Una vez que el movimiento indígena y el Gobierno pusieron fin a 18 días de movilizaciones con la firma de un acuerdo, el presidente de la República, Guillermo Lasso, dio un mensaje conciliador en el que anunció, entre otras cosas, que el campo y la ruralidad serán una prioridad nacional.

“Ecuatorianos, terminó el paro. Hemos alcanzado el valor supremo al que todos aspiramos: paz en nuestro país. Es momento de curar heridas, de superar la división entre ecuatorianos y unirnos en un solo objetivo: reconstruir el Ecuador”, dijo el presidente la noche del 30 de junio, en cadena nacional.

El mandatario habló de “recuperar el tiempo perdido”, trabajando para los más vulnerables.

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“Vamos a hacer del campo y de la ruralidad prioridad nacional. Le podremos fin al abandono que ha sufrido por parte del Estado desde hace más de 40 años. Hemos escuchado y sabemos los desafíos que tenemos por delante”, remarcó Lasso.

Y se solidarizó con los familiares de los fallecidos y heridos durante las jornadas de manifestaciones que se iniciaron el 13 de junio.

El acuerdo que alcanzó el Gobierno con la Conaie, Feine y Fenocin, que tuvo la mediación de la Iglesia católica, contempla la reducción de 15 centavos al precio del galón de los combustibles extra, ecopaís y diésel. Con ello quedarán en $ 2,40 las gasolinas y en $ 1,75 el diésel.

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Otros puntos destacados son la derogatoria del Decreto Ejecutivo 95, que se refiere a la política petrolera, y la reformatoria del Decreto 151, que trata de la explotación minera.

Para las organizaciones indígenas, aunque no se consiguió por completo que el Ejecutivo acepte las diez demandas que motivaron el paro, se trata de un triunfo.

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Los miles de manifestantes que arribaron a Quito la semana pasada, para sumarse a las protestas, empezaron a retornar a sus comunidades y provincias la tarde del jueves. (I)




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