Todos los días, en cualquier sector de Quito, es frecuente ver que los buses no usan el carril derecho, o que, por competir, usan dos o hasta tres carriles a la vez. Los taxis y vehículos particulares tampoco respetan la vía o paradas del transporte urbano.

El Municipio pretende arreglar el desorden del tránsito y reducir los tiempos de traslado de los usuarios del transporte público, creando canales exclusivos para la circulación de los buses, como los que tienen el Trole, la Ecovía y la Troncal Occidental.

El nuevo secretario de Movilidad, Álvaro Guzmán, detalló que un grupo de técnicos de la entidad ya empezaron a recopilar información sobre las zonas donde conviene implementar los carriles. “No será en todas las vías de la ciudad”, aclaró.

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“Queremos identificar cuáles son esos segmentos donde se genera congestión en ciertos horarios del día. Queremos priorizar el flujo del transporte público en esos puntos. Es algo que suena lógico, pero nadie lo ha hecho”, describió el funcionario e indicó que se tomarán en cuenta estudios e investigaciones previas sobre el tema.

Quito tiene alrededor de 8.000 kilómetros de vías y, actualmente, hay 3.082 buses convencionales, según la Secretaría de Movilidad. Además, el 70 % de personas usa el transporte público.

La idea del Municipio es, por ejemplo, que en una avenida con tres carriles, uno sea solo para los buses. No obstante, todavía no hay una fecha de implementación del plan, dijo el secretario. El propósito es hacerlo en el mediano plazo, ya que Guzmán tendrá solo 22 meses de gestión para concretar sus propuestas. Él fue designado en el cargo el pasado 20 de julio. Es parte del equipo de autoridades nombradas por alcalde Santiago Guarderas.

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El funcionario añadió que otro objetivo del proyecto es que, al tener más agilidad para moverse, los automotores tendrán una mejor ventilación, reduciendo el riesgo de contagio del COVID-19 entre los pasajeros.

Aunque la intención del cabildo suena interesante para los transportistas, el proyecto recibirá críticas por parte de los taxistas y conductores de vehículos particulares porque tendrán menos espacio para moverse y eso podría dificultar su implementación, anticipó Jorge Yánez, presidente de la Asociación de Empresas de Transporte Urbano de Quito.

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Por ello, dijo Yánez, la Secretaría deberá contar no solo con los estudios técnicos de factibilidad, sino también con el respaldo del Concejo Metropolitano.

Crear un carril exclusivo para los buses es una solución efectiva que existe en otros países, pero esa no es la respuesta definitiva a los problemas del tránsito en Quito, analizó Juan Emilio Rodríguez, consultor internacional en infraestructura y movilidad.

Según Rodríguez, quien es director ejecutivo de la Corporación de Estudios de Movilidad Segura y Sustentable (Cormovs), algunos lugares donde podría funcionar el proyecto son las vías de ingreso a la ciudad por los valles de Cumbayá y de los Chillos.

Además, el experto señaló que el carril debe tener una franja de concreto, como las del Trole, para que los buses no se salgan de la vía a cualquier momento ni tampoco ingresen otros vehículos. (I)

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