Nueve días han transcurrido del paro nacional y las diez demandas originales del movimiento indígena han ido perdiendo su protagonismo: ahora plantean como solución política para desactivarlo que el presidente Guillermo Lasso deje la presidencia de la República.

El pasado 13 de junio, la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), la Confederación Nacional de Organizaciones Campesinas, Indígenas y Negras (Fenocin) y el Consejo de Pueblos y Organizaciones Indígenas Evangélicas del Ecuador (Feine) convocaron a un paro nacional para que se cumplan diez pedidos de un manifiesto, que está encabezado por la reducción de los precios de los combustibles, en el caso del diésel y la gasolina extra.

Al quinto día, 17 de junio, Guillermo Lasso suscribió un decreto ejecutivo en el que expidió siete políticas gubernamentales atendiendo varios de los pedidos y en concordancia con ello, convocó al diálogo a las organizaciones sociales.

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Sin embargo, estas respondieron con rechazo a ese diálogo y a la decisión presidencial.

Es así como entre este lunes y martes, miles de manifestantes provenientes de Tungurahua, Chimborazo, Cotopaxi, Imbabura, Bolívar, Pastaza, entre otras provincias, arribaron a Quito con un mensaje claro: “fuera Lasso, fuera!”.

Este lunes 20 de junio, miles de indígenas procedentes de las provincias de la Sierra llegaron a Quito para exigir que se cumplan diez pedidos. En su caminata hacia el centro de la ciudad gritaban "fuera Lasso, fuera". (Photo by Cristina Vega RHOR / AFP) Foto: AFP

El ministro de Defensa, Luis Lara, advirtió este 21 de junio que la “democracia está en serio riesgo”, y en esa línea aseguró que las Fuerzas Armadas no permitirán que se “intente romper el orden constitucional o cualquier acción como la democracia y las leyes”.

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En una declaración de prensa en el complejo castrense en el centro de Quito, y acompañado de la cúpula militar, Lara reconoció que las reivindicaciones sociales son legítimas, pero que dentro de las protestas hay actividades relacionadas con el narcotráfico y la delincuencia organizada que estarían actuando con el consentimiento de los líderes del paro nacional.

“Se trata de un intento deliberado de utilizar la violencia para atentar en contra de la democracia y amenazar a las instituciones”, enfatizó el secretario de Estado.

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El presidente de la Conaie, Leonidas Iza, cuyo paradero se mantiene en reserva, aparece en redes sociales para responder al Gobierno. Uno de sus recientes mensajes después de llegar a Quito en una camioneta desde Latacunga se comprometió a responder la carta que le envió Lasso hablando de la viabilidad de ejecutar la mencionada agenda indigenista.

“Vamos a agotar la estrategia de lo político, del diálogo, una estrategia de que las propuestas deben ser escuchadas. Nosotros ratificamos las vías establecidas para resolver estas demandas”, le ofreció Iza.

Si bien dio esta muestra, advirtió de declinar su actitud “belicista” por la respuesta que dé la fuerza pública a los manifestantes; además, le exhortó a que se permita el uso de las zonas de paz, como las universidades, para que las estructuras del movimiento indígena puedan descansar y organizarse.

En el presidente de la Fenocin, Gary Espinoza, hay la lectura de que los manifestantes que han llegado hasta la capital están decepcionados de su primer año de mandato y por ello están pidiendo su salida.

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“El presidente, como sufre del oído, de alzhéimer, la Asamblea Nacional debería evaluar esta conmoción social y aplicar la ley”, opinó. Podría ser ¿muerte cruzada? “Lo más ideal sería eso. Sin embargo, los dos poderes no han cumplido con las expectativas del pueblo”, indicó.

El dirigente aclaró que el propósito del paro es que el Ejecutivo reduzca y congele los precios de la gasolina extra en $ 2,10 y el diésel en $ 1,50. Su preocupación radica en que ante el anuncio de que la gasolina extra incrementará el octanaje, su efecto inmediato será el alza del costo.

“¿Qué hay detrás de esto? Subir la gasolina extra a más de $ 3. El presidente cuando congeló los precios dijo que mejoraría la calidad, de manera que no nos vengan... porque detrás de esto está el subir el precio. Este planteamiento es sustancial porque se está generando una escalada de los precios”, precisó.

QUITO (21-06-2022).- Manifestantes indígenas descansan junto a los bustos de la Plaza Indoamérica, frente al Teatro de la Universidad Central del Ecuador, en el norte de Quito, durante el noveno día del Paro nacional. Alfredo Cárdenas/ EL UNIVERSO. Foto: El Universo

Aunque la respuesta no es concreta, respecto de si el paro acabaría si se cumple la condición sobre los combustibles, Espinoza cuestionó a Lasso porque se “burla” de ellos.

Ejemplifica que la condonación de las deudas de las entidades públicas es hasta $ 10.000, de acuerdo con la Ley de Desarrollo Económico y Sostenibilidad Fiscal, pero el jefe de Estado intentó ‘confundirlos’ disponiendo hasta los $ 3.000, en el decreto ejecutivo 456.

“El presidente se ríe de nosotros y no puede seguirlo haciendo. La ley dice hasta $ 10.000 y para las deudas del Banco del Pacífico, del BanEcuador y del Banco de Fomento. Queremos un reglamento democrático, no excluyente pues es justo que se condonen las deudas y que inicien con el tratamiento de una ley para condonar deudas de las cooperativas privadas para que haya el primer salvataje para los pobres”, enfatizó.

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Por su parte, la Feine mantiene un discurso más religioso, cuyo dirigente Samuel Lema lee versículos de la Biblia para llamar a la reflexión a Lasso para que “pueda conducir al Ecuador”, al tiempo que ratifica la exigencia de que cumpla la agenda de diez puntos.

En tanto, el Frente Unitario de Trabajadores (FUT) ratificó este martes que realizarán su marcha nacional a las 16:00 de este miércoles, 22 de junio.

Ángel Sánchez, presidente del FUT, informó que su llamado se mantiene y que avanzará desde la avenida 10 de Agosto hasta la Plaza de Santo Domingo en Quito.

Con ello, se sumarán a las acciones que emprenden los tres movimientos indígenas y rechazaron los decretos ejecutivos que emitió Lasso, en los que se declara el estado de excepción. (I)