Los vecinos de las manzanas 136 y 137 de un cerro del sector de la Nueva Prosperina, en el noroeste de Guayaquil, amanecieron con la sorpresa de volver a ver el cuerpo de la persona fallecida que reportaron la noche anterior afuera de sus viviendas, ubicadas en cerros de esa zona.

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Ellos indicaron que unos sujetos en moto persiguieron al joven, quien no sería de ese sector, y lograron dispararle varias veces en la cabeza aproximadamente a las 19:00.

Y que llamaron de inmediato al ECU911 y se encerraron en sus viviendas. Sin embargo, al levantarse hoy se percataron de que el cuerpo seguía allí.

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Con este caso suman ya 1.364 muertes violentas en la Zona 8, conformada por Guayaquil, Durán y Samborondón, según el jefe de la Dirección Nacional de Delitos contra la Vida, Muertes Violentas, Extorsión y Secuestros (Dinased-Zona 8), Henry Herrera.

Uniformados del distrito Nueva Prosperina acudieron la mañana de este viernes a realizar el levantamiento del cuerpo del joven. Allí se percataron de que la víctima tenía varios impactos de bala en la cabeza. No portaba documentos de identidad; por sus características físicas, uniformados creen que tendría unos 30 años.

Sujetos en moto persiguieron a un joven y lo asesinaron afuera de una casa en Nueva Prosperina.

En el sitio quedó una gorra blanca que usaba la víctima antes del ataque. Moradores indicaron que el joven tenía pantalón negro, una camiseta celeste y una chompa; que no lo habían visto en el sitio y, por eso, desconocen más sobre el ataque.

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Esa zona es de difícil acceso: hay lomas y calles sin asfaltar que complican el ingreso de los vehículos, por lo que el carro de Medicina Legal tuvo que hacer maniobras para recoger esta mañana el cuerpo, que fue llevado al Laboratorio de Criminalística y Ciencias Forenses, ubicado en el sector de la Policía Judicial, en el oeste de la urbe.

Vecinos de ese sitio lamentaron que no se haya podido intervenir de inmediato, pues eso ven los niños de la zona. El cuerpo ya estaba morado. Ellos pidieron que se haga un mayor control de los consumidores de drogas que habitan ese sector, porque hay disputas por la venta de estas sustancias y eso atemoriza a los vecinos. (I)