Al Registro Oficial no llega todavía la fe de erratas que se anunció que sería enviada para corregir la resolución sobre las 268 amnistías concedidas por la Asamblea Nacional, en la que se detectaron 43 errores en los nombres, números de cédulas y de causas, así como la omisión de dos beneficiarios.

El legislador ponente de las amnistías, Mario Ruiz Jácome, de la bancada Pachakutik, remitió la fe de erratas a la secretaría de la Asamblea Nacional para corregir los errores detectados en el documento que aprobó el Legislativo, con 99 votos, el pasado 10 de marzo.

La publicación de la resolución legislativa se realizó el 15 de marzo pasado en el Tercer Suplemento del Registro Oficial N.° 021, donde consta el listado de 268 personas procesadas en 60 causas judiciales por 22 delitos. Pero la fe de erratas no ha sido remitida al Registro Oficial, confirmó su director, Hugo del Pozo, quien está a la espera de un documento de parte del secretario general.

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Por su parte, Ruiz explicó que “solo están insistiendo en algunas correcciones, rectificando algunos nombres, números de cédula, especialmente de compañeros de la Amazonía que tienen nombres o apellidos que son difíciles de entender. Esto ya se presentó y ahora no hay ningún inconveniente”.

El legislador asegura que estas correcciones no tienen que volver al pleno del Legislativo, “porque no están variando ninguna cuestión de fondo”. Explica que solo debería volver a necesitar una aprobación en el caso de que se añada a personas que no estén, y reitera que los dos nombres omitidos sí fueron incluidos en el informe que se aprobó en el pleno.

Se publicó en el Registro Oficial la amnistía a 268 personas que fue concedida por la Asamblea

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El detalle de los errores es el siguiente: 31 en número de cédula de identidad, 9 en el nombre del beneficiario, 3 en el número de caso y 2 casos de personas que fueron omitidas en el listado de amnistiados.

Entre las figuras políticas que se beneficiaron de las aministías están Leonidas Iza, presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie); Jaime Vargas, expresidente de la Conaie; Marlon Santi, coordinador de Pachakutik; el exasambleísta Virgilio Hernández; la prefecta de Pichincha, Paola Pabón; y el sindicalista Mesías Tatamuez, dirigente del Frente Unitario de Trabajadores (FUT).

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Ruiz comenta que estos errores fueron informados por las secretarías de las unidades judiciales, y que la fe de erratas es directamente para que estas unidades puedan proceder. Destaca que el resto de asambleístas no hicieron problema alguno cuando conocieron de las correcciones que se harían, y que se trata de la primera vez que se lo realiza en esta legislatura.

El asambleísta Ferdinan Álvarez, de Unión por la Esperanza (UNES), dice que las enmiendas son un acto de justicia, y como abogado menciona que, en materia de derecho, se establece en la Constitución “que no se sacrificará la justicia por la mera omisión de solemnidades”.

“Esto es una solemnidad, un lapsus calami, errores de redacción, tipeo, que deben corregirse, evidentemente. No le veo mayor polémica”, dice.

La abogada Libia Rivas, presidenta del Instituto de Estudios Legislativos y exsecretaria de la Asamblea, explica que incluir fe de erratas en textos legislativos no es algo común, pero que sí existen antecedentes, como la fe de erratas que se presentó en 2019 en la Ley del Adulto Mayor, y que tuvo que ser reconsiderada por la Asamblea Nacional anterior y volver a votación.

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Rivas menciona que en el caso de las amnistías es algo diferente y que no ha ocurrido antes, ya que se trata de información con nombres, cédulas, que debe ser muy específica y que debía contener los datos correctos para evitar inconvenientes como estos, que “revisten complejidad y generan dudas”.

“Es posible que haya habido un error, pero habrá que ver si en el caso particular, cuando se remitan a las diferentes instancias judiciales, los jueces no ponen reparos en la aplicación de la resolución, dado que en la original, que consta con la aprobación de la Asamblea, hay estos errores que se han deslizado”, comenta.

La jurista indica que todo dependerá del valor jurídico que le darán los jueces a la fe de erratas.

“Queda en manos de la Justicia, cuando conozcan la resolución y, conjuntamente con la fe de erratas, cómo ellos interpretan en cada caso concreto”, dice, y explica que hay precedentes de casos de amnistías en las que todo depende del juez, al que se le puede dificultar la comprensión de quiénes son las personas que recibieron la amnistía.

Rivas dice que, a su criterio, el pleno del Legislativo sí tenía que haberse pronunciado “para solventar estos temas y darle el mismo peso que la resolución original”.

“Al denominarle fe de erratas y dejar el texto a decisión de quienes fueron los ponentes, va a dejar dudas en administradores de justicia respecto a la aplicación. Hubiera sido mejor que el pleno conozca los casos puntuales y se subsane de alguna manera con su aprobación; solo así no cabría duda alguna respecto de cuál fue la intención de los legisladores al otorgar las amnistías”, manifiesta.

En un posible escenario en que los administradores de justicia tengan dudas sobre las resoluciones, Rivas explica que pueden llegar a solicitar algún tipo de certificación a la secretaría general de la Asamblea respecto a la fe de erratas, y que pueden presentarse situaciones de casos en los que se demoren en aplicar las amnistías y las personas beneficiadas tengan que presentar acciones ante la Corte Constitucional. (I)