Pese a que fueron retirados de la zona los agentes policiales y militares dispuestos desde el domingo último dentro y fuera de la Casa de la Cultura Ecuatoriana (CCE) y en el parque El Arbolito, en el norte de Quito, y que se logró el ingreso de manifestantes al ágora de la CCE, la dirigencia indígena asegura que “no regresarán al campo con las manos vacías”, es decir, sin que se les cumplan los diez puntos que exigen.

“En este momento esta CCE ha sido tomada por la fuerza del pueblo, es el primer triunfo. (...) No vamos a perder el norte, (...) aquí son los diez puntos y punto, y si el presidente Guillermo Lasso se cae no es nuestra culpa. Tiene que quedar claro, nosotros no venimos a poner muertos y heridos para que otros oportunistas vengan, caigan y sigan gobernando y nuestras demandas no hayan sido cumplidas”, aseguró Leonidas Iza, presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie).

Manifestantes indígenas intentan ingresar por la fuerza a la Asamblea Nacional

El martes último, Iza al igual que otros dirigentes indígenas demandaron ciertos puntos al gobierno de Lasso para que se den las condiciones para una asamblea y así poder pensar en un proceso de diálogo. Entre esos puntos estaban que se derogue el estado de excepción, se retire a la policía de la CCE para que los manifestantes ingresen y que se habilite, sin policías y militares, el parque El Arbolito.

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El discurso que dio Iza este mediodía fue el último de más de una docena de dirigentes que pidieron la palabra, pues querían hablarles a sus bases, destacar su participación y dejar en claro que esta es la lucha de todos y no de unas pocas organizaciones.

QUITO (23-06-2022).- El presidente de la Conaie, Leonidas Iza, antes de ir hacia la Casa de la Cultura. Carlos Granja Medranda / EL UNIVERSO Foto: El Universo

Entre quienes intervinieron estuvo el presidente nacional de la CCE, Fernando Cerón. Él agradeció a los indígenas que estaban en el ágora por haber devuelto esta casa al pueblo, al haber derrotado a la “opresión” que se instauró, según él, con policías y militares desde el domingo 19 de junio pasado. “Esta es la casa de todos y no es un cuartel policial”, anotó.

Desde muy tempranas horas de este jueves, a diferencia de los tres últimos días de protesta, las zonas aledañas a la CCE y el parque El Arbolito no contaron con presencia policial o militar. Tampoco los manifestantes habían ocupado con el mismo número los sitios que mantenían para su protesta: avenida Patria con dirección a la Universidad Central del Ecuador (UCE) y avenida 12 de Octubre vía a la Universidad Politécnica Salesiana, ambas zonas de paz y de acogida humanitaria.

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“Para que no haya violencia ni excusas” para no dialogar, el Gobierno anunció que permitirá que los manifestantes del movimiento indígena y otros sectores sociales ingresen al ágora de la CCE para desarrollar una asamblea en la que puedan deliberar sus próximas acciones dentro del paro nacional, que lleva once días.

En un mensaje grabado por el ministro de Gobierno, Francisco Jiménez, que se divulgó en las redes sociales oficiales, se indicó: La decisión tiene como único propósito “que cesen los cierres de vías, las manifestaciones violentas y los ataques en distintos lugares de nuestro país, y exige como respuesta la libre movilidad de personas y de bienes, especialmente alimentos y medicinas, y que la protesta social se realice dentro del marco de la ley”.

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En la UCE, mientras la mayoría de manifestantes indígenas trataban de probar los alimentos que se les entregaban de forma gratuita desde los baldes y cajones de camiones y camionetas, en el ingreso al Teatro Universitario se colocaba una tarima desde la cual se empezaba a convocar a las diversas delegaciones para que se junten a escuchar las decisiones y directrices a las que llegaron sus líderes indígenas, quienes se habían reunido desde temprano.

QUITO (14-06-2022).- Indígenas que participan en el paro nacional marchando hacia la Casa de la Cultura Ecuatoriana, junto al parque El Arbolito, en el norte de Quito. Alfredo Cárdenas/ EL UNIVERSO. Foto: El Universo

La convocatoria era inicialmente a las 09:30, luego se corrió para las 10:00 y finalmente se decía que soportaran un poco más, que ya llegaban los dirigentes. Esas postergaciones dadas en medio de un intenso sol generaron malestar en algunos manifestantes. Unos reclamaban que existe mucho diálogo y poca acción, mientras que otros decían que estaban hartos de esperar y querían ya tomarse la CCE, el Palacio de Carondelet.

Pese a la demora, la vicepresidenta de la Ecuarunari, Nayra Chalán, tomó la palabra y ya adelantaba cuál era la estrategia para el día once de paro nacional convocado por las organizaciones indígenas con carácter de indefinido. Chalán decía que la marcha estará ese día encabezada por las mujeres indígenas de la Feine, la Fenocin, la Conaie, de las estudiantes, (...) y serán ellas quienes reclamen la Casa de la Cultura.

“No es posible que hasta ahora no se hayan resuelto los problemas que como familias ecuatorianas estamos exigiendo. Les vamos a decir a los compañeros y compañeras, a los jóvenes, vamos a empuñar, vamos a endurar esta lucha, porque de aquí no nos vamos a ir con las manos vacías y esa ha sido una definición que hemos tomado y vamos a sostener la decisión que ustedes en las calles han tomado también”, explicó la líder de la Ecuarunari.

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Poco después de las 11:00 empezaban a subir uno a uno dirigentes de diversas organizaciones indígenas. Unos rechazaron que se les diga vagos y vandálicos, otros recalcaban que las protestas siguen, un dirigente reclamó que hayan venido indígenas a “turistear” y no a apoyar, a comer tres veces al día y no a protestar. Todos resaltaron que debe darse una protesta pacífica y aseguraban que quienes atacaron al edificio de la Fiscalía no son de sus bases, sino infiltrados.

La marcha se inició casi al mediodía como estaba marcada: con las mujeres indígenas a la cabeza y resguardadas por la guardia indígena. Iza esperaba que no les enfrentaran ni policías ni militares, sino más bien permitieran que “este pueblo pueda estar bajo un techo” en el ágora de la Casa de la Cultura. “Si eso no se garantiza, compañeros, simplemente no se va a poder avanzar a nada más”, aclaraba.

El trayecto se hizo rápido, pues no hubo policías o militares que impidieran su paso. Los pocos uniformados que se encontraba en esa zona cuidaban los edificios de la Unidad de Flagrancia y de la Fiscalía General del Estado, ambos espacios atacados en días anteriores por manifestantes.

Gobierno permite que el movimiento indígena ingrese a la Casa de la Cultura

En cuestión de 20 minutos ya la multitudinaria marcha se encontraba en la avenida Patria con otros indígenas que avanzaban por la avenida 6 de Diciembre, mientras otro grupo se apostaba en el intercambiador de la avenida 12 de Octubre. La puerta principal de la CCE estaba abierta, pero nadie de los manifestantes entraba. Se iban ellos directamente al parque El Arbolito.

El grupo llegado desde la Central decidió rodear a la CCE e ingresar por el lado oriental. Ya en ese momento indígenas amazónicos habían entrado en el ágora de la Casa de la Cultura. Lo que hizo el resto es simplemente seguir la masa humana que gritaba “Fuera, Lasso, fuera”.

Ya en el interior del ágora, quienes habían llegado primero: indígenas del Oriente, de Imbabura y de Cotopaxi, bailaban sobre el escenario, se tomaban fotos en grupo, hacían transmisiones en vivo en sus redes sociales y se abrazaban, señalando: “Te ganamos, Lasso”, “Ya vamos para Carondelet”. (I)