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El video de una osa polar hambrienta “pidiendo ayuda” después de meter su lengua en una lata de leche condensada

La osa polar de unos 80-90 kilos, estaba desesperada por comer y tomar agua, por lo que llegó a las residencias de la población de Dikson

Un oso polar en Rusia, fue sedado por veterinarios, quienes le retiraron la lata de leche condensada de su lengua.

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En las redes sociales se viralizó un conmovedor video donde una osa polar hambrienta y sedienta se acercó a las casas de un pueblo en el Ártico en busca de ayuda, luego de que su lengua quedara atrapada dentro de una lata de leche condensada.

El animal salvaje prácticamente suplicó a los humanos en Dikson que la ayudaran porque moría de hambre y sed. El hecho que se convirtió en viral y conmovió a muchos residentes ocurrió en Dikson, en el norte de Rusia.

Graban en video la captura del extraño pez remo de seis metros que lo asocian a catástrofes naturales como tsunamis y terremotos

Osa polar hambrienta pide ayuda tras meter su lengua en una lata

En el visual se puede observar al ejemplar, una hembra joven de un peso aproximado entre 80-90 kilos, acercándose a un residente que estaba en el garaje de su casa. Por más que intentó ayudar al animal no pudo, la lengua la tenía muy metida dentro de la lata.

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Los residentes en su intento por ayudar a la osa desesperada, contactaron a un equipo de veterinarios que llegó a la aldea remota después de un viaje por aire y carretera de 3.420 kilómetros y lograron sedar a la osa polar para retirar el objeto de su lengua.

La jefa de vigilancia ambiental rusa, Svetlana Radionova, dijo hoy: “El oso polar fue encontrado a unas 1,9 millas del aeropuerto de Dikson”. Los expertos lograron sedar al animal para quitarle la lata, ahora están tratando múltiples cortes en su lengua.

Los veterinarios aseguraron que será monitoreada durante varios días y luego devuelta a su hábitat natural con unos 50 kilos de pescado para ayudar a su recuperación, según publicó el Daily Mail.

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Un oso polar normalmente nunca se acercaría a los humanos de esta manera, pero el animal, según los expertos, estaba desesperada por hambre y sedienta, de hecho, antes de la llegada de los médicos, tenía las patas traseras temblando por el malestar que sentía.

“Era imposible ayudar al oso sin dormirlo, por lo que la gente se rindió”, contó un residente de Dikson, un pueblo con una población de 676 habitantes y es uno de los asentamientos más septentrionales del mundo, que lleva el nombre del explorador sueco Baron Oscar Dickson. (I)

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