Tanto para la defensa del excontralor Pablo Celi como para la del exgerente de Petroecuador Pablo Flores, el testimonio anticipado de Raúl de la Torre, exasesor de Petroecuador y familiar de Celi, lo que demuestra es que el exfuncionario público tenía la costumbre de utilizar el nombre de terceros para exigir coimas y concretar sus ilícitos.

Pese a que De la Torre indicó en su testimonio que entregó dinero a Esteban Celi, hermano del entonces contralor, como parte de un acuerdo para liberar planillas de la empresa Nolimit C. A. que adeudaba Petroecuador, que dio porcentajes, cantidades e incluso aseguró que visitó al contralor en su despacho para manifestarle “que estaba realizando este pago con Esteban Celi”, Marcelo Ron, abogado de Pablo Celi, aclaró que la forma de vincular a su cliente fue general, rápida, referencial y nada objetiva.

“De la Torre dijo que alguien le comentó, pero nunca refirió que Pablo Celi le haya pedido el dinero de manera efectiva. Ante el contrainterrogatorio manifestó que a él no le consta absolutamente nada en referencia a la entrega del dinero”, explicó Ron, quien cree que con el testimonio se está desplazando la responsabilidad de los hechos al hermano del ahora excontralor.

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Ron cree que es favorable el testimonio de De la Torre a Pablo Celi, pues analiza que en todo momento se establece que las reuniones fueron entre el asesor de Petroecuador, Esteban Celi y otras personas, y jamás menciona a Pablo Celi.

Para el abogado, con el testimonio quedó claro no solo que se tomaron el nombre de Pablo Celi, sino que se confirma que él no tiene participación en este hecho. Eso se revelaría, desde su perspectiva, en que De la Torre ha sido muy minucioso con referencia a Petroecuador, ha dicho de manera detallada montos, cantidades, fechas, requerimientos que han presentado a autoridades de Petroecuador, mientras que en cuanto a Pablo Celi ha sido muy corto.

Que el testimonio de De la Torre no fue ninguna sorpresa, eso afirmó Pablo Encalada, abogado de Pablo Flores. “Raúl de la Torre ha sido una persona que ha reconocido su delito, por lo tanto, es un criminal confeso en Estados Unidos, ya que él se benefició con una reducción de pena por la información que entregó; entonces, él no podía retractarse de lo que había dicho, que actuaba en nombre de terceras personas”.

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Encalada cree que lo relevante de hoy fue que se hizo conocer al juez del caso, Felipe Córdova, que Raúl de la Torre no solo se tomaba el nombre de Pablo Flores, sino también el de otras personas que no han sido llamadas a declarar para esta semana, como por ejemplo —dijo— Carlos Pérez García, exministro de Energía, o Santiago Cuesta, exasesor de Presidencia, quienes serían mencionados en las conversaciones de De la Torre y a nombre de quienes él habría hecho pedidos.

“Lo que se logró acreditar es que Raúl de la Torre venía con esta práctica por lo menos desde el año 2015, a través de inmiscuirse en instituciones públicas a cambio de algún favor o pago. (...) Este es el testimonio más importante que la Fiscalía tiene en contra de nosotros y es difícil decir que es favorable. Lo bueno es que pudimos obtener esta información que creo que es importante, porque la credibilidad de un tipo como este, acostumbrado a realizar este tipo de acciones, de alguna forma ha sido minada. ¿Por qué tendríamos que creerle a él, cuando él se ha tomado el nombre de tantas personas y dando nombre y apellidos?”, acotó Encalada.

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A pedido de la defensa de Flores, para el lunes 9 de agosto próximo han sido convocados a rendir versión el exministro Carlos Pérez; César Litardo, expresidente de la Asamblea; el general (sp) de la Policía Nelson Villegas; Verónica Espinosa Serrano, exministra de Salud; la exasambleísta María José Carrión, entre otros personajes que ocuparon cargos públicos.

Para Encalada, algunas de las personas que están convocadas a rendir versión no han sido investigadas en el caso por delincuencia organizada Las Torres, pese a que han sido mencionadas en los diálogos de De la Torre en el mismo sentido que Pablo Flores, y él sí está siendo procesado penalmente. (I)