Trece años después de la visita que realizaron a Ecuador los actuales monarcas británicos Carlos III y su esposa Camilla, entonces príncipe de Gales y duquesa de Cornualles, el expresidente Rafael Correa contó por qué no los recibió. Fue en una entrevista con el medio digital londinense Declassified, publicada este 22 de septiembre, y que el expresidente compartió en su cuenta de la red social Twitter.

Carlos y Camilla llegaron al país el 15 de marzo de 2009 a la isla de Baltra, en Galápagos, para conocer por dos días los trabajos de conservación ambiental de la fundación Charles Darwin.

Pero antes de viajar al archipiélago, la pareja real arribó primero a la base aérea en Quito y luego se trasladó al Palacio de Carondelet, donde no fueron recibidos por Correa, que en ese momento no brindó ninguna explicación de su ausencia. Correa delegó al entonces vicepresidente Lenín Moreno y al canciller Fander Falconí para atenderlos en la visita, que duró unos 45 minutos.

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Las autoridades ecuatorianas dialogaron con el ahora rey sobre temas medioambientales y expusieron el proyecto Iniciativa Yasuní-ITT, para dejar el crudo de ese bloque bajo tierra, que finalmente fracasó. En su corto recorrido por la capital, Carlos y Camilla visitaron, además, la iglesia de La Compañía.

“En 2009, la embajadora británica me llamó y me dijo que el príncipe Carlos y Camilla vendrían al país a visitar las islas Galápagos. Nos sentimos muy honrados de tener al príncipe Carlos y a Camilla. Pero la embajadora no solo me dijo, sino que me ordenó que recibiera al príncipe el domingo. Y yo le dije: ‘Vamos, embajadora, el domingo es mi día familiar. Trabajo de lunes a sábado y trato de dedicar los domingos a mi familia’”.

Según la publicación, la embajadora británica Linda Cross volvió a insistirle el domingo. Correa dijo que protestó: “Pero viene de vacaciones, entonces podemos recibirlos el lunes. Tenemos una ceremonia muy bonita en el Palacio Presidencial todos los lunes, el cambio de la Guardia Presidencial... Podemos invitar al príncipe y a Camilla. Hay mucha gente en la plaza central frente al Palacio Presidencial. Puede saludarlos”.

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“Finalmente envié a mi vicepresidente a recibir al príncipe Carlos y a Camilla y me di cuenta muy bien de que no me perdonaron cuando tuve que ir a Londres el año siguiente. Fui invitado por la London School of Economics y otras universidades a dar algunos discursos. Y nadie me recibió como presidente de Ecuador en el aeropuerto de Londres”, recordó el exmandatario en la entrevista.

Para Correa, Gran Bretaña le faltó el respeto al país no solo en esta situación sino en el caso de Julian Assange, que se dio tres años más tarde.

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En la misma entrevista, el expresidente habló sobre el asilo que se le concedió al hacker australiano en la embajada de Ecuador en Londres, en agosto del 2012.

El fundador de WikiLeaks, Julian Assange, estuvo asilado en la embajada de Ecuador en Londres desde el 2012 al 2019. Foto de Archivo

Correa dijo que se tomó esa decisión porque “no había ninguna posibilidad de que tuviera un proceso justo, eso no era posible... Me refiero a Estados Unidos, hubo demasiada presión pública, gubernamental y mediática contra él”. Assange era procesado en Estados Unidos por la filtración de cables diplomáticos y en Suecia por supuesto abuso sexual.

“Tenemos, como país soberano, el derecho de conceder asilo a cualquiera sin dar ninguna explicación. Pero dimos una explicación porque consideramos a los británicos, al gobierno estadounidense, al gobierno sueco, pero no teníamos que hacerlo”, indicó él, y agregó que hubo mucha presión de Reino Unido e incluso dijo que conoció que se había puesto en marcha una operación secreta para sacar a Assange de la embajada.

“Hubo un momento en el que las autoridades británicas nos amenazaron con entrar a nuestra embajada”, señaló Correa. “Sin embargo, eso iba en contra del derecho internacional y era absolutamente ilegal, pero también una tontería… ¿Por qué? Porque tienen muchas más embajadas en el mundo que nosotros”.

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El expresidente dice que Reino Unido debió permitir que Assange salga del país de forma segura. “Claro, los británicos están acostumbrados a ser obedecidos, no a negociar con un país del ‘tercer mundo’”, expresó Correa al medio digital. “Intentaron tratarnos como un país subordinado”.

Agregó que la embajada de Ecuador estaba bajo una fuerte vigilancia. Y que por ello “contratamos a una empresa de seguridad especial para proteger la embajada, para proteger a Julian Assange, se llamaba UC Global de España. Y nos traicionaron. Vendieron la información a la CIA (Central de Inteligencia de Estados Unidos). Fueron, si se quiere, capturados por la CIA”.

En abril de 2019, el presidente Lenín Moreno le retiró el asilo al fundador de WikiLeaks. La Cancillería ecuatoriana señaló en ese momento, en un comunicado, que “el otorgamiento y terminación del asilo diplomático es potestad soberana de un Estado. La decisión de Ecuador se ha producido luego de contar con las garantías otorgadas por Gran Bretaña de que no existen riesgos para la vida e integridad del señor Assange y por su reiterada violación de las normas establecidas en las convenciones interamericanas sobre asilo diplomático de La Habana (1928) y Caracas (1954), así como por los incumplimientos del Protocolo Especial de Convivencia de la Embajada.

“El embajador del Ecuador en Londres ha notificado formalmente al señor Assange la decisión de dar por terminado el asilo diplomático. El señor Assange ha abandonado la Embajada escoltado por la Policía diplomática inglesa”, agregó el comunicado.

“El país fue humillado”, expresó Correa al medio británico. “Nadie más va a confiar en los países latinoamericanos para buscar un asilo político”. (I)