El exalcalde de Quito y empresario turístico Roque Sevilla renunció a la consejería presidencial ad honorem para temas ambientales que venía ejerciendo desde marzo pasado, según indica el Decreto Ejecutivo 530, suscrito por el presidente Guillermo Lasso el 16 de agosto pasado.

Mediante este documento agradeció los servicios de Sevilla y, a la par, derogó el Decreto Ejecutivo 364, mediante el cual creó esta consejería.

Es la tercera consejería de ese tipo de la cual prescinde Lasso en las últimas semanas.

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Primero derogó la consejería ad honorem en asuntos de Gobierno que ocupaba Aparicio Caicedo, quien pasó a ser enrolado en la Función Ejecutiva como consejero remunerado; y después eliminó la consejería ad honorem para su comunicación personal, ejercida por Rafael Cuesta Vallarino, de quien hasta ahora no se conoce si será contratado de planta.

Al mandatario todavía le queda un consejero ad honorem más: se trata de Luis Coloma, quien lo asesora en temas relacionados con la desnutrición infantil.

El rol de los consejeros presidenciales está bajo investigación de la Comisión de Participación Ciudadana de la Asamblea Nacional, presidida por el correísta Ferdinand Álvarez, que está convocando a una serie de comparecencias y pidiendo documentación a entidades públicas.

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La mesa solicitó a la Contraloría General del Estado que investigue el uso de recursos públicos por parte de estos colaboradores del mandatario que no son funcionarios del Estado. (I)