El coronel Fausto Cobo está al mando del Servicio Nacional de Atención a Privados de Libertad y Adolescentes Infractores (SNAI) desde el jueves pasado, tras la más reciente revuelta en dos prisiones que dejó al menos 27 fallecidos, 50 heridos y 87 privados de libertad recuperados de una fuga en la cárcel de Cotopaxi sobre la que aún no se determina cuántos reos se escaparon. Cobo es un militar retirado que fue parlamentario andino y hoy acepta el reto de intentar recuperar las cárceles del país.

Él mismo admite que es una tarea muy difícil y que el deterioro del sistema ha llevado años. Además, asegura que no hace milagros. En una entrevista realizada por el periodista Andrés Lopez a través de su portal Andrés El Mono López, el nuevo director del SNAI respondió las siguientes preguntas:

¿Cómo es la situación en la cárcel de Latacunga?

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Desde el jueves estoy en Latacunga. Solo en esta cárcel hay 19 fallecidos, 45 heridos y 87 recapturados. También hay seis policías heridos. No tenemos aún el número exacto de los fugados. Estamos en proceso de hacer un censo. Con sinceridad, los elementos del servicio de atención integral son mínimos: imagínese que aquí hay uno o dos guías por cada 800 privados de libertad, y esos dos guías no tienen armamento. La situación es realmente dramática.

En el perímetro de la Penitenciaría aún no hay militares, ¿qué clase de emergencia es esa?

Guayaquil es en este momento menos conflictivo que Latacunga, por eso estamos aquí. Sí hay que corregir muchísimos temas y lograr una mejor implementación.

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Se sabe el monto que se ha de invertir y cuál es el destino de esos recursos, ¿por dónde se va a empezar?

Hay que empezar por lo primero y eso son las adecuaciones. He ingresado al centro de privación de Latacunga y la destrucción es dramática. Está destruida la infraestructura administrativa, los filtros, la tecnología, está prácticamente en cero en tecnología y en relación dos guías versus 700 PPL , dependiendo de los pabellones. Es dramático, pero esos son los retos.

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¿Qué se hará en Latacunga?

Cambio de puertas, poniendo puertas de acero; y en lugar de mallas, muros. Eso sobre todo en el filtro 3, para que existan mínimas garantías de seguridad, de que no vuelva a suceder, que no salgan de ese límite los privados de libertad en algún otro amotinamiento. El día de hoy parece un campo de guerra interno, es increíble el destrozo.

Hablando de infraestructura, ¿cuál será su actuación al frente de estos centros carcelarios tan grandes?

Es difícil y complejo manejar un centro tan grande. Hay ciudadanos que han cometido delitos de tránsito o delitos menores mezclados con criminales de alta peligrosidad. No hay agua y tampoco hay zonas de descanso (...). Los policías tienen que alquilar cuartos por ahí, en las vecindades.

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Las bandas de narcotraficantes tienen el control de las cárceles. ¿Es cierto que los privados de libertad tienen las llaves?

Es que por ley la Policía no pide entrar, la seguridad interna es del sistema carcelario. Hay 2 guías contra 600 reos, y esos dos sin armas. Es muy grave, pero hay la voluntad de corregir.

El déficit de guías es de 4.000. ¿Cómo se va a capacitar a gente honesta, con formación?

Podemos remplazar la falta de personal con tecnología para poder monitorear o evitar que ingresen artículos no autorizados. Pero es inexplicable, porque una preparación de un guía no es de la noche a la mañana. No hay escuela, no hay doctrina, y la ley que hicieron impide que haya más participación a la Policía y Fuerzas Armadas.

¿Se confirmó que quien violó a la policía es la persona que apareció ahorcada?

Es la Fiscalía la que determina a través de sus protocolos quién la violó o cómo murió el reo. Por ahora sabemos que se habría ahorcado.

¿Es la única persona que ha recibido ataques de este tipo de violencia?

No ha habido ningún parte o indicio de que esto haya sucedido. Yo tomo las decisiones de acuerdo a información procesada, no rumores. (I)