Las instalaciones de la Casa de la Cultura Ecuatoriana en Quito fueron allanadas la mañana de este 19 de junio frente a una denuncia del cometimiento de un presunto delito en contra de la administración pública, ‘rebelión y atentados’, en el contexto de las manifestaciones por el paro nacional que impulsa el movimiento indígena desde el pasado 13 de junio.

A eso de las 09:00, agentes de Criminalística y de equipos élite como el Grupo de Operaciones Especiales (GOE) ingresaron a las instalaciones de esa institución acompañados de un fiscal recabando elementos por un posible delito flagrante que fue denunciado de forma anónima.

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El denunciante, mediante una llamada telefónica al 1800-delito, dio a conocer a las autoridades que presuntamente en las bodegas y subterráneos de la Casa de la Cultura en Quito, un grupo de 30 personas, que serían de nacionalidad venezolana y ecuatoriana, estarían almacenando material bélico, como explosivos y armas artesanales, para ser utilizado en las protestas de los próximos días con el posible objetivo de retener a policías y militares para ingresar a la Presidencia de la República.

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El juez David Lasso Vaca, de la Unidad de Garantías Penales, autorizó la realización de un acto urgente y concedió la orden de allanamiento, descerrajamiento, quebrantamiento de las puertas y cerraduras, aprehensión de personas e incautación de indicios que se pudieran encontrar en el inmueble.

Este suceso lo dio a conocer también el presidente de la CCE, Fernando Cerón, en su cuenta de Twitter, a esto de las 09:30 de este domingo. “Allanamiento a la Casa de la Cultura, solo la última vez que pasó esto fue en los años 60 en dictadura”, describió.

Luego, en declaraciones a periodistas, Cerón indicó que está por “fuera de su conocimiento” el posible ingreso de este tipo de material, pero que revisarán las cámaras de seguridad para constatar lo denunciado.

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Añadió que durante el allanamiento no existió “ninguna novedad” ni se encontró este tipo de materiales.

Exhortó a aquellos que se mantienen en estado de movilización y protesta se lo haga de manera pacífica. “La Casa de la Cultura es un espacio que se ha abierto en contexto de ayuda humanitaria; y, si tuviéramos una solicitud de la Conaie, la evaluaríamos dentro de ese contexto. Un llamado a los artistas del país, a los gestores culturales a mantenernos vigilantes de lo que sucede en la Casa de la Cultura y, que luchemos por garantizar que este espacio no sea intervenido de ninguna forma por el Estado”, manifestó el directivo.

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Desde el pasado 13 de junio, tres movimientos indígenas: la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), la Confederación Nacional de Organizaciones Campesinas, Indígenas y Negras (Fenocin) y el Consejo de Pueblos y Organizaciones Indígenas Evangélicos del Ecuador (Feine) iniciaron un paro nacional en contra del presidente de la República, Guillermo Lasso, porque no da cumplimiento a una agenda de diez pedidos.

Las ofertas de Guillermo Lasso no convencieron al movimiento indígena y el paro continuará hasta que cumplan sus demandas

El viernes último dieron al régimen un plazo de 48 horas para que cumpla su agenda, de lo contrario llegarán a Quito para radicalizar las medidas de hecho. Ese plazo finalizaría este lunes.

En las últimas horas, las organizaciones han permanecido gestionando la logística para el traslado de sus bases de las comunidades indígenas hasta la ciudad capital.

Entre las alternativas para albergar a los manifestantes está la Casa de la Cultura de Quito, que está rodeada por el parque El Arbolito, sitio que ha sido considerado por el movimiento indígena como su lugar de encuentro.

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En una reunión virtual del presidente Leonidas Iza con los dirigentes de otras organizaciones sociales, en la que se coordinan las acciones y que trascendió en redes sociales, el dirigente les menciona que la Casa de la Cultura “está garantizada... está garantizado el sonido para que pueda garantizar el proceso”. (I)