El ex presidente de la Asamblea Nacional, César Litardo, considera que al actual Parlamento le falta el diálogo y voluntad política para dejar de lado agendas personales. Considera que falta una cabeza que pueda aglutinar a las fuerzas políticas, que es peligroso acudir a la justicia para solucionar problemas políticos internos. No es partidario de una muerte cruzada porque traería repercusiones políticas y económicas.

¿Cuál cree que es la razón de la baja popularidad de la Asamblea Nacional?

Siempre dije que los diálogos y consensos son la prioridad de un Parlamento; es lo más difícil de conseguir y el resultado es que hay sectores que no priorizan el país y lamentablemente la pugna política interna ha sido la noticia. Todo esto se basa en dos puntos fundamentales, primero hay que respetar el criterio y las fuerzas democráticas y segundo, respetar los procedimientos parlamentarios que rigen a la Asamblea.

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¿Cree que no hay voluntad política para llegar a los consensos o en qué falla esta administración?

No hay una cabeza que permita aglutinar a las fuerzas políticas y entender que en las diferencias se puede encontrar acuerdos, que el hecho que se piense diferente no significa que no se pueda llevar a consensos. En nuestro periodo, con diferencias marcadas que teníamos, casi el 80 por ciento de las leyes fueron aprobadas por unanimidad, porque el diálogo estaba vigente y se respetaba el criterio de todos.

¿A más del diálogo, la participación del Gobierno es importante para lograr los votos?

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Siempre se trata de satanizar que si el Gobierno participa o no en los procesos de diálogo. Me parece que siempre las funciones del Estado deben estar articuladas con la Asamblea en la creación de leyes para el país. Pero una cosa es la participación articulada con las funciones del Estado y otra cosa es la sumisión a un Ejecutivo

¿Usted cree que hay sumisión al Ejecutivo en este periodo legislativo?

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No creo que hay sumisión, sino una mala interpretación en cómo se debe articular entre las dos funciones del Estado; lo importante es el respeto a la independencia de funciones.

¿Qué recomendaciones haría a la actual presidenta de la Asamblea, Guadalupe Llori, para superar la crisis?

Básicamente dos cosas, la primera es deponer posiciones personales para poder llegar a consensos dentro del Parlamento, no sé si aún estemos a tiempo, porque hemos visto varios intentos por llegar a acuerdos y algunos sectores políticos ya no asisten a esos diálogos. Segundo, lo fundamental, pase lo que pase siempre hay que respetar la ley como tal. Las veces que me apelaron la presidencia cumplí con el procedimiento sin ningún problema.

¿Cuántas veces le apelaron la presidencia?

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Dos veces, y en ambos casos salimos victoriosos en el procedimiento. Hay que respetar esas atribuciones que tienen los legisladores; por lo tanto, el respeto a los procedimientos y la capacidad de diálogo son las dos prioridades.

¿Alguna vez pensó usted en acudir a la justicia para solucionar crisis internas del Parlamento?

No, por el contrario, recuerdo que al final de nuestro periodo por parte del exasambleísta Fabricio Villamar recibimos una petición de medidas cautelares y nosotros lo que hicimos es que todo el pleno rechace esa acción judicial, porque era considerada una intromisión, y se autorizó seguir con el proceso de destitución del entonces legislador. No podemos utilizar una acción judicial, más allá que cada poder del Estado tiene su independencia.

¿Es peligroso acudir a la justicia o judicializar la política?

Por supuesto que sí, porque no se respeta la independencia de funciones y la Constitución determina con claridad que el asambleísta goza de fuero de corte y de inmunidad parlamentaria, por lo tanto, protege su actuación en decisiones y opiniones en el ejercicio de sus funciones. Por ejemplo, lo que sucede con la legisladora Ana Belén Cordero es impresentable que se pretenda enjuiciarla por su actuación fiscalizadora.

¿Entonces, usted cree que a esta Asamblea le falta diálogo?

Diálogo, acuerdos y deponer posiciones individuales y partidistas en algunos casos en beneficio del país. Por ejemplo cuando se aprobó las amnistías y luego no hubo votos para la ley de inversiones es una demostración de que no hubo la predisposición política de priorizar lo que es importante para el país, pues la ley de inversiones se podía mejorar el texto, pero no negar las oportunidades que se plasmaban en el texto. Esa era una prioridad para el país.

¿Usted cree que la salida a la crisis sea una muerte cruzada?

No creo que eso convenga al país, creo que esa debe ser una herramienta que nunca debe utilizarse; pues la muerte cruzada lo que generaría en el país es una paralización política, económica y una mala imagen ante la comunidad internacional y los inversiones extranjeros que verían en el Ecuador inestabilidad política que repercute en los procesos económicos que trata de avanzar en este momento.

¿Entonces, aún existe un salvavidas para la crisis política de la Asamblea?

Sí, siempre hay formar para superar la crisis política; solo por recordar nosotros superamos la crisis de octubre de 2019, donde fuimos garantes de la democracia y luego vino la pandemia que fue una crisis muy compleja; también pasamos por problemas de corrupción y denuncias contra parlamentarios que también la superamos. Eso demuestra que siempre en los parlamentos hay crisis, pero ahí cuenta la capacidad de poder dar la vuelta a esas crisis y tomar decisiones firmes y mirando al país.

¿Exasambleísta qué futuro político le depara a usted?

Estamos dedicados a la docencia universitaria, algunos temas privados de consultorías; estamos alejados de la política por ahora, veremos qué pasa en las elecciones seccionales si hay algún reto que podamos asumir y enfrentar.

¿No descarta una eventual participación en el próximo proceso electoral?

No es una cosa que esté descartada, es una cosa que estamos analizando como una posibilidad en nuestra provincia de Los Ríos, y en los próximos días con evaluaciones y con criterio político claro, y sin ningún tipo de apasionamientos tomaremos las decisiones necesarias. (I)