Cristian David C.O. estuvo más diez años prófugo. A él lo buscaban por el asesinato de Remy, ocurrido en el 2008.

El hombre fue detenido en el 2021 mientras trabajaba como guardia de un parqueadero en Cumbayá, Pichincha.

Una Sala Penal de la Corte Provincial de Justicia de Pichincha ratificó contra Cristian David C.O una sentencia condenatoria de 16 años por ese asesinato.

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La Fiscalía General del Estado indicó que un guardia de seguridad del edificio donde vivía Remy, ubicado en el sector de La Mariscal, en el norte de la urbe, vio que el procesado se comunicó con él, y subió hasta la suite donde vivía.

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Cuarenta minutos después, Cristian David C.O. bajó a la recepción del edificio y le preguntó al guardia por el auto de la víctima y se lo llevó.

Días después, una amiga acudió hasta el edificio y le pidió a la administradora del lugar que le permita pasar hasta la suite, porque su amigo Remy no le había contestado el teléfono en varios días. Subió y encontró la puerta abierta. Al ingresar vio al hombre sin vida y con la cabeza destrozada. Llamó a la Policía.

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Los agentes de la brigada de homicidios acudieron a la escena del crimen. En la inspección del inmueble encontraron un chip de celular guardado en una chompa verde que no pertenecía a la víctima.

En su interior contenía información referente a llamadas y mensajes hecho entre la víctima y la esposa del sentenciado. También registraba comunicaciones mantenidas entre Remy y Cristian David C.O.

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La madre de Remy, al enterarse por el cónsul de la muerte de su hijo, llegó a Ecuador de Suiza. Entre las cosas de Remy encontró una carta por una caución de $ 6.000 a favor de la salida del procesado, quien en 2008, estuvo involucrado en un caso de drogas. En el recibo constaba el nombre de la esposa de Cristian David C.O.

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El informe médico legal y la pericia de inspección ocular técnica determinaron que la víctima recibió una brutal paliza y luego fue asesinada. El procesado se acogió al derecho del silencio en su juzgamiento.

Cristian David C.O., quien fue llamado a juicio en 2010, se mantuvo prófugo hasta que fue detenido. En audiencia de apelación se ratificó la pena de 16 años de reclusión mayor especial así como la reparación de $ 10.000 a favor de la familia de la víctima.

La defensa del sentenciado alegó que en la audiencia de juzgamiento, Fiscalía no contó con el testimonio de testigos presenciales del hecho sino referenciales; sin embargo, para Fiscalía los testimonios de los testigos llevaron a verificar la participación de él, en el delito. (I)

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