En su Informe a la Nación, presentado el martes 24 de mayo de 2022, al cumplir su primer año de gobierno, el presidente Guillermo Lasso hizo un llamado a los 137 asambleístas a alcanzar “grandes consensos mayoritarios” para gobernar el país dejando las pugnas políticas de lado, lo que según analistas se puede considerar un giro positivo para retomar la relación con el Legislativo, pero no algo trascendental para los problemas sociales que aquejan al país.

“Un pueblo solo construye su futuro a través de grandes consensos mayoritarios que hacen estable nuestra convivencia y que amplían oportunidades. Eso es realmente gobernar”, sentenció Lasso, y reconoció que ese trabajo conjunto es lo que verdaderamente requiere el pueblo y que “no se consigue disolviendo asambleas ni convocando elecciones”.

Lasso admitió en su intervención que es el primero en reconocer que este primer año la relación entre Ejecutivo y Legislativo no fue la mejor, pero que toda crisis es una oportunidad para entenderse mejor e instó a cruzar “unidos y en plena democracia” el puente hacia un nuevo Ecuador de oportunidades.

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Apenas dos meses atrás, el primer mandatario aseguró que gobernaría “sin considerar que existe la Asamblea Nacional” utilizando decretos ejecutivos, reglamentos y con una eventual consulta popular, a la que no hizo mención en su informe de gestión.

Para Oswaldo Moreno, analista y consultor político, el Gobierno está en el momento de ir más allá del discurso y empezar a actuar.

“La legislación es importante, pero la inseguridad que vive el país pasa de un asunto político, ejecutivo, parlamentario, a un asunto de competencia y de gestión (...) los consensos son importantes, sí, pero con ellos no se para la delincuencia, es con la fuerza del Estado y quien la encabeza como comandante en jefe del Comando Conjunto es el presidente, que no debe esperar más consensos y debe asumir su responsabilidad”, mencionó.

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Moreno dijo que “es el momento de dejar de culpar a terceros, de dejar de hablar del pasado y ejercer el poder y la administración eficiente del Estado, así como lo hizo con la vacunación que fue un éxito indiscutible y retomar la senda de las políticas públicas exitosas”.

Expresó que el Gobierno debe buscar resultados enfocados en estos momentos a la inseguridad que está afectando a todo el país, pero en especial a la ciudad de Guayaquil y que es competencia del Estado.

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César Cárdenas, director del Observatorio Ciudadano de Servicios Públicos, coincidió con Moreno en que la búsqueda de consensos con el Legislativo no es lo que debe ser prioridad para el Gobierno.

“El Gobierno no ha cumplido sus ofertas electorales y no se puede llegar a consensos mientras el pueblo sufra el alza indiscriminada de los alimentos, la ausencia de seguridad, el descontrol de las cárceles, el galopante desempleo. Lamentablemente no tenemos un gobierno serio”, apuntó.

No obstante, el jurista Hernán Pérez Loose considera que este cambio de postura del presidente es algo correcto ante la actual situación política del país.

“El presidente le ha apostado al camino del consenso como fundamento de gobernabilidad y democracia. En principio, creo que es el camino correcto. Los consensos son esenciales”, indicó.

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Pérez subrayó que “lamentablemente en el Ecuador la cultura política tiende a confundir a los consensos con la extorsión y a la democracia con el bloqueo” y agregó que, al menos por ahora, Lasso parece descartar “la muerte cruzada”.

El presidente sí se refirió a la disolución del Parlamento, idea que dijo planeó sobre la opinión pública los últimos meses, y afirmó que ha llegado a la conclusión de que “en este punto de la historia, el Ecuador no necesita más elecciones” y lo que necesita es ser gobernado.

Sin embargo, recordó que aquella facultad, establecida en la Constitución, siempre seguirá sobre la mesa.

La politóloga Arianna Tanca concordó en que es positivo el descarte de la “muerte cruzada” y el no hacer mención a la consulta popular, dos temas que dominaban la opinión pública.

“El giro político hacia la búsqueda de esos consensos es lo correcto, es lo que se tenía que hacer y es muy en coherencia con la designación del ministro de Gobierno, Francisco Jiménez, con una visión completamente opuesta a la que tenía la exministra Alexandra Vela”, mencionó.

Tanca dijo que al ser un presidente con minoría legislativa, no puede optar por aislarse, aunque señaló que no será una tarea fácil lograr esos consensos debido a la composición del Legislativo y a que la gestión se realizará en conjunto con Jiménez.

En su intervención, Lasso dijo que es necesario un trabajo más profundo de todas las organizaciones políticas para incrementar el bienestar del pueblo y reconoció que el llegar al poder y querer deshacer todo el trabajo de gobiernos anteriores con reformas no contribuye al desarrollo y estabilidad de la nación.

“El presidente tiene mucha razón, el país no se puede hacer y deshacer, sino que hay que construir y dejar los cimientos para que los siguientes gobiernos tengan sobre donde trabajar. Es importante que se trace esa línea base y que existan compromisos de todas las fuerzas políticas, ningún asambleísta puede lavarse las manos”, puntualizó Tanca.

Por su parte, Pérez manifestó que “habrá que esperar los próximos meses para conocer alrededor de qué políticas ese consenso puede construirse”. (I)