Solo un corto tuit en el que la Policía indica que “Unidades continúan en el levantamiento de indicios y recabando información, tras la explosión de un vehículo, en el km 17,5 vía a Daule, frente al #CRS-M-Guayas n.° 4 (Regional)” ha publicado las autoridades sobre la segunda detonación en menos de 30 horas en los alrededores de la prisión de máxima seguridad de Guayaquil, donde están los principales cabecillas de las bandas y reos de máxima peligrosidad.

Pese a los atentados ninguna autoridad ha dado una declaración, ni un comunicado oficial.

El primer carro bomba explotó a las 22:00 del sábado y destruyó una furgoneta azul que pertenecería a un guía penitenciario. El carro estaba estacionado a pocos metros de la cárcel, junto a los vehículos de los otros funcionarios del Servicio Nacional de Atención a Privados de Libertad (SNAI), quienes hacen oficina en la prisión. Y quienes temen ir a trabajar.

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Pese a que horas después del primer hecho en la Gobernación del Guayas se reunieron el presidente y los principales ministros del área de seguridad y justicia, todos se negaron a dar declaraciones sobre estos ataques.

Incluso el ministro del Interior, Patricio Carillo, no quiso referirse a los pasquines que, con amenazas hacia él, fueron lanzados en la madrugada del sábado en dos medios televisivos de Guayaquil.

De la ambulancia que fue baleada en la vía Durán - Boliche y en la que murieron tres ocupantes tampoco se ha referido la Policía, ni el ministro.

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De estos hechos, agentes investigadores presumen que estarían relacionados con la inminente liberación de Junior Roldán, alias Jr., uno de los jefes de Los Choneros, quien el pasado viernes obtuvo medidas cautelares de parte del juez Pedro Moreira, quien le otorgó arresto domiciliario, pese a que cumple sentencia por dos asesinatos y tiene otros procesos.

Aunque su salida de la cárcel aún no se concreta, desde el miércoles que se dio la audiencia de habeas corpus se han reportado varios incidentes relacionados a la colocación de artefactos explosivos.

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Estos ataque no han sido atribuidos a ninguna banda. La Policía no responde a los insistentes pedidos de los medios, sin embargo, la semana pasada Patricio Carrillo, en una entrevista con este Diario, advirtió que estas bandas intentan pasar a otro escenario con el uso de explosivos.

Lo que se sabe del último coche bomba

Explotó frente a la Regional a las 03:30 de la madrugada de este lunes 25 de abril destruyendo por completo el automotor. El vehículo llegó al sector a esa hora y fue abandonado ahí por un hombre que se subió a una de las dos motos que lo esperaban y huyó. Poco después se produjo la detonación que también destruyó parcialmente una camioneta cercana y al menos tres negocios que funcionaban frente a la cárcel.

Ya a las 08:00 los afectados recogían los daños y lo que había quedado de su mercancía, Techos, cañas, maderas y fierros fueron amontonados. Varios adultos mayores trabajaban ahí en una tienda, un local de ropa y hasta en una lubricadora que se estaba montando en la zona. Ellos comentaron que afortunadamente no viven en la zona, que unos vecinos les avisaron de la explosión y acudieron para ver qué se podía salvar.

Carro bomba que explotó frente a la cárcel Regional de Guayaquil afectó al menos a tres negocios. Foto Carlos Barros/El Universo. Foto: El Universo

Cerca de las 09:30 los restos de automóvil fueron retirados por una grúa. Aunque el carro quedó destruido, la placa permanece intacta y eran visibles las iniciales.

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En los registros de la Agencia Nacional de Tránsito, esa placa pertenece a un Chevrolet Aveo Family plateado del año 2018 y está bajo uso particular. No tiene multas vigentes.

Los registros del Servicio de Rentas Internas refieren además que ese carro se encuentra registrado en el cantón Puerto López, Manabí.

Pese a estas explosiones y el susto que genera en la prisión, el trabajo en las oficinas y el régimen de visitas sigue con normalidad.

El SNAI no se ha referido a los atentados, sin embargo, un guía penitenciario que llegaba este lunes para su turno prefirió estacionar su carro a unas cuadras de la cárcel. Lo dejó afuera de una tienda, cuyo dueño es su amigo.

No quieren ser trasladados a La Roca

La Roca está reactivada desde hace tres semanas y hasta ese espacio máxima seguridad ubicado dentro de la Regional fueron ingresados cinco líderes de bandas relacionados con la masacre el 3 de abril que causó la muerte de 20 reos en la cárcel de Turi, en Cuenca.

Este fin de semana algunos reos iban a ser trasladados desde la cárcel de Esmeraldas también a La Roca, pero en ese centro de rehabilitación se dieron incidentes que no fueron confirmados por las autoridades.

En redes sociales trascendió que los ppl supuestamente armaron un incidente, retuvieron a sus visitas y se estaban amarrando explosivos a su cuerpo con al intención de evitar los traslados a La Roca, donde habría menor contacto con sus familiares y el espacio no permite la convivencia entre los presos. (I)