Como parte de su agenda particular, el presidente Guillermo Lasso participó este domingo 13 de junio en una liturgia católica por la renovación de la Consagración del Ecuador al Sagrado Corazón de Jesús.

El acto se realizó en la Basílica del Voto Nacional en Quito, la mañana de este domingo, al que asistieron además del mandatario el vicepresidente Alfredo Borrero, varios de los ministros de Estado, oficiales del alto mando militar y de la Policía Nacional.

La misa la ofició el arzobispo Metropolitano de Quito y primado del Ecuador, Alfredo Espinoza Mateus, y los cantos los entonó la cantante quiteña Paulina Tamayo.

Publicidad

Bancada Acuerdo Nacional trata de fortalecerse, pero solidez se sabrá en su primera votación, dicen analistas políticos

Lasso estaba sentado en primera fila junto a su esposa, María de Lourdes Alcívar, para presenciar la eucaristía, en la que el primado llamó al Gobierno a “consagrar a amar y servir”.

Espinoza aclaró que la liturgia no era para “reconsagrar” como se decía en mensajes en redes sociales, sino para “renovar la consagración del Ecuador al Sagrado Corazón de Jesús”.

Recordó que fue el 25 de marzo de 1874 que por decreto ejecutivo del expresidente Gabriel García Moreno se consagró al país al Sagrado Corazón de Jesús, cumpliéndose 147 años de esa decisión.

Publicidad

En ese entonces y por esa consagración, García Moreno dispuso que se construya la Basílica del Voto Nacional.

Según el primado, esta consagración compromete al país, en tanto que a las autoridades que ahí se encontraban les pidió “amar y servir en esta crisis causada por la pandemia. Muchos lloran, ven sin esperanza el futuro. Son miles que han perdido su empleo”, lamentó el arzobispo.

Publicidad

Presidente Guillermo Lasso: Apoyo y respaldo a la Fuerza Pública y al Estado de derecho

Les pidió ser cristianos consagrados para hacer el bien a los demás, “construir puentes y derribar muros”; además, pidió “luchar contra la plaga de la corrupción para sacar al país adelante”.

El jefe de Estado y su esposa comulgaron, así como varios de los miembros del gabinete.

Al final de este encuentro religioso, la Congregación de las Madres Oblatas del Sagrado Corazón de Jesús le entregaron a Lasso una efigie de Julio María Matovelle, quien fue un sacerdote cuencano, abogado, poeta y escritor. (I)