Sofía Almeida reconoce que el CPCCS ‘está entrampado’ en resolver la elección de un nuevo contralor

La presidenta del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (CPCCS), Sofía Almeida, reconoce que están “entrampados” legalmente respecto de iniciar un concurso de méritos para elegir a la primera autoridad de la Contraloría del Estado. Espera que la Corte Constitucional (CC) le dé una respuesta de cómo deben actuar.

¿Qué van a hacer en cuanto Pablo Celi está en la cárcel y hay una funcionaria subrogante en la Contraloría?

Lo que está pasando es lamentable. Pero esto es parte del entramado jurídico que nos dejó el Consejo Transitorio. No es que digo que haya hecho las cosas mal, pero este dictamen de la CC que blindó sus decisiones nos dejó impedimentos para ejercer nuestras funciones. Las funciones de Celi se acaban en el 2022 y no podemos iniciar porque hay este candado. Estamos entrampados. He consultado a la Asamblea Nacional sobre qué está ocurriendo con el proyecto de transformar al organismo en un Tribunal de Cuentas. Pedí, a través de la Función de Transparencia, para que se consulte a la Corte cómo se debe proceder; y, hemos preguntado a la Procuraduría del Estado si es legítimo y legal que haya una subrogación de la subrogación. Necesitamos una respuesta y que nos digan qué corresponde hacer, porque ahora Celi está de vacaciones, ¿y si después pide licencia sin sueldo?

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¿Cómo elegir a un funcionario idóneo, después de tener a dos contralores cuestionados y que fueron nominados por el CPCCS?

Mientras yo sea presidenta doy garantía de que eso no va a volver a ocurrir, no lo voy a permitir. Sé que las decisiones se toman en mayoría, pero siempre he hecho lo correcto y eso no volverá a suceder.

En el caso de que a Celi le nieguen la apelación a la prisión preventiva y él decida renunciar, ¿podrán iniciar el concurso?

Si él renuncia o es destituido por la Asamblea Nacional o si tiene una sentencia en su contra, ahí sí podríamos actuar, porque está fuera del cargo. No podemos destituirlo, porque esas serían las tres formas para iniciar el concurso. Aquí hay una subrogante del subrogante que, según el artículo 33 de la Contraloría, es legítima esta subrogación. Pero esas son parte de nuestras dudas.

Dice que no permitirá irregularidades en los concursos, pero usted depende de una mayoría.

En la democracia funciona así. A veces uno está de acuerdo conmigo en ciertas cosas y en otras no. Cada consejero tiene una manera de actuar y pensar y lo respeto, sin embargo, no voy a permitir que dentro de mis atribuciones se haga algo incorrecto. Si ya nos hemos depurado, pues nos seguiremos autodepurando. Confío en que vamos a sacar adelante los procesos con altura.

Por ejemplo, cuatro consejeros se reunieron el martes en Quito para analizar el tema. ¿La invitaron?

Sí, fui invitada, lo que pasa es que estuve en Guayaquil en la mañana y viajé a Quito, y hubo una descoordinación y no pude asistir. No pudimos tratar este tema a fondo, estuvimos conversando un poco, pero no a fondo. Pero espero que haya un consenso.

Para hacer un concurso requieren presupuesto. ¿Qué respuesta ha tenido del Gobierno para acceder a recursos no solo para este proceso, sino para otros pendientes?

No teníamos en la agenda la designación del contralor. Tuve un diálogo con el presidente Lenín Moreno, que agradezco la apertura y que escuchó las necesidades del Consejo, de que hay autoridades que debemos elegir como el titular de la Defensoría Pública, la Conferencia Plurinacional e Intercultural de Soberanía Alimentaria (Copisa) y otra relacionada con la frontera. Con esta gestión que se hizo se logró que nos den el dinero para los concursos. Pero el contralor no estaba en la agenda y nos tocaría solicitar nuevamente recursos.

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En esta coyuntura, se acerca la renovación de la presidencia. ¿Buscará reelegirse?

Nunca le he pedido el voto a nadie para ser presidenta. Ahora soy presidenta por, entre comillas, subrogación de Christian Cruz. Es una decisión que no la he tomado todavía, pero me creo capaz de poder manejar la presidencia y lo he hecho, y hasta ahora el Consejo se ha mantenido respetuoso de la democracia y sin escándalos. He puesto mi empeño para darle al Consejo otra cara.

Pero, ¿sí le gustaría?

Estoy dispuesta a estar aquí como consejera o presidenta. Si creo que el Consejo va a estar bien en el trabajo en mis manos, puedo continuar con esa función, y si otra persona lo puede hacer de mejor manera, lo voy a respetar y a apoyar, no me aferro a ningún cargo. (I)