Una madre de familia del plantel en el que las clases se suspendieron esta semana tras una denuncia de violación, contó que antes de hacerse público este caso, su hijo habría sido golpeado y encerrado en los baños del centro educativo ubicado en Mapasingue.

Adriana V. tiene a su hijo en tercer año de educación básica y aseguró que el 27 de julio el menor fue encerrado y permaneció 15 minutos en los baños llorando y pidiendo ayuda. No habló de violación, pero este accionar le causó preocupación, por lo que se reunió con la directora y le notificó la situación.

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Desde entonces, según la madre, el estudiante ha tenido ataques de pánico, ha vomitado y hasta se desmayó un día.

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Ella dijo que el 4 de agosto la directora le ofreció un plan de seguridad para mantener a salvo a los niños en los baños, pero reclamó que no hay ni un inspector que los cuide, porque el encargado de eso también se desempeña como profesor de Música y hasta carpintero del plantel.

Ya el 9 de agosto se conoció que un estudiante de cuarto año de educación básica, de 8 años, sí habría sido violado supuestamente en los baños del plantel.

Él sigue hospitalizado desde hace nueve días porque tenía lesiones graves en sus partes íntimas.

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“No puede hacer sus necesidades, está asustado y le están haciendo un tratamiento”, comentó la madre del niño violado, en la oficina de su abogado, Héctor Vanegas.

La violación al menor se habría dado en varias ocasiones, según las lesiones detectadas por el médico legista de la Fiscalía.

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La familia del niño afectado aseguró que la profesora habría encontrado en una ocasión al niño con el supuesto agresor en los baños y que no habría actuado.

“Mi hijo dice que no sabe el nombre del chico que lo lastimó, pero que sí lo reconocería si le muestran una foto, que es uno de los estudiantes de años superiores porque la escuela es hasta décimo año”, comentó la madre de la víctima.

Vanegas mencionó que esta semana asumió la defensa de la familia y que ya han pedido a la Fiscalía la ampliación de las versiones de la profesora del menor y de la directora del plantel. Indicó que la maestra habría sido destituida, pero la directora aún no.

Según las madres de familia, al ser un establecimiento fiscomisional ese proceso no es tan sencillo.

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“Hemos pedido que declaren la mamá y la abuelita. Que se haga inspección del lugar y reconstrucción de los hechos. También hemos pedido identificación del agresor, para eso se necesitan las fotos de los estudiantes de años superiores”, expresó Vanegas.

Hubo ‘inobservancias’

Este Diario consultó al Ministerio de Educación sobre el caso. La cartera respondió que tras hacer el levantamiento de la información, se comprobó que existieron inobservancias por parte de la escuela, que no se activaron de manera inmediata los procedimientos que dictamina la ley, a través de los protocolos frente a situaciones de violencia.

Sobre si se han aplicado sanciones en contra de algún funcionario del plantel, el ministerio señaló que la dirección distrital remitió el informe técnico jurídico solicitando el proceso sancionatorio a la escuela, cumpliendo así de manera íntegra lo establecido en la Ley Orgánica Reformatoria de Educación Intercultural.

Además, informó la cartera, se ha solicitado la intervención en el establecimiento educativo por las inobservancias al proceso antes mencionado.

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Tanto del centro educativo como de la dirección distrital respectiva, ante este caso corresponde un acompañamiento pedagógico y socioemocional a las necesidades actuales del niño, las que implican el ingreso al Programa de Aulas Hospitalarias, que se realiza en coordinación con la institución de salud que atiende el procedimiento médico requerido, indicó el ministerio del ramo.

“Del mismo modo, el seguimiento para que tanto el niño como su familia reciban el acompañamiento psicológico que ameritan estas situaciones. Además, el acompañamiento al proceso legal que se debe continuar para no dejar en la impunidad este hecho”, se mencionó. (I)