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Gobierno optó por establecer un ‘frente político y de seguridad’ para coordinar acciones en el paro nacional convocado por la Conaie

Analistas consideran acertada esta diversificación de voceros y dicen que debería hacer realidad su eslogan del ‘Gobierno del encuentro’.

El Gobierno nacional instaló un Puesto de Mando Unificado en las instalaciones del ECU911 de la ciudad de Quito para el control de la jornada de movilizaciones el lunes 13 de junio. Foto: twitter.com/MinGobiernoEc Foto: twitter.com/MinGobiernoEc

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Un “frente político y de seguridad”, liderado por los ministros de Gobierno, Francisco Jiménez, y del Interior, Patricio Carrillo, es el que ha manejado la estrategia para encarar desde varias aristas el paro nacional indefinido, convocado por la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), que comenzó el lunes 13 de junio y se mantiene.

En tanto que el presidente de la República, Guillermo Lasso, ha tenido una postura un tanto más alejada con solo dos pronunciamientos a través de mensajes de video que se colgaron en sus redes sociales.

Diego Ordóñez, consejero del presidente Lasso, confirma que la conformación de este frente ha sido la decisión del Gobierno por considerarla la más acertada para el manejo de una crisis de este tipo.

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“Hay un frente político y de seguridad que está dando seguimiento al tema de las movilizaciones en el que están el Ministerio de Gobierno, del Interior y el de Defensa, y la línea ha sido que hay necesidad de dos cosas: el dejar abierta la posibilidad del diálogo, que no quiere decir que dejamos de criticar la postura de la Conaie de estar cerrada a los acercamientos y querer imponer sus diez puntos; y en seguridad, las acciones de una fuerza pública que ha estado haciendo una labor entre persuasión y control, con un moderado nivel de uso de la fuerza”, explica.

Sobre las contadas apariciones de Lasso, subraya que es el mismo mandatario quien está liderando todo el escenario de una mesa de crisis general.

“El presidente ha lanzado grandes líneas, las que expuso el domingo en la noche antes de la movilización y luego lo que dijo el martes en la madrugada en reacción a los hechos de violencia”, dice.

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En el manejo de comunicación, el Gobierno también ha optado por abrir espacios de vocerías de los ministros en los medios de comunicación para invitar a la ciudadanía a que no se sume al paro.

Además, desmiente publicaciones que tratan de viralizar en redes sociales a través de la cuenta de Twitter de la Secretaría General de Comunicación para combatir la desinformación.

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El consultor Andrés Seminario dice que esta estrategia del Gobierno de dejar todo pronunciamiento en manos de un frente con voceros es correcta.

“Hasta que no haya una certeza de una solución posible o parcial, el presidente hace bien en mantener su mensaje limitado, sin sobrexponerse y más bien generar que esa exposición esté en aquellas personas que mañana puedan ser renunciadas de su cargo, porque cometieron un error”, apunta.

Gabriella Guerrero, consultora política, también considera positiva esta diversificación de ‘rostros’ ya que el Gobierno había hecho una comunicación política muy enfocada en Lasso, lo que generó “una quema de su imagen”, además dice que se está dando un mensaje claro “que es que el Poder Ejecutivo no toma partida en lo que haga el Poder Judicial”.

No obstante, Seminario menciona que en este manejo de la comunicación por parte de este frente se ha podido evidenciar una falta de empatía hacia los manifestantes lo que provoca que no existan garantías para que se concrete un diálogo.

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“Cuando una persona se pone solamente sus zapatos y no analiza la otra parte, los argumentos de la otra parte, más allá de si tienen o no razón, difícilmente puede haber un diálogo. La debilidad más grande que ha tenido el Gobierno en este manejo específico de crisis es que no ha logrado generar una postura de empatía desde la que plantee su perspectiva”, indica.

Seminario subraya que, en el caso de la otra parte, es decir la Conaie, han recurrido a argumentos que van desde lo político hasta lo económico con percepciones que dominan la opinión pública.

“Argumentos como no tengo empleo, no tengo medicinas en el hospital, no tengo seguridad cuando salgo a la calle... Han recogido los comentarios que tiene mucha gente y los han incorporado a sus exposiciones”, explica y agrega que esto lo han convertido en discurso más sólido que el del Gobierno.

En el sector de Cutuglagua, sur de Quito, manifestantes indígenas bloquean vías este miércoles 15 de junio. Foto: José Jácome

Guerrero refiere que otro error del Gobierno, en esta crisis, ha sido el usar mensajes largos y creer que todas las personas pueden tener acceso a internet para unirse a las transmisiones o van a estar atentas; además, el uso de tecnicismos como “flagrancia o medidas cautelares”, que son palabras de las que la gente no siempre va a conocer su significado.

En el primer día del paro, el ministro Jiménez se tomó el tiempo, dentro de uno de los informes sobre las movilizaciones, para responder a cada uno de los diez puntos que la Conaie exige al Gobierno, alegando que para todos ya existen acciones en marcha o ya tienen respuesta y dejando por sentado que las soluciones ya están dadas, lo que indirectamente podría cerrar la búsqueda del diálogo de los sectores movilizados con el Gobierno.

Seminario considera que “los voceros y equipos de comunicación del Gobierno necesitan entender que son las emociones las que mueven a la gente e incorporar esa emocionalidad a sus discursos”.

El ministro Carrillo, en cambio, ha sido el encargado de informar a la ciudadanía sobre el balance de daños, detenidos y otras acciones. El titular de la cartera del Interior fue cuestionado desde antes de que se inicien las protestas por manejar un presunto discurso que incitaba a la represión, también agitó los ánimos cuando se refirió a los manifestantes de la Conaie como “una minoría inconforme” y “que ya conocía su estrategia de provocar saqueos, desorden y violencia”.

Ordóñez defiende estas declaraciones y hace énfasis en que la principal empatía del Gobierno es con los ciudadanos y que es muy importante ratificar que el discurso de Carrillo “solo busca la defensa de los ciudadanos que se sienten afectados por los hechos de violencia” y que va en línea con lo que Lasso ha manifestado también.

Leonidas Iza, presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), en el momento que sale del Complejo judicial de Latacunga, después de la Audiencia de Habeas Corpus. Foto: Alfredo Cárdenas

“Cuando se identifican las intenciones también llevamos información a los ciudadanos, que son a quienes queremos proteger, de cuáles son estas intenciones de las personas que se movilizan... Es importante para los ecuatorianos que identifiquen que no son líderes encabezando protestas sociales, sino políticos buscando desestabilizar la democracia”, apuntó.

Por su parte, Guerrero menciona que situaciones como la del paro nacional son una oportunidad para que la administración de Lasso ratifique su lema “del Gobierno del encuentro” y sus voceros dejen de utilizar términos como “minorías”, al referirse a los indígenas, e invitar a los sectores a sentarse junto con ellos en encuentros públicos para analizar sus peticiones y lo que ya se ha hecho.

“Tenemos que dejar de utilizar mensajes que nos pongan como amigos y enemigos, como los buenos y los malos, porque finalmente tanto el Gobierno como quienes están detrás de las manifestaciones están haciendo cosas bien y cosas mal. No puede dar el mensaje de que todo lo está haciendo bien”, subraya y agrega que esto es algo que la ciudadanía lo tiene en cuenta y acepta que no todo es responsabilidad completa del régimen actual. (I)

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