El presidente de Paraguay, Mario Abdo Benítez, ratificó este miércoles que “gran parte” de la tripulación de un avión venezolano-iraní retenido en Argentina y que aterrizó en su país en mayo pasado tiene nexos con el terrorismo internacional.

Además, en declaraciones a periodistas, aclaró que la lucha de Paraguay es contra ese delito y no hacia “ningún país”, ante el malestar expresado por Irán a raíz de declaraciones de funcionarios paraguayos.

En una nota verbal, Irán tachó de “vanas e infundadas” las acusaciones contra los tripulantes iraníes y consideró que no han sido acordes “con el antecedente de relaciones amistosas” entre Teherán y Asunción.

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"La inteligencia paraguaya hizo un gran trabajo para poder determinar la peligrosidad de este vuelo y desde que Paraguay informó y alertó se pudieron hacer las averiguaciones", aseguró Abdo Benítez.

Durante un recorrido por las sedes que albergarán en octubre próximo los Juegos Suramericanos de Asunción ASU2022, indicó que se conoció que “gran parte de esa tripulación tiene vínculos con el terrorismo internacional”.

“Uno, inclusive, se operó la cara, para cambiarse la cara en Cuba”, agregó el mandatario, quien anticipó que “más cosas se van a saber en el tiempo”.

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En ese contexto, afirmó que su país tiene un "compromiso decidido" en la lucha contra el crimen transnacional y el terrorismo.

“Y vamos a seguir, no importa de qué países sean. Acá no es una cuestión contra ningún país, la lucha es contra el crimen internacional y contra el terrorismo”, zanjó.

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La semana pasada, fuentes judiciales confirmaron a Efe que el piloto, el iraní Gholamreza Ghasemi, tiene un presunto “vínculo” con la Fuerza Quds, una división de los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán -definida por Estados Unidos como una organización terrorista-, según un informe enviado por el FBI a la Justicia argentina.

Sobre Ghasemi, Pérez señaló que es el instructor de los capitanes y de los primeros oficiales y en ningún momento notaron en él “cualquier tipo de actitud” sospechosa: “Ellos son unas personas muy profesionales en su trabajo”, especificó.

También señaló que este caso obliga a las autoridades aeronáuticas, de Aduanas y Migraciones de su país a diseñar protocolos "más rigurosos".

El Gobierno de Paraguay ha indicado que en la nave viajaban 18 tripulantes, 11 venezolanos y 7 iraníes, de los cuales al menos uno ha sido señalado por funcionarios locales, citando informes de EE.UU., de presuntos vínculos con el terrorismo.

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Los viajes a paises del cono sur

El avión, un Boeing 747 Dreamliner de carga, fue propiedad de la empresa iraní Mahan Air y actualmente pertenece a Emtrasur, filial del Consorcio Venezolano de Industrias Aeronáuticas y Servicios Aéreos (Conviasa), empresas que están sancionadas por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos.

Aterrizó el 13 de mayo pasado en Paraguay y partió el día 16 con una carga de cigarrillos con destino a Aruba.

Presuntamente para trasladar cargamento a una empresa automotriz, la aeronave ingresó en Argentina el pasado 6 de junio procedente de México, haciendo escala en Venezuela, y dos días después despegó para ir a Uruguay a cargar combustible, pero aterrizó nuevamente en el aeropuerto argentino de la localidad bonaerense de Ezeiza porque el país vecino no habilitó su aterrizaje.

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Pero en Argentina las petroleras no cargaron combustible al avión por temor a las sanciones de Estados Unidos.

“No tenemos cómo evaluar qué fue lo que causó que no nos abastecieran combustible, a pesar de haber hecho todas las diligencias pertinentes para eso, inclusive haber hecho los pagos respectivos”, señaló el gerente de Emtrasur, Víctor Pérez.

Fue el día 11 de este mes cuando se conoció que el Gobierno argentino inmovilizó el avión, y pocos días después el juez ordenó retener los pasaportes e impedir la salida del país de los tripulantes -cinco iraníes y 14 venezolanos-, así como incautar el avión para obtener más datos sobre la nave y qué hacía en Buenos Aires la tripulación del vuelo.

Por qué iraníes

El caso está generando una fuerte polémica en Argentina, país que sufrió dos atentados terroristas en la década de 1990 -contra la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) y contra la Embajada de Israel en Buenos Aires- por los que la Justicia local señala al grupo Hezbolá y a miembros del entonces Gobierno iraní.

Pérez aseguró que al momento de comprar la aeronave, en 2021, una de las cláusulas del contrato de compraventa incluía la asistencia técnica, por la que era necesaria la presencia de los iraníes, como instructores.

“Un aeronave de ese porte necesita que haya un traspaso o trasferencia de todas las partes técnicas con relación a esa aeronave en específico. Y es ahí donde nosotros tenemos esa asistencia técnica con pilotos y mecánicos, ingenieros de vuelo para poder nosotros entrenar a todas nuestras tripulaciones en la aeronave en específico”, agregó el venezolano.

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Y explicó que la empresa iraní fue la que ofreció mejores condiciones para la compra del avión: “Buscamos en el mercado otras opciones y lamentablemente por factores que no podemos inferir fue esta empresa la que tuvo a bien hacer esa venta y adecuación de la aeronave para nuestros requerimientos”.

El gerente detalló que empezaron a usar el avión retenido en febrero pasado, que el Estado venezolano lo compró para trasladar insumos médicos necesarios por la pandemia de covid-19 y es la única aeronave con la que está operando Emtrasur.

Y matizó que con el avión también ofrece servicios de carga. (I)