Hernán Ulloa y María Fernanda Rivadeneira asumieron la presidencia y vicepresidencia del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (CPCCS) en una controvertida sesión permanente reinstalada este 9 de febrero sin la presencia de Sofía Almeida, David Rosero y Javier Dávalos.

Este miércoles, 9 de febrero, los consejeros Hernán Ulloa, Francisco Bravo, Ibeth Estupiñán y María Fernanda Rivadeneira reinstalaron la sesión permanente 3, que se inició el pasado 26 de enero, y resolvieron tratar una de las mociones que estaba incluida en el orden del día para remover del cargo de presidenta a Sofía Almeida.

David Rosero, vicepresidente del organismo, conducía esa plenaria, pues los cuatro vocales de mayoría lograron aprobar la apelación de Almeida para que la dirija.

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Sofía Almeida denuncia un golpe de Estado al Consejo de Participación Ciudadana, mientras cuatro vocales discuten removerla de la presidencia

Pasaron trece días sin que se reinstale, y los cuatro consejeros resolvieron convocarse, de manera presencial, e instalar el debate, sin la presencia de Almeida, Rosero y Javier Dávalos, quienes integran la minoría, luego del distanciamiento de Estupiñán.

Así, en medio de la presencia policial en los exteriores del CPCCS, Ulloa, Bravo, Rivadeneira y Estupiñán removieron a Almeida de la presidencia y a Rosero de la vicepresidencia.

Enseguida, la consejera Rivadeneira incluyó la moción para que el consejero Hernán Ulloa asuma la presidencia y se aprobó con cuatro votos, convirtiéndose en el presidente.

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Él ofreció impulsar contrataciones transparentes y publicar en el portal institucional la información de los candidatos a las comisiones ciudadanas de selección de autoridades y de los candidatos a las diferentes dignidades, como de contralor del Estado, vocales del Consejo Nacional Electoral (CNE), entre otros.

También les ofreció que los micrófonos, en las sesiones virtuales, no se les apagará.

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Cuatro vocales del Consejo de Participación Ciudadana remueven a Sofía Almeida de la presidencia y a David Rosero de la vicepresidencia

Bravo le tomó juramento y Ulloa prometió dar trámite a las mociones que planteen los siete vocales.

El mismo consejero Bravo mocionó que asuma la vicepresidencia María Fernanda Rivadeneira, lo que se aprobó con el voto de los cuatro vocales presentes.

Por su parte, Almeida se encuentra en Guayaquil, pero remitió un oficio a las funciones del Estado Ejecutiva, Legislativa, Judicial, de Transparencia y Control Social y Electoral para que se pronuncien sobre estos hechos y se respete la independencia y autonomía de la institución.

Ulloa aseguró que la instalación de esta sesión es legítima y legal, pues se ampara en el Código Orgánico Administrativo y la ley del Consejo, que permite, según dijo, que ante la ausencia del presidente y vicepresidente de una sesión, se pueda instalar con la mayoría absoluta de sus miembros. Es decir, con la presencia de cuatro vocales.

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Antes de remover de la presidencia a Almeida, el secretario ad-hoc Nelson Silva, nombrado para esta plenaria, la llamó por teléfono para que ejerciera su derecho a la defensa, pero ella no contestó.

En el caso de Rosero, este sí contestó y hasta se conectó por Zoom a la sesión, y aunque no votó, les advirtió que esta “reunión de amigos” era ilegal; y que él no había convocado a la reinstalación de esta plenaria porque hay acciones judiciales que deben resolverse, en referencia a acciones de protección que impulsa Almeida para evitar que se discuta su remoción.

Sin embargo, los consejeros de mayoría resolvieron removerlos.

Su decisión se dio después de que la jueza de la Unidad Judicial Multicompetente de Samborondón (Guayas), Larissa Ibarra, revocó una medida cautelar emitida por la jueza Karly Vargas, de esa misma unidad judicial, que impedía tratar en esta sesión permanente la discusión de la remoción de Almeida.

Aún está pendiente que se resuelva una acción de protección que se interpuso en una Unidad Judicial de Ibarra (Imbabura) en esa misma línea. (I)