Los talibanes afirmaron el domingo que sus combatientes entraron en varios distritos de la capital afgana, Kabul, y otras fuentes dijeron que también tomaron el palacio presidencial, horas después de que el mandatario Ashraf Ghani dejara el país.

Ghani se pronunció poco después de salir del país. Dijo que huyó para “evitar un baño de sangre”, cuando los talibanes entraron en la capital, poniendo fin a una ofensiva relámpago.

El mandatario, que no informó a dónde había ido, señaló que temía que “innumerables patriotas habrían sido martirizados y Kabul destruida” si él se quedaba y admitió que “los talibanes ganaron” y que “ahora son responsables del honor, de la posesión y de la autopreservación de su país”.

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Pese a llamados de la comunidad internacional, y tras la huida de Ghani, los talibanes entraron a Kabul para evitar robos ante la huida de las fuerzas de seguridad, según dijeron en un comunicado.

“Para evitar actos de saqueo en Kabul y que los oportunistas no hagan daño a la gente, el Emirato Islámico (como se autodenominan los talibanes) ordenó a sus fuerzas entrar en las áreas de Kabul de donde salió el enemigo”, aseguraron.

“Unidades militares del Emirato Islámico de Afganistán entraron en la ciudad de Kabul para garantizar la seguridad”, tuiteó el portavoz de los insurgentes, Zabihullah Mujahid. “Su avance continúa con normalidad”, añadió.

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Mientras, fuentes talibanas dijeron que los insurgentes tomaron el control del palacio presidencial.

“[Combatientes] talibanes entraron en el palacio presidencial”, declaró un comandante veterano talibán a la AFP.

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“Los muyahidines entraron en el palacio presidencial y tomaron el control del mismo”, apuntó otro comandante, que añadió que el edificio estaba albergando una reunión sobre la seguridad en la capital afgana.

La caída de la mayoría del país a manos de los talibanes ha ocurrido poco después de que en mayo las fuerzas de EE. UU. y de la OTAN comenzaran la fase final de la retirada, entregando todas sus bases militares a las fuerzas afganas.

En tanto, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, aseguró que la organización está contribuyendo a mantener abierto el aeropuerto de Kabul para facilitar la evacuación de ciudadanos y diplomáticos internacionales.

“La OTAN está ayudando a mantener abierto el aeropuerto de Kabul para facilitar y coordinar evacuaciones”, indicó Stoltenberg en Twitter.

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El político noruego también aseguró que estuvo en contacto este domingo con el primer ministro británico, Boris Johnson, así como con los ministros de Exteriores de Canadá, Dinamarca y los Países Bajos sobre la situación en Afganistán.

El acecho de los talibanes había aumentado la presión para tratar de encontrar una salida de urgencia de parte de la población ante la probable caída de la ciudad, un temor que se cierne sobre funcionarios públicos, académicos, periodistas y, sobre todo, entre aquellos que han trabajado con alguno de los países que enviaron tropas a Afganistán para combatir a los insurgentes.

El fin de semana estaba previsto que llegue a Kabul una mayoría de los 4.000 militares estadounidenses que el Pentágono ha decidido enviar a la capital afgana para la evacuación de la mayor parte del personal de la Embajada de EE. UU. y de ciudadanos afganos.

La OTAN considera que una solución política al conflicto en Afganistán era “más urgente que nunca” después de que los talibanes llegaron a Kabul tras una ofensiva en las últimas semanas en la que han tomado la mayoría de capitales de provincia del país.

Según una fuente anónima de la OTAN, la Alianza apoya los esfuerzos afganos para “encontrar una solución política al conflicto, que es ahora más urgente que nunca”.

“La OTAN está evaluando los desarrollos en Afganistán de maneta constante. Estamos ayudando a mantener las operaciones en el aeropuerto de Kabul para tener a Afganistán conectado con el resto del mundo”, recalcó la fuente.

El Consejo de Seguridad de la ONU mantendrá este lunes una reunión de urgencia para abordar la toma de la mayoría de las provincias de Afganistán por parte de los talibanes y la huida del país del presidente.

Las misiones de Estonia y Noruega en Naciones Unidas, actualmente encargadas de los asuntos de Afganistán en el Consejo de Seguridad, afirmaron que la reunión entre los quince miembros del organismo será en la tarde y que incluirá una breve intervención del secretario general, Antonio Guterres.

Guterres pidió el viernes a los talibanes detener su ofensiva y negociar con el Gobierno de Afganistán, avisando que si tomaban el poder por la fuerza se verían abocados a más guerra o a un total aislamiento internacional.

Estados Unidos trasladó este domingo al aeropuerto de Kabul al personal de su embajada en la capital afgana para asegurar que pueden seguir operando de manera “segura” ante el avance de los talibanes, dijo este domingo el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken.

En una ronda de entrevistas televisivas, Blinken criticó a las fuerzas de seguridad afganas, de las que dijo que han sido “incapaces de defender el país” ante la ofensiva talibán, que ha avanzado “más rápido de lo que esperaba” Washington.

Ghani, sin embargo, culpó hace semanas a Washington de la crisis del país que, aseguró, es el resultado de la salida abrupta de las tropas internacionales, y el proceso de paz coordinado por EE. UU. para la reconciliación que se basó en “teorías inmaduras”. (I)