, contó el hermano de un privado de libertad que llegó al sector tras recibir varios videos.

A las 10:30, desde el interior del reclusorio se volvieron a escuchar varios disparos, incluso similares a los de un fusil.

Incidentes en cárcel Regional

Minutos después, cerca de las 11:00, en la cárcel Regional, ubicada a pocos metros de la Penitenciaría, también se reportaron incidentes. Justamente, el pasado 13 de septiembre, en esa prisión se registraron al menos tres explosiones que coincidieron con el sobrevuelo de aparatos. Ese hecho dejó daños en el techado del área de máxima seguridad.

Los episodios de violencia de este martes 28 se presentan un día después de la salida de Fausto Cobo, quien dejó la dirección del Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de la Libertad y a Adolescentes Infractores (SNAI) para ocupar el cargo de secretario del Centro de Inteligencia Estratégica. (I)