La migración venezolana es desde hace varios años uno de las temas de los que más se habla en la región.

Este semana ministros de varios países americanos se reunieron en Bogotá para abordar “el desafío migratorio” como un problema compartido que deben solucionar juntos y con la urgencia de desacelerar el flujo de personas que huyen de países como Haití o Venezuela.

Esta Conferencia Ministerial sobre Migración estuvo liderada por la vicepresidenta y canciller de Colombia, Marta Lucía Ramírez, y en ella participaron el secretario de Estado de EE. UU., Antony Blinken, y ministros de países como Ecuador, Perú, Panamá, México, Guatemala, El Salvador y República Dominicana, afectados por las diferentes crisis que vive el hemisferio.

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El presidente de Colombia, Iván Duque, cuyo país es el mayor receptor de migrantes venezolanos con 1,8 millones, hizo propuestas que, considera, ayudarán a atender el problema: solicitó a las agencias internacionales de cooperación realizar un censo para saber cuántos migrantes hay en los países americanos, pues “sin información precisa” no se tendrán “políticas públicas precisas”; la segunda es que con eso se tomen decisiones sobre el tipo de visados que se otorgarán a los migrantes, ya sean permanentes o temporales, y para lo cual debe haber “una gran cooperación” entre los países que los acogen.

Colombia ha implementado medidas solidarias, como el Estatuto Temporal de Protección, para brindar a los migrantes venezolanos condiciones de vida dignas, acceso transparente a las instituciones estatales e integrarlos a la economía y al mercado laboral.

Hasta finales de 2020 se estimaba que 5,4 millones de personas refugiadas y migrantes de Venezuela habían salido de su país. Cifra que la Plataforma de Coordinación Interagencial para Refugiados y Migrantes de Venezuela (R4V) aumenta a 5,66 millones este 2021.

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De estos, los que tienen permisos de residencia y estancia regular son 2,69 millones, mientras que 171.000 están en calidad de refugiados y 851 han solicitado serlo

En Ecuador este jueves se realizó la presentación de un estudio de la situación de ciudadanos venezolanos en Ecuador efectuado por el Grupo de Trabajo para Refugiados y Migrantes (GTRM) -que vendría a ser el representante de R4V en el país-, en el que participan agencias internacionales como Acnur (Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados) y OIM (Organización Internacional para las Migraciones), organizaciones no gubernamentales y de la sociedad civil, con el fin de desempeñar un papel complementario a las respuestas del Estado a la población venezolana que ha llegado.

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De cuerdo con el GTRM, en Ecuador se estima que hasta junio había 451.000, siendo las provincias de Pichincha, Guayas, El Oro, Imbabura y Manabí, en ese orden, las de mayor acogida.

El GTRM presentó un estudio realizado con 2.278 grupos familiares conformados por 9.004 integrantes en 21 provincias, en que definió las principales necesidades de personas refugiadas y migrantes de Venezuela, entre las que están -dependiendo de si llevan menos de un mes o más de un año en el país-: la alimentación, empleo, albergue o alojamiento, documentación, servicios médicos, artículos de higiene, educación.

El 86 % de los grupos familiares consultados, con al menos una persona con empleo, tiene un ingreso per cápita laboral de menos de 70 dólares al mes. El 14 % no tuvo acceso a suficiente cantidad de alimento y el 59 % han tenido alimentos de forma parcial.

Además 37 % afirma haber experimentado episodios o situaciones de discriminación, principalmente (94 %) por su nacionalidad.

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Otros datos a destacar son que el 43 % de los grupos familiares no tuvo acceso oportuno a servicios de salud, y que los niños, niñas y adolescentes de este grupo no asisten a la escuela.

Datos del 2020 indicaban que en Ecuador había 22,5 mil venezolanos con permisos de residencia, 13,6 mil con solicitudes de refugiados, y 410 personas con el estatus de refugiado.

Pasando de Ecuador, quizá el caso más complejo sería el de Chile, donde se puede decir que hay un estallido xenófobo en medio de la campaña electoral para los comicios generales de noviembre.

Incluso los principales candidatos presidenciales han prometido solucionar el tema de diversas maneras, incluyendo con deportaciones.

En Chile hay oficialmente 450.000 venezolanos, entre migrantes y refugiados, siendo el tercer país destino en la región, luego de Colombia y Perú (1 millón). (I)