Desde el 2001, los albaneses empezaron a llegar a Colombia para traficar la droga que producían algunos cárteles. En esa época eran solo los intermediarios, pues ese mercado en Europa lo controlaba la mafia italiana.

Con el pasar de los años la mafia balcánica fue ganando terreno y empezó a controlar el ingreso de estupefacientes en varios puertos del Viejo Continente. Entonces, Ecuador se volvió un lugar atractivo por sus fronteras poco controladas, su sistema judicial lleno de falencias y la economía dolarizada que permite, mediante inversiones en efectivo, lavar el dinero del narcotráfico.

En los últimos catorce años los emisarios de estos grupos han multiplicado los convenios para el suministro de cocaína entre proveedores colombianos y varias mafias europeas.

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César Peña, fiscal de Guayas, calcula que en los últimos siete años él ha investigado a más de una docena de extranjeros entre kosovares, albaneses, serbios, macedonios y montenegrinos, principalmente por drogas.

Para Ecuador, controlar el flujo migratorio desde el este de Europa es un desafío, por lo que el Gobierno busca alianzas con otros países e incluso con las Naciones Unidas.

“Estamos en proceso de integrarnos al programa ATS Global, que nos permitirá conocer un perfil de riesgo de los pasajeros antes de que lleguen al país”, dijo el general Fausto Olivo, subsecretario nacional de Migración, a Ecuavisa.

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El alcance de estas organizaciones narcodelictivas es mundial. Aunque tienen operaciones en la región de los Balcanes, su base es Albania. Desde allí envían delegados a Sudamérica para negociar los cargamentos de droga en Bolivia, Perú, Ecuador y Colombia. Algunos extranjeros se quedan en Ecuador como garantía o rehenes de particulares que han enviado droga al destino. Varios han sido asesinados en los últimos años.

La Policía decomisó 210 toneladas de droga durante el 2021, una cifra récord. Foto: El Universo

“En el momento en que el envío no llega a su destino, tenemos un asesinato”, comentó la periodista Klodiana Lala en su programa en la televisión albanesa. Ella sostuvo, además, que hay cerca de 3.000 albaneses viviendo en Ecuador y muchos de ellos estarían involucrados en narcotráfico.

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Lala dijo también que ninguno de los asesinados resulta ser líder de grupo. Los líderes, indica la periodista, estarían ubicados en su gran mayoría en Dubái.

Albaneses detenidos y asesinados

Uno de los primeros albaneses en llegar al país fue Arbër Çekaj, en 2009, quien fundó una firma de exportación de banano en Ecuador que usó aparentemente para ocultar narcóticos en buques cargueros, según una investigación realizada por Plan V y Proyecto de Bosnia para Información sobre Corrupción y Crimen Organizado (OCCRP).

A Cekaj se le abrió una investigación en 2015 por tráfico de sustancias en la Fiscalía de Milagro, pese al proceso judicial siguió exportando el producto cada semana hasta que en 2018 finalmente fue detenido en Alemania. Se calcula que solo entre 2015 y 2018 exportó 3.000 toneladas de plátano. Sigue preso en Alemania.

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Luego, en 2011, llegó a Ecuador Adriatik Tresa, quien fue acribillado en noviembre del 2020 en su casa en la urbanización Bali, en La Aurora, cuando varios hombres armados con fusiles fingieron un operativo policial.

Al llegar a Ecuador, Tresa se instaló como propietario de una carpintería y una farmacia, según informaciones de la prensa albanesa. Cayó en el radar de las autoridades en Ecuador cuando fue detenido y su nombre mencionado en conexión con el homicidio, en 2013, del periodista Fausto Valdiviezo.

En la urbanización Bali fue asesinado Adriatik Tresa en noviembre del 2020. Desde el 2013 el albanés había sido investigado por lavado de activos, armas, drogas y hasta por la muerte de Fausto Valdiviezo.

También fue procesado por lavado de activos, pues fue encontrado junto a otros extranjeros con efectivo: 39.100 dólares y 72.500 euros. Al año siguiente Tresa fue declarado inocente por un tribunal ecuatoriano.

En mayo de 2017, Ilir Hidri, otro albanés, fue acribillado en la 36 y la Ch, en el suburbio de Guayaquil, por sicarios en moto. En noviembre de ese año, Remzi Azemi -de nacionalidad albanesa-kosovar y quien resultó ser sobrino de Hidri- salió herido cuando un sicario le disparó cuando bajó el vidrio de su carro blindado para fumar. Ocurrió en Primero de Mayo y Carchi.

El blindado café después del atentado contra el albanés Azemi. En el fondo, con camisa azul, se observa al montenegrino Kacanic. Ambos tuvieron procesos por narcotráfico en Ecuador. Foto: cortesía

Tresa fue detenido como sospechoso del crimen de Hidri por un arma hallada en su casa, pero la justicia lo declaró inocente.

El crimen de Tresa es similar al del montenegrino Fadil Kacanic y su esposa, la ecuatoriana Elsa G., quien trabajaba en el aeropuerto. Fadil y Elsa G. fueron secuestrados mientras dormían y asesinados en marzo de 2018, en Guayaquil.

El miércoles 14 de marzo de 2018 se encontró una pareja baleada en un terreno de la vía a la costa. Fueron identificados como el montenegrino Fadil Kacanic y la ecuatoriana Elsa Gallegos Chacón.

A su domicilio, en una urbanización privada de Los Ceibos, también llegaron hombres vestidos de policía, quienes se los llevaron y luego la pareja apareció en el camino hacia la costa con disparos en la cabeza.

Kacanic no registraba ninguna actividad económica en Ecuador. Pero tuvo un proceso por narcotráfico. En 2010 fue encontrado con 18 kilos de cocaína en su equipaje, en el aeropuerto de Guayaquil. Su destino era Ámsterdam. Fue condenado a 12 años de cárcel. En 2018 cumplía una pena por narcotráfico con régimen semiabierto. El montenegrino supuestamente era pariente del albanés baleado en el carro blindado y compartían el vehículo.

Otro crimen que sigue en investigación es el de Sasa Spasic, de 56 años, el serbio que fue asesinado en julio del 2020 en un centro comercial de Samborondón. Un sicario le disparó cuando tomaba un café con su familia.

Un ciudadano serbio Sasa Spasic, de 56 años, fue asesinado en un centro comercial de la vía a Samborondón por un sicario que lo acribilló cuando tomaba un café con su familia.

El caso más reciente es el de Dashi Ergys, quien fue acribillado el sábado 22 de enero de 2022 en un restaurante del norte de Guayaquil. Los sicarios dispararon más de 25 tiros en el negocio que estaba lleno de clientes.

Dashi, según medios europeos, era uno de los cabecillas de una banda oriunda de Albania y contaba con antecedentes por narcotráfico, explotación sexual y tenencia de armas en Europa. En Ecuador no tenía antecedentes.

Más de 20 disparos se realizaron este sábado en un restaurante del norte de Guayaquil durante un ataque al estilo sicariato en el que murió el albanés Dashi Ergys.

Grupos del crimen organizado europeo hicieron grandes avances en Ecuador en los últimos años. Eso también quedó en evidencia con la aprehensión en 2014 de Dritan Rexhep, el albanés acusado de narcotráfico y fugitivo internacional, a quien se lo detuvo con 278 kilos de cocaína en territorio ecuatoriano.

Rexhepi fue sentenciado a 13 años y los cumple en la cárcel de Latacunga, desde donde, según la Interpol, el albanés operó con comunicaciones encriptadas para coordinar la salida de grandes cargamento de droga hasta que en septiembre del 2020 se desarticuló su organización en Abania. Allá se detuvo a más de 100 personas.

Liderados por cuatro clanes

La mafia balcánica es liderada principalmente por cuatro grupos familiares. La Grupa Amerika, originaria de Belgrado, fue detectada en Sudamérica en 2016, cuando en julio fue detenido en Perú Zoran Jakšić, el segundo al mando, quien habría organizado una estructura para el envío de cocaína peruana desde Ecuador.

El siguiente clan es el Grupo Šarić, liderado por el serbio Darko Šarić, de quien no existen registros de operaciones en nuestro país, pues su agrupación compraría droga en Colombia para enviarla por el Atlántico, desde Brasil o Uruguay.

El tercer grupo familiar es el de Sreten Joci, quien haría envíos a Europa a través del Caribe. Finalmente, está el clan Berane, que operaría desde Colombia y Venezuela, según el informe. (I)