Nuevos enfrentamientos se produjeron el jueves en Almaty, la principal ciudad de Kazajistán, tras la llegada de tropas lideradas por Rusia para ayudar al gobierno a poner fin a los disturbios que ya dejaron decenas de muertos y centenares de detenidos.

¿Qué está pasando en Kazajistán y por qué?

Miles de manifestantes furiosos han salido a las calles de Kazajistán en los últimos días, es la crisis más grande en sacudir al autocrático país en décadas. Los acontecimientos son un desafío evidente al presidente Kasim-Yomart Tokaev, a menos de tres años de su gobierno, y están desestabilizando una región ya de por sí volátil en la que Rusia y Estados Unidos compiten por influencia.

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Videos publicados en línea el miércoles muestran a personas irrumpiendo en el principal edificio de gobierno en Almatý, la ciudad más grande, mientras manifestantes prenden fuego a vehículos policiacos, así como a la división regional del partido gobernante Nur Otan.

Las movilizaciones se detonaron debido a la ira por el alza de los precios del combustible. Se han intensificado hasta convertirse en protestas que motivaron al gobierno kazajo a buscar ayuda a través de una alianza militar liderada por Rusia y que se han tornado violentas, al grado que la policía indicó el jueves que decenas de manifestantes han muerto.

¿Qué piden los inconformes?

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A medida que las protestas se han intensificado, las exigencias de los manifestantes se han incrementado en alcance desde exigir precios más bajos en los combustibles hasta incluir una liberalización política más amplia. Entre los cambios que buscan es la elección directa de los líderes regionales de Kazajistán, en lugar del sistema actual de nombramientos presidenciales.

En resumen, exigen la salida de las fuerzas políticas que han gobernado al país sin ninguna oposición significativa desde que se logró la independencia de la Unión Soviética en 1991.

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¿Por qué los disturbios en Kazajistán son importantes para la región y para el mundo?

Ubicado entre Rusia y China, Kazajistán es el país más grande del mundo sin salida al mar, su territorio tiene mayores dimensiones que Europa occidental, aunque con una población de solo 19 millones de habitantes.

Las protestas recientes son importantes porque el país era visto hasta ahora como un pilar de estabilidad política y económica en una región poco estable, incluso a pesar de que dicha estabilidad se logra a través de un gobierno represor que restringe la disidencia.

Las movilizaciones también son significativas porque Kazajistán ha estado alineado con Rusia, cuyo presidente, Vladímir Putin, ve al país (un tipo de símil de Rusia en términos de sus sistemas económicos y políticos) como parte de la esfera de influencia de Rusia.

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Para el Kremlin, los hechos representan otro posible desafío al poder autocrático en un país vecino. Este es el tercer levantamiento contra una nación autoritaria y alineada con el Kremlin, después de las protestas prodemocracia en Ucrania de 2014 y en Bielorrusia de 2020. El caos amenaza con socavar el poder de Moscú en la región en un momento en el que Rusia intenta hacer valer su poder económico y geopolítico en países como Ucrania y Bielorrusia.

Los países de la extinta Unión Soviética también observan de cerca las protestas; los hechos en Kazajistán podrían contribuir a dar valor a fuerzas opositoras en otros lugares.

Kazajistán también es importante para Estados Unidos, ya que se ha convertido en un país significativo para las preocupaciones energéticas estadounidenses, dado que Exxon Mobil y Chevron han invertido decenas de miles de millones de dólares en el oeste de Kazajistán, la región donde comenzó el descontento este mes.

Aunque tiene vínculos cercanos con Moscú, varios gobiernos kazajos consecutivos también han mantenido nexos estrechos con Estados Unidos y la inversión en petróleo es vista como un contrapeso a la influencia rusa. El gobierno estadounidense desde hace mucho tiempo ha sido menos crítico del autoritarismo postsoviético en Kazajistán que en Rusia y en Bielorrusia.

¿Cómo ha respondido el gobierno a las protestas?

El gobierno ha intentado sofocar las manifestaciones mediante la instauración del estado de emergencia y bloqueando sitios de redes sociales y aplicaciones de chat, incluyendo a Facebook, WhatsApp, Telegram y, por primera vez, a la aplicación china WeChat. Las protestas públicas sin permiso ya eran ilegales. El gobierno ha cedido a algunas de las exigencias de los inconformes, al despedir al gabinete y anunciar la posible disolución del Parlamento, lo que daría como resultado nuevas elecciones. Sin embargo, sus acciones hasta el momento han fracasado en calmar el descontento.

¿Quiénes son los principales actores políticos en el país?

Hace menos de tres años, renunció el entonces presidente (de edad avanzada), Nursultán Nazarbáyev, ahora de 81 años. Un extrabajador del acero y líder del Partido Comunista, quien ascendió al poder en Kazajistán en 1989, cuando todavía formaba parte de la Unión Soviética. Durante su gobierno, atrajo enormes inversiones de compañías energéticas extranjeras para desarrollar las reservas de petróleo de la nación, que, en un estimado de 30.000 millones de barriles, se ubican entre las más grandes de todas las repúblicas que antes fueron soviéticas.

Como el último presidente sobreviviente en Asia central que llevó a su país a la independencia tras el colapso de la Unión Soviética, entregó el poder en 2019 a Tokaev, el entonces presidente de la Cámara Alta del Parlamento y quien también fue primer ministro y ministro de Asuntos Exteriores.

Tokaev es percibido en general como el sucesor ungido de Nazarbáyev, quien hasta hace poco se pensaba que poseía un poder considerable, al tener el título de “Líder de la Nación” y al contar con el cargo de presidente del Consejo de Seguridad del país. Sin embargo, la revuelta podría ser una ruptura decisiva con su gobierno.

¿Kazajistán es una democracia?

Durante su mandato de tres décadas, Nazarbáyev ganó las elecciones con casi el 100 por ciento de los votos en cada ocasión, a menudo después de encarcelar a opositores políticos y periodistas que lo criticaban. Kazajistán eligió a Tokaev en junio de 2019, pero con resultados electores dispares en una votación estrechamente controlada y marcada por cientos de detenciones de manifestantes.

La elección fue denunciada como injusta por observadores de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa. El resultado y la acción policiaca de mano dura contra manifestantes pacíficos en ese entonces indicaron que, aunque el veterano líder del país había renunciado a la presidencia, el sistema que estableció durante su larga gestión permanecía firme en su lugar. (I)