El presidente de Argentina, Alberto Fernández, instó a que todos los países de la región recuperen el vínculo diplomático con Venezuela y ante este pedido, el presidente Guillermo Lasso señaló que su gobierno lo va a “considerar” y “analizar”, aunque luego, en una entrevista con el diario Clarín, recordó que ha sido “un permanente cuestionador de lo que sucede” en ese país.

De darse esta decisión, se requieren de negociaciones previas, aunque se puede considerar un retroceso para la postura histórica de Ecuador de respeto hacia el orden internacional y a los derechos humanos, señalan analistas consultados por este Diario.

“Lo vamos a pensar, pero no es el momento de que Ecuador haga un anuncio de este tipo”, aseguró Lasso, aunque cuando Fernández hizo el pedido, durante su reunión en Buenos Aires, sostuvo que ve “con muy buenos ojos el llamado del presidente”, al igual que ve con “respeto” el acercamiento diplomático entre Estados Unidos y Venezuela.

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Durante el gobierno del expresidente Lenín Moreno (2017-2021), Ecuador rompió relaciones diplomáticas con el régimen del líder chavista Nicolás Maduro reconociendo la presidencia interina de Juan Guaidó, al igual que más de 50 naciones.

Sin embargo, según información de la página web de la Cancillería de Ecuador, ambos países mantienen representantes diplomáticos a nivel consular. Se registran un consulado de Ecuador en Caracas, liderado por Gonzalo Vega Mera, y dos de Venezuela en Ecuador, uno en Quito y otro en Guayaquil, y a su vez el gobierno interino designó a Alejandra Rodríguez Armea como su representante diplomático en el país.

El analista internacional Michel Leví, coordinador del Centro Andino de Estudios Internacionales de la Universidad Andina, menciona que “en las relaciones internacionales todo es posible” y que se basan siempre en los intereses que tiene cada Estado, como se ha visto con EE. UU. y Venezuela, aunque destaca que Lasso en este tema actuó de “una forma bastante moderada”.

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“Fue bueno que el presidente no haya dicho no de entrada, esgrimió después algunos elementos importantes de cómo están ahora los temas en Venezuela, de derechos humanos sobre todo. Tuvo una acertada posición”. dice.

No obstante, para Leví lo más importante en estos momentos más que la relación bilateral que plantea Argentina, que considera quiere abogar por un socio político estratégico para ellos, lo que es clave para la relación con Ecuador sería la regularización de temas consulares.

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Fotografía de archivo de Juan Guaidó, líder opositor venezolano, reconocido por más de 50 países como presidente interino. Foto: Miguel Gutiérrez

“En el consulado que está funcionando en el país se tiene una gran actividad por los muchos ciudadanos que están radicados aquí, estos temas pueden ser una muestra de buena fe con un gobierno que no responde a las líneas de los Estados de derecho”, subraya.

Leví explica que, en el caso de buscar retomar estas relaciones, se necesita de un diálogo entre gobiernos y negociaciones previas.

“El que uno quiera no quiere decir que el otro quiera, tiene que haber una negociación previa donde haya un acuerdo y se reactivan las relaciones a nivel de embajadores”, menciona.

Leví menciona que el tema de las representaciones internacionales es clave para Ecuador y destaca que “ni en los peores momentos de guerra con Perú se dejó de tener relaciones diplomáticas”. Destaca que “son la única vía para tener un contacto directo con los gobiernos”.

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No obstante, para Esteban Santos, experto en derecho internacional, la intención de Lasso de “analizar” el pedido de Fernández representa “un comentario desatinado” pese a tener las intenciones de presentar una respuesta diplomática de acuerdo con la situación en la que se presentó la petición de parte de Fernández.

“En relaciones internacionales y política exterior hay que ser muy claros, la nota alta que ha tenido esta administración es el manejo de las relaciones internacionales, una diplomacia pragmática no puede ser considerada ‘blandengue’. Si bien hablábamos de que no tenemos que llevarnos mal con China o con Rusia, para tener vacunas, esto se aplaudió, pero no se puede tener medias tintas”, apunta.

Santos dice que en el caso de Venezuela se habla de “violaciones a los derechos humanos”, por lo que la postura debe ser clara, algo que hizo el actual Gobierno cuando se inició el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania al condenar la ofensiva.

“Se entiende que Argentina tiene una visión de izquierda populista... pero eso no puede contradecir lo que ha sido la postura histórica de Ecuador de un respeto hacia el orden internacional, hacia las instituciones y hacia los derechos humanos”, subraya y dice que revertir la actual política exterior con Venezuela “sería realmente un tropiezo y una equivocación absoluta”.

El líder chavista Nicolás Maduro en una foto de archivo. Foto: Ronald Peña

Para Santos, pese que a Lasso haya aclarado su postura en la entrevista con el medio argentino, ya se dejó una puerta abierta y considera que ahora a su regreso debe esclarecer el tema.

“Él ya ha dicho que en Venezuela hay una dictadura, violaciones flagrantes a los derechos humanos, nada de eso ha cambiado... y cambiar de parecer sería dar de baja a una política que ha costado años y a costa de nada”, apunta.

En tanto, para Daniel Varnagy, doctor en Ciencias Políticas y profesor de la Universidad Simón Bolívar, en Caracas, lo ocurrido con la petición de Fernández y la respuesta de Lasso sería producto de un cambio que está experimentando la política en el continente.

“En los últimos meses ha habido un cierto viraje en la manera de hacer política en toda América, donde se está dejando un poco de lado el idealismo político y se está viendo un viraje a la política pragmática, con quienes manejan el poder en un determinado país”, explica.

Sin embargo, Varnagy reconoce que podrían tener mucho que ver las bajas expectativas con las que ahora cuenta el régimen interino de Guaidó y la desarticulación que ha sufrido la oposición venezolana.

“Las expectativas que tenía el mundo entero para con un gobierno interino de Juan Guaidó fracasaron completamente y más bien la figura del interinato hoy se ve en Venezuela como una especie de colaboracionismo, mas no como la fuerza opositora con la que se veían las cosas en 2019″, manifiesta.

Para Varnagy, esta realidad insta a que entre en juego la política pragmática, ya que “al no haber una oposición articulada” los países tienen que seguir manteniendo relaciones con otros y eso no quiere decir que se nieguen las denuncias que se han hecho sobre los derechos humanos.

“Los países mantienen relaciones con los países, hoy en día ningún país está aislado por un determinado sistema político o económico (...). Hay una interacción mayor o menor, pero la hay”, apunta. (I)