Desde las 04:00 de este viernes 4 de marzo del 2022, familiares de estudiantes ecuatorianos que dejaron su vida, sueños y anhelos en Ucrania, tras el conflicto bélico con Rusia, ya los esperaban en el aeropuerto Mariscal Sucre de Quito, que se ubica en Tababela, al nororiente de la ciudad.

Ese fue el caso de Eulalia Pulupa y dos allegados. “Preferimos madrugar”, mencionó mientras esperaba a su hijo Sebastián Rojas, quien se especializaba en Fisioterapia y a su sobrina Nathalie Palma, quien fue a estudiar idiomas.

Una vez en Ecuador lo iban a llevar a su restaurante favorito. En un cartel se leía la frase: “Bienvenidos a casa”.

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La llegada del primer vuelo humanitario, prevista para las 09:30 se postergó para las 11:00. Siguió la ruta Madrid (España), Budapest (Hungría), Varsovia (Polonia), Madrid, Quito. Finalmente a las 10:50 llegó el avión A330-300 de la empresa World Fly.

No trajo a 350 compatriotas como inicialmente anunció el Gobierno sino a 246 aunque la cifra estimada era 248. De ellos, 99 mujeres, 145 hombres, 2 menores de edad y 3 mascotas.

Una hora después de su arribo, tras los trámites migratorios de rigor, los primeros 30 estudiantes se reencontraron con sus familiares.

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Desde la terminal aérea fueron llevados en buses hacia uno de los parqueaderos del aeropuerto donde se habían colocado carpas y sillas en las cuales sus familiares aguardaban impacientes.

Una calle de bienvenida formaron los allegados de los ecuatorianos quienes iban al reencuentro a medida que ingresaban al sitio. Hubo resguardo policial y presencia de funcionarios de distintas dependencias estatales y organismos internacionales.

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Padres, madres, hijos, sobrinos, primos, abuelos, llevaron carteles con frases como “Bienvenidos”, o “Ucrania, estamos contigo”; hubo globos multicolores con leyendas como “Gracias a Dios seguimos orando” y no faltaron ramos flores. Otros tenían listos los celulares para registrar el añorado encuentro.

De los buses, los repatriados se bajaban llevando sus maletas con los rostros cansados y buscando con la mirada a sus amados seres.

Testimonios

“Muchos sentimientos encontrados en este momento, felicidad, tristeza, dudas”, dijo, sin saber aún qué hará, Ámbar Obando, de 24 años, quien estudiaba Medicina.

Espera que la situación en Ucrania termine porque su vida estaba allá, nación a la que llamó su segundo hogar.

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QUITO (04-03-2022).-  Estudiantes ecuatorianos que vienen desde Ucrania son recibidos por sus familiares, Ámbar Obando es recibida por sus padres. Carlos Granja Medranda / EL UNIVERSO Foto: El Universo

Ella dudó en volver pero añadió -con la voz un poco entrecortada- que a veces toca.

Ella fue de Ucrania a Eslovaquia donde afirmó la trataron de la mejor manera pues estuvo en un hotel con las tres comidas.

Ruby Galvez, su madre lloraba mientras mencionó que está contenta. Dio gracias a Dios porque pudo abrazar a su hija.

Su padre, Rodrigo Obando, expresó que se siente orgulloso pues varios de los alumnos salieron por sus propios medios a la frontera en medio de la guerra.

“Nos contaba cómo se refugiaban en búnkers en las estaciones del tren y justamente me decía papá esto es muy triste...”, indicó.

Después de pocos minutos un nuevo grupo de chicos se reencontró con sus seres queridos.

Quito, 04 de marzo de 2022. Llegada del vuelo humanitario con ecuatorianos repatriados desde Ucrania producto de la guerra que golpea el país. API/JUAN RUIZ CÓNDOR Foto: API

Muy emocionada, tranquila, agradecida, dijo sentirse, María de los Ángeles Balseca, quien estudiaba Comercio Exterior en Ucrania, una vez en Ecuador.

“La vida literalmente me dio una nueva oportunidad (...) fue la pesadilla más grande de mi vida, algo que no quisiera volver a repetir nunca más”, dijo ella, en medio de lágrimas.

Mientras una semana se tardó en llegar, Mateo Muela, de 18 años, de Zaporiyia, Ucrania a Hungría. En la frontera aguardó 12 horas más para poder cruzar haciendo fila, y afirmó que fue sin ayuda y con bajas temperaturas.

Fueron momentos muy difíciles y cosas que pasamos y no podemos contar porque nos afectan como seres humanos”, contó el chico, quien empezaba a estudiar la carrera de Finanzas Internacionales.

Dos compañeros suyos, ucranianos se alistaron al servicio militar. En esa ciudad empezaron a repartir armas para defender el territorio, contó.

La orden dada era que salgan del país. Su madre Rocío Miramar dio gracias a Dios por tener a su hijo.

Resaltó su valentía al salir de esa nación y poder dejar la angustia que padecieron. En la casa le esperaba un banquete.

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Sebastián Pazmiño, a centímetros de mallas metálicas que colocó la Policía junto a las carpas, de color blancas, esperaba aún el regreso de su hijo Adrián, quien seguía ingeniería industrial. Estaba en quinto semestre de un total de ocho.

Como un padecimiento calificó a la travesía hasta el regreso al país. A su criterio hubo -al principio- desorganización de Cancillería. Desde Lviv fue a Polonia y viajó con 30 compañeros. Afirmó que hubo golpes y el ejército ucraniano no les permitió salir por lo que regresaron a esa ciudad con una caminata de unas 30 horas.

QUITO (04-03-2022).- Con carteles, padres y madres de familia de estudiantes que salieron de Ucrania los esperaban en los exteriores del aeropuerto Mariscal Sucre de Quito. Ese fue el caso de Carmen Romero quien aguardaba a su hijo. Carlos Granja Medranda / EL UNIVERSO Foto: El Universo

En Lviv contrataron un bus y pudieron cruzar la frontera. “Y ahora si no se consigue aquí que siga sus estudios, vamos a hacer todo el esfuerzo para que siga estudiando la ingeniería de él, pero aquí no hay...”, señaló con incertidumbre.

En su domicilio estaba lista su comida favorita: chaulafán.

En otros casos se fueron dos pero esperaban la llegada de tres. Alejandro Arias, esperaba a su hija Alisson, quien estudiaba Psicología en segundo semestre. Aguardaba por conocer a su nieta Beatriz, quien tiene dos meses de nacida. Para poder financiar los estudios tuvo que endeudarse.

Hornado y fritada era la comida especial que aguardaba por su hija. Sobre el futuro espera que haya apoyo gubernamental. En un collage se podía ver varias fotos de ella adornado en los bordes con banderas de Ecuador y de Ucrania.

A México, en tanto, llegaron 7 ecuatorianos que salieron en un vuelo del Gobierno de ese país desde Rumanía, quienes arribarán al país en las próximas horas.

QUITO (04-03-2022).- En uno de los parqueaderos del aeropuerto Mariscal Sucre de Quito se colocaron carpas y sillas para que los allegados de alumnos ecuatorianos evacuados de Ucrania esperen. Hubo además mallas metálicas. Carlos Granja Medranda / EL UNIVERSO Foto: El Universo

Los que aún esperan

Janeth Mendoza, madre de Diego Moncayo, a través de WhatsApp, contó que su hijo está atrapado en la frontera entre Rusia con Bielorrusia.

Explicó que el transporte que tomó era para ir a Lviv pero el destino cambió por la emergencia que se vive en Ucrania.

“Mi hijo ha vivido cosas fuertes, un bombardeo donde se salvó de milagro, ya se salvó una vez, Dios lo acompañó porque estuvo en un cruce de balas (...) él se encuentra solo asilado en una casa de una amiga ucraniana sin salida, estoy desesperada...”, dijo entre lágrimas pidiendo apoyo a las autoridades luego del anuncio de que habrá un corredor humanitario y ve en Perú o México un respaldo dado que esos países tienen embajadas.

Segundo vuelo humanitario

El canciller Juan Carlos Holguín, justificó el arribo no de los 350 pasajeros debido a que se decidió evacuar primero a quienes estaban en Eslovaquia y en Hungría.

Agregó -en una entrevista en radio Democracia- que hubo que cambiar las listas de vuelo de Polonia y algunos se quedaron pero regresarán en un segundo vuelo humanitario que ya está en ruta desde España.

Estimó que para este sábado 5 de marzo habrá alrededor de 500 compatriotas en territorio nacional.

Acerca de las mascotas, Holguín sostuvo que se han contabilizado 102, entre ellas, chinchillas que -explicó en Ecuavisa- son animales exóticos cuya importación está prohibida, hurones, un conejo.

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Al menos 850 ecuatorianos estaban en Ucrania. El funcionario añadió que hay decenas de ecuatorianos que han decidido no volver y se han quedado en Europa.

En esa nación se estima que hay más de 100 compatriotas, muchos no quieren salir y en otros casos están en lugares donde no ha sido posible su salida. Se buscará que vayan a Hungría donde hay una embajada ecuatoriana.

No descartó que la próxima semana se pueda traer a más personas en un siguiente vuelo o se buscará apoyo con otros países.

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Más de 300 padres de familia se han contacto con la Secretaría de Educación Superior (Senescyt) para analizar el futuro estudiantil de sus hijos, agregó. (I)