Conseguir indumentaria de instituciones como la Policía Nacional es más fácil de lo que parece en Guayaquil. Al menos así lo demuestran los recientes hechos delictivos en los que antisociales con trajes similares a los que usan los agentes del orden intentaron secuestrar a un hombre y robar a un taxista en la ciudadela Alborada y vía a la costa, respectivamente.

Ante la situación, la Gobernación del Guayas empezó desde el miércoles 25 de enero una inspección por varios de estos negocios en el marco de un censo de los establecimientos que comercializan uniformes de la Policía Nacional, Fuerzas Armadas, entre otras instituciones.

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“Hemos comenzado en toda la provincia, con los 35 comisarios no solo de Guayaquil, sino de toda la provincia. El jefe de la Zona 5 y de la Zona 8 de la Policía estamos trabajando en forma coordinada. Es por eso que también es importante la presencia de los municipios. Ellos también tienen comisarías y, lógicamente, también tienen que ver con el uso de suelo”, expresó el gobernador Lorenzo Calvas.

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Sobre el tiempo que tomaría el censo, el funcionario mencionó que espera que sea “lo más pronto posible”. La iniciativa implica mantener reuniones con los dueños de estos locales a quienes desde esta semana ya se les empezó a notificar el asunto.

Pero el problema en cuanto al control de dichos negocios no solo se circunscribe en Guayas y en los locales que comercializan ese tipo de prendas, ya que hay sitios de confección de esta indumentaria en otras jurisdicciones como Manabí, por ejemplo.

“También vamos a coordinar con las otras provincias, porque tenemos que unirnos en este momento histórico que estamos viviendo”, señaló el representante del Ejecutivo.

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Durante esta semana, el gobernador visitó algunos locales de venta de trajes policiales y militares. Se prevé convocar a reuniones de trabajo y coordinación a los propietarios. Foto: Cortesía Gobernación del Guayas. Foto: El Universo

Desde el 2006 se conformó la Asociación de comerciantes y confeccionistas de artículos militares y policiales (Accamp), que agrupa a 50 socios a nivel nacional. Y cada uno puede tener más de un establecimiento.

Mónica Chauca, presidenta del gremio, dijo estar de acuerdo con que este tipo de negocios entren en un proceso de regularización, pues reconoció que hay muchos irregulares que podrían incurrir en venta “ilegal” de la indumentaria.

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“Existimos locales que estamos con todo lo que corresponde a la ley y no puede ser que la gente venda afuera como si fuera pan o como un producto de ese tipo (...) qué control puede haber al respecto si todo eso se vende afuera de locales también”, sostuvo la dirigente.

Y añadió que desde el 2015 dicha Asociación ha trabajado con algunas instancias gubernamentales con miras a la regularización, que incluso se concretaron mesas técnicas de trabajo. El pedido en ese entonces, según Chauca, era obtener una autorización especial, pero esto no llegó a cristalizarse.

“No hay ninguna cosa que la ley prohíba vender, sin embargo, nosotros lo que queríamos era regularizarnos, trabajar mancomunadamente para tener en cierta manera una discreción en la venta de todo esto y ser aliados, pero no se pudo dar”, manifestó la dirigente.

Recientes hechos delictivos en los que se usaron trajes policiales

El más reciente ocurrió la tarde del sábado 21 de enero, alrededor de las 17:00, en la décima etapa de la ciudadela Alborada, norte de la ciudad.

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Un carro todoterreno fue detenido por un supuesto policía y el falso agente simuló revisar la parte delantera del carro y se dirigió a la puerta del conductor.

Cuando esta se abrió apareció en escena un auto que cerró la parte delantera del todoterreno.

Del automóvil se bajaron antisociales que amedrentando al conductor del todoterreno y a su acompañante los intentaron secuestrar. Pero el accionar delictivo fue frustrado por la intervención de policías que llegaron al sitio en un patrullero.

En esa intervención hubo un aprehendido unas cuadras más adelante de donde se produjo el intento de secuestro.

Durante la primera semana de enero se conoció del caso de un antisocial que integraba una banda delictiva y usando uniforme similar al de policía colaboraba en robos en la vía a la costa.

El individuo detenía a las potenciales víctimas simulando un control rutinario y eso era aprovechado por el resto de la banda para desvalijar a las personas.

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El hombre fue aprehendido la madrugada del miércoles 4 de enero luego del robo a un taxista informal en dicho sector. Según información policial, la víctima dejaba una carrera cuando fue interceptada por antisociales que iban a bordo de un automotor.

El supuesto policía iba en una motocicleta y es quien habría detenido el andar del conductor. Por eso fue detenido y en su poder se encontraron la moto y un arma de fuego, mientras que el resto de la banda logró huir. (I)