A pocas horas de las protestas anunciadas por varios sectores sociales en contra de la política de fijación de precios de los combustibles, esta mañana, durante la conmemoración de los 212 años del Primer Grito de la Independencia, el presidente Guillermo Lasso señaló: ... el Gobierno no cederá a amenazas de “voces que pretenden sumirnos en despotismo y autoritarismo”.

Lasso hizo un símil del 10 de agosto de 1809 con lo que ahora ocurre en el país. “Justo ahora que volvemos a ser luz y nos reactivamos”, dijo. “Es como si la historia se estuviera repitiendo, el ultimátum, la negación de la voz del otro es lo que rechazamos (...), no es la manera ecuatoriana de hacer las cosas”.

“Nosotros respetamos y valoramos a todas las organizaciones políticas y sociales de Ecuador, este ‘Gobierno del encuentro’ ha inaugurado una nueva forma de hacer política, que se ha concretado en acciones claras. Siempre promoveremos el diálogo, pero siempre debe ser propositivo y jamás impositivo”, señaló.

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Y agregó: “Nunca cederemos a amenazas porque eso echaría abajo el buen trabajo que estamos haciendo para brindar estabilidad para el Ecuador, porque ceder afectaría precisamente a los más pobres que son los más beneficiados. Solo donde hay estabilidad hay inversión, solo donde hay paz hay crecimiento (...), empleo. Todo aquel que pretenda minar esa estabilidad socaba el futuro de nuestros compatriotas y nosotros no lo vamos a permitir”.

Existe división en organizaciones sindicales por las movilizaciones convocadas a nivel nacional para el miércoles 11 de agosto

Lasso concluyó esta parte de su intervención asegurando que deja la mano extendida siempre al diálogo para los sectores que así lo deseen y que el Gobierno no abandonará al pueblo quiteño, refiriéndose a la situación de la Alcaldía de Quito y la disputa por dirigirla.

“Quiero enviar un mensaje final a toda la ciudadanía quiteña, porque el calificativo “Quito, luz de América” pertenece ante todo a este pueblo noble y rebelde que no merece lo que hoy sucede en el Municipio de la ciudad de Quito. De hecho, tampoco lo merecemos los ecuatorianos, porque Quito es la capital del país, lo que sucede aquí nos atañe a todos los ecuatorianos y cuando llegue el momento, este Gobierno, que tanto se ha esmerado en devolver luz al Ecuador, defenderá también la luz que siempre brilló y debe seguir brillando aquí en Quito. Nosotros jamás abandonaremos al pueblo quiteño”, expresó.

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En tanto, Fabián Fuel, comandante general del Ejército, dijo que el 10 de Agosto de 1809, fue el resultado de un proceso complejo de pensamiento y acción, acuñado en la idea de libertad, igualdad y fraternidad. El coronel Juan de Salinas elaboró y ejecutó el plan de defensa de Quito y sus provincias.

Que las Fuerzas Armadas tienen un plan hasta el 2033 para volver a la institución especializada y multipropósito y así pueda combatir el crimen organizado y la violencia interna.

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“Invertir en seguridad y defensa, señor presidente (Guillermo Lasso), es invertir en la paz y la seguridad de los ecuatorianos”, dijo Fuel, al agregar que es imprescindible que el Ejército cuente con medios, dotación para desempeño de operaciones militares, defensa de la soberanía y apoyo a otras instituciones del Estado. Recordó que Manabí, Esmeraldas y Sucumbíos son las más amenazadas por actividades ilícitas internacionales.

Finalmente, pidió respaldo legal para el personal militar para evitar que se repitan acusaciones de lesa humanidad por actuar con firmeza contra la subversión.

Más temprano, el presidente Lasso y el ministro de Defensa, Fernando Donoso, asistieron a la imposición de ofrendas florales en el monumento al Primer Grito de la Independencia, en la Plaza Grande. (I)