La Policía Metropolitana de Londres (Met o Scotland Yard) confirmó este viernes que “evaluará” el contenido del informe divulgado ayer sobre la gestión de la BBC en 1995 para lograr una entrevista con Diana de Gales a fin de “asegurar que no hay nuevas evidencias significativas” respecto a un posible delito.

En un comunicado difundido hoy, la Met indicó que si bien el pasado marzo el cuerpo determinó que "no era apropiado iniciar una investigación criminal sobre las acusaciones de actividad ilegal con relación a la emisión del programa en 1995, (ello) se valoraría si surgen nuevas evidencias significativas".

"Tras la publicación del informe de Lord (John) Dyson, evaluaremos su contenido para asegurar que no hay nuevas evidencias significativas", señala la citada nota de Scotland Yard.

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El informe es fruto de una investigación independiente y exhaustiva que llevó a cabo el exjuez Dyson para esclarecer cómo el periodista Martin Bashir obtuvo, hace 26 años, la recordada y explosiva comparecencia televisiva de Lady Di.

En ella, la madre de los príncipes Enrique y Guillermo habló por primera vez, entre otras cosas, de las infidelidades de Carlos de Inglaterra, de quien estaba separada pero no divorciada y quien entonces ya era amante de Camilla, hoy duquesa de Cornualles.

El informe independiente constata, entre otros hallazgos, que el reportero, que la pasada semana dejó el canal alegando motivos de salud, "engañó" y recurrió a artimañas "fraudulentas", como mostrar documentos y extractos bancarios falsificados, para acceder a Diana a través de su hermano, Charles Spencer, y así persuadirle a hablar públicamente.

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La publicación de los hallazgos de la investigación provocó reacciones por parte de los hijos de Lady Di, los príncipes Guillermo y Enrique.

En una declaración leída, Guillermo, duque de Cambridge, acusó a la corporación pública de haber contribuido "significativamente al miedo, aislamiento y paranoia" que sufrió su madre en sus últimos años de vida.

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Su hermano menor, Enrique, que reside en Estados Unidos con su esposa, Meghan, y su hijo Archie, difundió un comunicado por separado en el que denuncia que la "onda expansiva de una cultura de la explotación y de prácticas no éticas se cobró finalmente la vida" de Diana.

Por otro lado, en declaraciones a varios medios, el ministro de Justicia, Robert Buckland, dijo hoy que “el Gobierno tiene la responsabilidad de estudiar cuidadosamente si la gestión de la BBC necesita una reforma a raíz de estos demoledores hallazgos”, puesto que no se trató solo “de la decisión de un reportero o un equipo de producción”. (I)