“Cuando yo recorro los cantones, los barrios, salen las hembras y no sacan el pañuelo sino el calzón”. Esas fueron las declaraciones que dio, en un mitin político, Héctor Vanegas, abogado y actual concejal de Guayaquil, y por las que el movimiento Centro Democrático declinó presentarlo como su candidato a la Prefectura del Guayas en los comicios seccionales del 2023.

Una decisión que analistas consideran correcta, pero que confirmó una vez más la existencia de violencia política ejercida desde los mismos actores políticos, por lo que urgen reformas.

Y aunque Vanegas ofreció disculpas de inmediato, sus palabras generaron rechazo en redes sociales y críticas de representantes del feminismo en Ecuador. No obstante, seguiría siendo la opción del Partido Socialista Ecuatoriano (PSE), lista 17, para terciar en las urnas, aunque el movimiento lo está analizando.

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Ruth Hidalgo, directora ejecutiva de la Corporación Participación Ciudadana, dice que lo ocurrido con Vanegas solo ratifica que en el país existe violencia política y que es ejercida desde los actores políticos, y que es algo que se ve con normalidad, aunque no sea lo correcto.

“En un discurso político donde se deberían transmitir temas que reflejen el compromiso con el país y con sus necesidades, el señor Vanegas lo que hizo fue desplegar un discurso sexista y violento desde el punto de vista de la sexualización y cosificación de la mujer”, lamenta y dice que el impacto que tienen hoy en día este tipo de pronunciamientos se vincula también al cambio en la mentalidad que existe en las nuevas generaciones sobre el rol e importancia de la mujer en la política.

Hidalgo dice que el mensaje que envió Vanegas con sus declaraciones no solo es sexista, sino también muestra que siguen existiendo candidatos que buscan cargos importantes teniendo ese tipo de ideas, lo que hace que aumente el riesgo para mujeres candidatas que en un eventual debate pueden ser agredidas con discursos similares.

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El exvocal del CNE Fausto Camacho opina que lo ocurrido con Vanegas pone en evidencia también que las primarias de los partidos no se realizan correctamente, ya que Centro Democrático no tenía más opciones para la Prefectura.

Cuenta que el uso de estos discursos violentos y machistas no es algo nuevo y que deja ver que el sistema de partidos políticos no sirve, es caduco y necesita mejoras.

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Sobre la violencia política de género, Camacho dice que existen sanciones que hasta conllevan a la pérdida de los derechos políticos, pero que en este caso no es posible ya que el discurso violento no fue contra una persona en específico para ser denunciado ante el Tribunal Contencioso Electoral (TCE).

“Es necesario apelar a un pacto ético que condene este tipo de actos y que pueda existir una suerte de condena social que conllevó a la decisión de Centro Democrático y demostrar que es una ficción la democracia interna”, subraya.

Por su parte, Hidalgo considera positivo el que Centro Democrático haya descartado la candidatura.

“El llamado siempre será a los partidos políticos, para que sepan a qué gente nos están postulando; estamos viendo a gente de la farándula en la política, lo que ha sido bastante decepcionante, luego que se tuvo cuatro años para estructurar partidos políticos, pero es evidente que no hay voluntad política y todo esto contribuye a deslegitimar y debilitar el ejercicio de la política”, subraya.

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Refiere que es necesario seguir visibilizando a personajes que tengan ese tipo de prácticas y evitar que resulten favorecidos en las urnas.

De parte de Centro Democrático, Enrique Menoscal, director del partido, manifiesta que la decisión que tomaron fue acorde “a una lucha que ha sido su bandera”, como es la igualdad de género.

“En el partido tenemos un frente femenino fuerte. Hemos luchado por la no discriminación, y consideramos que la conducta de Héctor Vanegas fue discriminatoria, así haya sido un chiste. No podemos juzgarlo como machista o misógino, pero molestó dentro del movimiento, donde hablamos de escuchar, y teníamos que escuchar al movimiento también”, destaca y reitera que el pedido vino desde las bases del movimiento.

Noris Arroyave, la precandidata a la Viceprefectura que definió el partido en sus elecciones primarias hace pocos días, seguirá ocupando su cargo de vicepresidenta de Centro Democrático y no participará en las seccionales.

En tanto, con el objetivo de contrarrestar este tipo de episodios de violencia política, el CNE lidera programas y ha firmado convenios con diferentes instituciones.

En julio finalizó la cruzada “Sin ti no hay democracia” con la firma del Acuerdo nacional por la democracia, la equidad y la erradicación de la violencia política de género, por parte de representantes de las diferentes organizaciones políticas del país, autoridades de la Función Electoral, delegados de organismos internacionales y organizaciones sociales.

Entre los acuerdos contenidos en el instrumento, los partidos y movimientos políticos se comprometen a aunar esfuerzos que contribuyan a incentivar la participación efectiva de las mujeres y los jóvenes en las elecciones seccionales del 2023, así como a fomentar una campaña electoral que promueva el debate crítico, la confrontación de ideas con argumentos y respeto, para no dar cabida a la desinformación, que alienta los ataques entre candidatos y partidos políticos.

Otro acuerdo referido a este tema fue el suscrito el pasado 5 de agosto con la oenegé Fundamedios, para combatir la desinformación y la violencia política en el desarrollo de las elecciones seccionales y del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (CPCCS).

En el marco de este convenio, se tiene prevista la realización de talleres presenciales y jornadas de capacitación, dirigidos a medios de comunicación, organizaciones políticas, funcionarios electorales, academia y la sociedad civil. (I)