Las autoridades de Shanghái confirmaron este viernes que su objetivo es cortar la transmisión de la covid fuera de zonas aisladas y centros de internamiento de contagiados a mediados del presente mes, tras varias semanas de estricto confinamiento ante su peor brote desde el inicio de la pandemia.

Aunque la fecha actual ya podría ser considerada mediados de mayo, el teniente de alcalde de la ciudad, Wu Qing, no especificó en qué día concreto se espera alcanzar la situación descrita, en una rueda de prensa de la que se hizo eco el diario local The Paper.

El término “cero transmisión social”, que las autoridades aseguran haber conseguido ya en 8 de los 16 distritos de la ciudad, alude a una coyuntura en la que, durante tres jornadas consecutivas, se detecte menos de un contagio entre cada 100.000 residentes de las zonas “precautorias” y “controladas”, así como en las que ya han sido desconfinadas.

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Las zonas “controladas” de la ciudad son aquellas urbanizaciones en las que no se han detectado casos en la última semana, por lo que los residentes pueden moverse por las zonas comunes; las “precautorias” son las que no han informado de contagios en dos semanas y, por tanto, sus residentes pueden salir del complejo aunque no de los límites del distrito.

Sin embargo, en las últimas semanas, y pese a que las autoridades aseguran que las citadas áreas “precautorias” ya aglutinan al 72 % de los más de 25 millones de habitantes de la ciudad, en muchas de ellas los residentes aparentemente siguen sin poder salir de los complejos por decisión de los comités vecinales, los órganos que gobiernan las urbanizaciones.

¿Vuelta “ordenada” a la normalidad?

Cuando se consiga cortar la transmisión comunitaria, las autoridades permitirán una “liberalización ordenada”, aunque se seguirá limitando la movilidad y se mantendrá el sistema de control y clasificación de áreas con arreglo a la presencia o no de contagiados en los días anteriores.

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En ese sentido, se retornará “gradualmente” desde el actual sistema de áreas confinadas, controladas y precautorias al de zonas de riesgo alto, medio o bajo utilizado durante la época de “control y prevención normalizados”.

Según los datos oficiales, la megalópolis oriental china registró hoy casi 2.100 nuevos contagios (el 89 % de ellos, asintomáticos) tras un pico de casi 28.000 hace cerca de un mes.

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Wu aseguró que más del 99 % de las infecciones que se descubren actualmente son fuera de las zonas que siguen controladas o de los centros de internamiento o cuarentena a los que se lleva a los contagiados y a sus contactos cercanos.

Las autoridades locales ampliaron esta semana el alcance de este último término al considerar “contactos de contactos cercanos” a los vecinos que vivan en el piso inmediatamente superior o inferior a un infectado, lo que en la práctica se ha traducido en el traslado a cuarentena de edificios enteros o casi enteros, sin importar que muchos de ellos siguieran dando negativo en las múltiples rondas de pruebas a las que se les somete desde hace semanas.

Shanghái, apuntaron hoy los participantes en la rueda de prensa gubernamental, ha estado preparando un “plan general” para “consolidar” los resultados de las tareas de prevención de contagios y “restaurar de manera ordenada” tanto la normalidad de la vida de sus ciudadanos como la producción de las empresas.

El diario oficial Global Times especifica hoy que, en el caso del sector educativo, se dará prioridad a la reanudación de las clases en los cursos superiores, mientras que negocios como supermercados, comercios de proximidad o peluquerías retomarán su actividad también de forma "ordenada" y "gradual".

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Pekín extrema medidas

Y mientras Shanghái parece acercarse -aunque despacio- a un paulatino desconfinamiento, en Pekín se extreman las medidas para frenar los últimos rebrotes y las restricciones que inicialmente afectaban a tres distritos se han extendido a toda la capital, de 23 millones de habitantes.

La ciudad inicia este viernes una nueva ronda masiva de pruebas PCR para cribar posibles casos asintomáticos y se ha decretado el paso a teletrabajo de la mayoría de los centros laborales, a excepción de los que prestan servicios esenciales como supermercados.

Los rumores sobre un posible confinamiento generalizado se acrecentaron el jueves en las redes sociales chinas y provocaron la estampida de los ciudadanos a las tiendas en busca de avituallamiento, aunque finalmente esa decisión no se concretó, si bien las autoridades han exhortado a los pequineses a no salir de casa si no es imprescindible y a evitar las aglomeraciones y reuniones innecesarias.

Pekín registró en la víspera 59 nuevos casos, 17 de ellos asintomáticos, con el céntrico distrito financiero de Chaoyang -el más poblado de la ciudad- como epicentro de un rebrote que ya supera el millar de contagios desde finales de abril.

A su vez, la Administración Nacional de Inmigración anunció anoche que restringirá estrictamente los viajes de los ciudadanos al extranjero por “razones no esenciales”, una decisión que llega nueve meses después de que la autoridad migratoria endureciera la emisión y renovación de pasaportes para viajes “no urgentes e innecesarios”. (I)