La primera semana completa de diciembre empieza con problemas para la oposición venezolana, que nuevamente enfrenta un quiebre interno que amenaza los recientes intentos de volver a unirse para reconstruir un frente común frente al régimen de Nicolás Maduro.

El domingo Julio Borges, una de las figuras de la oposición que representaba como comisionado para las Relaciones Exteriores al gobierno interino de Juan Guaidó -reconocido por varios países, incluyendo Estados Unidos, como presidente encargado, pero sin control interno-, ha dicho que el joven político ha perdido fuerza y toda la oposición debe reestructurarse.

“Tenemos que lograr reconstruir y acumular fuerzas para volver a ganar legitimidad dentro y fuera de Venezuela”, expresó el coordinador del partido opositor Primero Justicia (PJ), del cual forma parte el dos veces candidato presidencial Henrique Capriles, en una rueda de prensa de manera virtual.

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Borges señaló que actualmente el bloque antichavista ha perdido legitimidad y apoyo internacional porque ha habido “contradicciones, demasiados errores, escándalos y eso ha hecho que el mundo haya puesto el caso venezolano a la espera, pensando que en este momento no hay la fuerza que se ha logrado antes”.

El opositor señaló que la figura del “Gobierno interino”, mediante el cual Juan Guaidó es reconocido por parte de la comunidad internacional y un sector de la oposición venezolana como presidente interino, debe “desaparecer completamente” porque su objetivo se ha “deformado”.

En semanas anteriores otros líderes como María Corina Machado -cabeza de la línea más dura contra el régimen- han pedido cambios en la estructura de la oposición para generar mayores resultados. Ella quiere, por ejemplo, una elección popular para designar a los líderes de la oposición.

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En tanto, para Antonio Ledezma, exalcalde de Caracas exiliado en España, sigue siendo la prioridad salir de Maduro y su tinglado tiránico. “La responsabilidad es de todos y para cumplirla cabalmente se requieren tres elementos que deben distinguirla a la dirigencia: 1. Mucha franqueza. 2. Mucha coherencia y 3. Una sola línea estratégica”, dijo en su cuenta de Twitter, sin referirse directamente a lo dicho por Borges.

Guaidó aún no ha respondido personalmente la crítica, pero el llamado gobierno interino indicó que tras la renuncia de Borges sus tareas serán asumidas de manera temporal por la Oficina adjunta de la Comisión Presidencial para Relaciones Exteriores (vicecomisionados), que reportará directamente a Guaidó.

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“Al país le reiteramos nuestro compromiso por terminar el sufrimiento de los venezolanos, de luchar por la recuperación de la democracia y por la protección de los venezolanos, no solo de los que siguen en Venezuela, sino de los más de 6 millones que se vieron forzados a migrar buscando un futuro para sus familias”, indicó en una publicación.

Esta disputa se da días después de que Estados Unidos invitara a Guaidó a su Cumbre de la Democracia (9 y 10 de diciembre) y luego de las elecciones regionales, en las que el chavismo retuvo la mayoría de las gobernaciones y se anuló la elección en Barinas -bastión tradicional del oficialismo- cuando el candidato de la oposición iba primero en el conteo: Freddy Superlano. Ahora se realizarán de nuevo estos comicios, pero tanto Superlano como otras opciones opositoras han sido inhabilitadas para la repetición.

El nuevo episodio crea más incertidumbre ante los pedidos desde afuera a la oposición de volver a tener un frente común y sólido, ya que las disputas del pasado y diferencias han ocasionado problemas a la hora de buscar vías de la salida a la grave crisis política y social del país. (I)