La Organización Mundial de la Salud (OMS) alertó este jueves de la subida del contagios de COVID-19 en Europa, después de seis semanas seguidas de descensos, y llamó a reforzar las medidas de control, con especial atención a las nuevas variantes más contagiosas, además de advertir contra la reapertura precipitada de las sociedades.

Los contagios subieron un 9 % la pasada semana y más de la mitad de los 53 países de la región europea de la OMS presentan un aumento de nuevos casos, sobre todo en Europa Central y del Este, aunque también se ha producido un alza en la zona occidental, explicó en rueda de prensa el director de OMS-Europa, Hans Kluge.

“La propagación de las nuevas variantes está impulsando un aumento, pero la reapertura de las sociedades no se está haciendo de forma controlada y segura”, señaló Kluge en una comparecencia desde la sede regional de la OMS en Copenhague, apuntando a una “combinación de factores” para explicar el repunte.

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De ahí que abogase por que la relajación de las restricciones se haga de forma “coherente, gradual, oportuna y basándose en evidencias”.

La OMS considera necesario aumentar el control de esas mutaciones, así como el número de test y las medidas de rastreo y aislamiento; mejorar la prevención y vigilancia de otras enfermedades, más esfuerzos para involucrar a las poblaciones y superar el hartazgo provocado por la pandemia y acelerar la campaña de vacunación.

La mutación B 1.1.7., surgida en el Reino Unido, está presente ya en 43 países; la conocida como variante sudafricana (B 1.351), en 26; y la P1 (Brasil/Japón), en 15.

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De los 53 países de la región europea de la OMS, 45 han comenzado la vacunación y el 1,9 % de la población en cuarenta y el 24,5 % en veinte han recibido las dos dosis, según datos difundidos por la OMS.

“Estamos en un punto de inflexión. Estamos muy preocupados, pero a la vez hemos visto que es posible contener las nuevas variantes”, señaló Kluge, en alusión a los resultados obtenidos en los países que más rápido están vacunando a su población, como el Reino Unido e Israel.

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Kluge insistió en la necesidad de “regresar a lo básico”, de usar “lo que sabemos que funciona” para suprimir la expansión del virus.

Aumento de la desigualdad de género

Durante su comparecencia, Kluge señaló que el COVID-19 ha agravado las desigualdades de género y recordó el papel dominante de las mujeres entre los trabajadores sanitarios, hasta representar siete de cada diez puestos de trabajo a nivel global.

Los trabajadores sanitarios suponen el 8 % del total de casos de coronavirus, y del total de 1,3 millones de estos infectados hace cinco semanas, el 68 % eran mujeres.

“Debemos hacer todo lo que esté en nuestras manos para proteger a nuestra línea del frente. Es fundamental, una obligación de cada gobierno, asegurar la vacunación de la fuerza de trabajo sanitaria y social”, dijo Kluge.

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Con vistas a la celebración el próximo lunes del Día Internacional de la Mujer, Kluge resaltó la importancia de reducir el impacto socioeconómico de la pandemia en las mujeres, recordando que la “inaceptable” brecha de sueldos en la sanidad es del 25 % entre hombres y mujeres.

La participación femenina en las decisiones sobre prevención y control del virus debe ser garantizada y es necesario reforzar el apoyo social, la prevención, detección temprana y tratamiento de las mujeres en riesgo de sufrir violencia doméstica, apuntó el máximo responsable de OMS-Europa. (I)