El peso de las medidas con un impacto medioambiental positivo ha ido aumentando con el paso de los meses y a finales de 2021 representaba un 33 % del total de las partidas de los planes de recuperación poscovid en 44 países analizados por la OCDE.

Esas medidas tenían un presupuesto total de 1,09 billones de dólares al terminar el pasado año, cuando a finales de julio se limitaban a 677.000 millones de dólares, un 21 % del total, explica este lunes la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

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Los autores de esta evaluación a 44 países, entre los que están los miembros de la organización, de la Unión Europea y de otras grandes economías, relacionan ese incremento sobre todo con la ley estadounidense de inversiones en las infraestructuras y los empleos.

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De todas esas partidas consideradas positivas para el medio ambiente, más de la mitad (611.000 millones de euros) están destinadas a la energía y al transporte.

La OCDE lamenta que menos de un 1 % vayan a la investigación y el desarrollo (I+D) pese a “la importancia de la innovación en la transición” hacia una economía sobria en carbono (CO2).

Otra preocupación viene porque esa transición puede estar en cuestión a causa de las ayudas públicas preexistentes “nefastas” para el medio ambiente, que alcanzan 680.000 millones de dólares anuales en el mundo.

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Sobre todo, las subvenciones a la producción y al uso de combustibles fósiles y otras ayudas a la agricultura consideradas nocivas para el entorno natural.

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Por eso, insiste en que algunos mecanismos que se pusieron en marcha en respuesta a la crisis de la covid para proteger a las familias económicamente más frágiles “deberían eliminarse progresivamente para limitar su impacto negativo en los esfuerzos climáticos”.

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En esa misma línea, estima que abordar la cuestión de la carestía de la energía ante la escalada de precios que se ha agudizado con la guerra en Ucrania no debe conducir a que descarrilen los objetivos de largo plazo para conseguir unas economías con cero emisiones netas de dióxido de carbono (CO2).