El Tribunal Supremo de Estados Unidos anuló este viernes la protección del derecho al aborto vigente en este país desde 1973, en una decisión histórica que permitirá a cada estado decidir si mantiene o prohíbe este derecho reproductivo.

El fallo señala que la Constitución “no otorga” este derecho y devuelve la autoridad para poder legislar sobre el aborto a los representantes electos de los estados.

Al anular el caso Roe v. Wade afirma que la ‘Constitución no confiere el derecho al aborto’.

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La muy conservadora Corte Suprema de Estados Unidos puso fin así a una sentencia que durante casi medio siglo garantizó el derecho de las mujeres estadounidenses al aborto, pero que nunca había sido aceptada por la derecha religiosa.

Esta decisión no convierte en ilegales las interrupciones del embarazo, sino que hace retroceder a Estados Unidos a la situación vigente antes de la sentencia “Roe v. Wade” de 1973, cuando cada estado era libre de autorizarlas o no.

‘La Constitución no confiere el derecho al aborto; Roe y Casey son anulados; y se devuelve al pueblo ya sus representantes electos la potestad de regular el aborto’, dice la decisión.

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Las tensiones sobre el futuro del derecho al aborto en el país han aumentado desde que se filtró un borrador de opinión de Thomas Dobbs, y mostró que la mayoría conservadora del tribunal superior estaba lista para presionar en ese tema. La mayoría conservadora de 6-3 cumplió con lo que decía el borrador, con la discrepancia de los jueces liberales Sonia Sotomayor, Elena Kagan y Stephen Breyer. “Guiada por la historia y la tradición que mapean los componentes esenciales del concepto de libertad ordenada de la Nación, la Corte encuentra que la Decimocuarta Enmienda claramente no protege el derecho al aborto”, dijo la decisión, escrita por el juez conservador Samuel Alito.

La opinión también rechazó la noción de stare decisis, o ley establecida, encerrada en el fallo de hace décadas, incluso después de que todos los nominados recientemente a la corte se comprometieran con el concepto. “La doctrina del stare decisis no aconseja la aceptación continua de Roe y Casey”, argumentó la mayoría de magistrados, y agregó: “Pero el stare decisis no es una orden inexorable”, dijo Alito. (I)