La Policía Nacional ofreció avances de las primeras diligencias respecto a dos personas aprehendidas por el crimen del fiscal Édgar Escobar Zambrano, ocurrido la mañana de este lunes, 19 de septiembre, en la plaza Pedro Carbo, frente al edificio de La Merced, donde realizaba su trabajo el funcionario.

Dentro de las indagaciones, la Policía Nacional detalló que un joven de 19 años sería quien supuestamente manejaba la motocicleta usada en el atentado y el otro de 16 años habría disparado en contra del fiscal.

El primero no tiene antecedentes penales, mientras que el segundo estuvo en el correccional de menores por un robo cometido en febrero de este año.

Publicidad

Este último se encontraba firmando semanalmente en Dinapen por una medida cautelar, reveló la Policía Nacional.

Antes del ataque, reportado a las 07:20, los dos antisociales, que serían los detenidos, protagonizaron el ataque. Ellos se encontraron previamente en el sector a bordo de una motocicleta y el menor supuestamente se aproximó para dispararle al abogado, quien se encontraba lustrándose los zapatos.

Una vez cometido el ataque en contra del fiscal, personal policial inició una persecución que se extendió hasta una de las escalinatas del cerro Santa Ana, donde se logró la aprehensión de ambos.

Publicidad

Dentro de las primeras indagaciones, la Policía determinó que los antisociales usaron una motocicleta que había sido robada en el suburbio de Guayaquil, el jueves pasado.

Adolescente de 16 años es el principal sospechoso de disparar el arma con la que habría sido asesinado el fiscal Édgar Esco

Además, en poder de los sospechosos se encontró una hoja que tenía una frase sobre la “activación” del grupo Tiguerones. Sin embargo, según los peritos, esta pista no tiene ninguna advertencia y su fin sería para “distorsionar” el origen de los responsables intelectuales del hecho.

Publicidad

Henry Herrera, jefe de la Dirección Nacional de Muertes Violentas (Dinased) en la Zona 8, dijo que aún se desconoce el origen de donde llegó la orden del asesinato del fiscal, aunque adelantó que hay varios elementos en el proceso de flagrancia que se siguen analizando para obtener más detalles que esclarezcan las características de los responsables.

Herrera mencionó que hasta lo conocido el fiscal no había recibido amenazas y las incidencias del entorno laboral siguen bajo investigaciones.

“La hora es que me llama la atención, generalmente los horarios de alta incidencia delictiva son en la tarde y noche”, comentó Herrera.

En poder de los aprehendidos se halló un arma industrial marca Taurus, sin municiones, porque todas habían sido descargadas en el cuerpo del abogado, además de dispositivos móviles y vestimentas que se usaron para aparentemente atacar a la víctima.

Publicidad

Procesos de análisis en la escena y evidencias

En el sitio del ataque se levantaron quince indicios balísticos.

En la escena del crimen, personal de Criminalística recogió doce vainas percutidas, dos balas y un cartucho íntegro que no había sido percutido.

En el cadáver, Xavier Chango, jefe de la Unidad Nacional de Criminalística, indicó que se encontraron diez orificios de ingreso y nueve de salida. En el cuerpo aún estaba una bala de calibre 9 milímetros.

El funcionario dijo que se espera realizar una pericia integral balística para determinar si está en condiciones de realizar disparos y posteriormente se tratará de determinar si se utilizó en otros hechos delictivos.

Además, entre las diligencias, se cotejará el arma de fuego con los proyectiles para determinar si se usó en el ataque.

Tres allanamientos se realizaron para determinar más elementos vinculantes en torno a los sospechosos. Entre los indicios encontrados se hallaron varias transacciones económicas hechas a los sospechosos, por montos de $ 30 a $ 100 que se daban de manera frecuente.

“Lo que hoy puedo suponer por la experiencia que tengo en varios casos observados en Guayaquil, básicamente estas agresiones no las hacen al azar, previamente tuvieron que haberle ubicado, visto su horario, comportamiento y fue abordado en el momento más vulnerable de su día que es en la mañana, cuando ingresa al trabajo porque el resto del día pasa en el despacho”, explicó Herrera. (I)