El tratado que controla a dos de los países más grandes en potencial nuclear, Estados Unidos y Rusia, actuaba como pilar en el control de armas nucleares. Sin embargo, ambos países aseguran que el otro incumple las normas del acuerdo.

Según Rusia, Estados Unidos “destruyó el marco jurídico para el control de armas y seguridad” que sostenía al tratado New START.

El embajador ruso en Washington, Anatoli Antonov, criticó por su parte las acciones estadounidenses que “socavan el objetivo clave del acuerdo: mantener el equilibrio de las armas estratégicas ofensivas de las partes”.

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Rusia “advirtió que el control de armas (nucleares) no puede aislarse de la realidad geopolítica. En las circunstancias actuales, consideramos que es injustificado, inoportuno e inapropiado invitar al ejército estadounidense a nuestras instalaciones estratégicas”, añadió Antonov.

Esta declaración viene después de que Washington acusara a Rusia de no permitir la inspección de sus instalaciones.

La negativa de Rusia a facilitar las actividades de inspección impide a Estados Unidos ejercer importantes derechos en virtud del tratado y amenaza la viabilidad del control de armas nucleares ruso-estadounidense”, dijo un portavoz del Departamento de Estado en comentarios enviados por correo electrónico.

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Además, Rusia le dijo a Estados Unidos que el tratado podría expirar en 2026 sin un sustituto porque, en su opinión, Washington estaba intentando infligir una “derrota estratégica” a Moscú en Ucrania.

Las relaciones entre las dos potencias nucleares están en su nivel más bajo desde el inicio de la ofensiva militar rusa en Ucrania. (I)