Tres de los más de 170 felinos rescatados del refugio Black Jaguar-White Tiger (BJWT) en la Ciudad de México, denunciado por maltrato animal hace más de un mes, están ahora en Querétaro, en el centro del país, para recibir cuidados en el santuario de animales silvestres Santuaai.

Se trata de un macho y dos hembras de tigres que ahora están en cuarentena y exámenes médicos, pues además de estar bajos de peso, llegaron estresados y con traumas por las condiciones en las que estaban, explicó este lunes a Efe Fernanda Quinzaños, fundadora y directora de Santuaai.

“Todavía les da miedo, no han aprovechado el tamaño del albergue, la charca que se les hizo, las piedras, los troncos. Los estamos llenando de todo tipo de enriquecimientos físicos y mentales para tenerlos entretenidos y que desarrollen sus conductas naturales”, informó.

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Este santuario, destacó, forma parte de la Asociación de Zoológicos, Criaderos y Acuarios de México (AZCARM).

Quinzaños señaló que en Black Jaguar hubo falta de inspecciones.

“Desgraciadamente muchos lugares pueden empezar con buenas intenciones, pero poca planeación, pocas proyecciones y así como pasa en los centros de rescate de perros, de gatos, se empiezan a llenar, se empiezan a reproducir ilimitadamente y la buena intención se transforma en venta de estos cachorros”, expuso.

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Fotografía de un tigre en el santuario Santuaai hoy, en la ciudad de Ezequiel Montes, estado de Querétaro (México). EFE/ Sergio Adrián Ángeles Foto: Sergio Adrián Ángeles

Tras lo ocurrido, activistas han exigido liberar a los tigres en su ambiente natural, pero Quinzaños explicó que se trata de animales que nacieron en cautiverio y dependen en su totalidad del ser humano.

“¿Dónde los vamos a liberar? Los tigres vienen de Asia, son animales con un alto grado de consanguinidad”, comentó.

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Santuaai es un nuevo santuario para animales en México, con prácticas traídas de otros lugares alrededor del mundo y un espacio de 22 hectáreas donde diversas especies de animales salvajes han sido resguardados por autoridades por maltrato o tráfico ilegal.

Surge en 2015 “como una necesidad, como consecuencia de la ley de prohibición de animales en circos, una ley sin soluciones más allá que condenó a más del 80 % de los animales de circo a la muerte”, relató su fundadora.

Aunque no abrirá al público hasta abril de 2023, ya cuenta con especies en sus instalaciones, como tigres, leones, osos, pumas, monos araña, monos capuchino, lémures o jirafas.

El lugar continúa solicitando el apoyo de más inversionistas, empresarios y sociedad en general, para crear alianzas y sumar a la iniciativa privada a impactar positivamente al medioambiente.

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“Ha habido gran impacto (ayuda) por toda la gente de aquí de Querétaro, muchos nos han apoyado en forma monetaria, pero ahora queremos buscar a las ganaderías, a las granjas de la zona, que nos apoyen un poquito con pollo, con carne en buen estado”, detalló Eduardo Urquiza, responsable del área operativa de Santuaai. (I)