Rusia y China proclamaron el martes que abrieron una “nueva era” en sus relaciones y destacaron su identidad de posturas frente a las potencias occidentales, que buscan aislar a Rusia a causa de la guerra de Ucrania y aumentar su presencia en Asia.

“Hemos firmado una declaración que refuerza nuestra asociación estratégica y nuestras relaciones que entran en una nueva era”, declaró el presidente chino, Xi Jinping, tras reunirse en Moscú con su par ruso, Vladimir Putin.

Tras el encuentro con Xi, Putin anunció que ambos países alcanzaron un acuerdo para construir un gigantesco gasoducto que llevará gas de la región siberiana hasta el noroeste de China, un proyecto conocido como Fuerza de Siberia 2.

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Mediación en guerra Rusia-Ucrania

Estados Unidos no ve a China como un mediador “imparcial” entre Moscú y Kiev en la guerra en Ucrania, afirmó este martes el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby

construir el gigantesco gasoducto Fuerza de Siberia 2,Putin expresó tras la cumbre un apoyo prudente a las propuestas chinas para encontrar una solución negociada al conflicto en Ucrania, que se inició hace casi trece meses con la entrada de tropas rusas en ese país.

Pero achacó a los occidentales y a Ucrania la falta de respuestas de Ucrania a esas eventuales propuestas, que incluyen el llamamiento al respeto de la soberanía territorial de todos los países.

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“Numerosos puntos del plan de paz propuesto por China (...) pueden servir de base para una solución pacífica, cuando Occidente y Kiev estén dispuestos a ello. Pero no vemos por el momento disposición por su parte”, declaró el mandatario ruso.

El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, aseguró en cambio, después de esas declaraciones, que invitó a China a dialogar y que espera hasta ahora “una respuesta”.

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China medió activamente en la reciente reconciliación diplomática entre Arabia Saudita e Irán, pero los analistas estiman difícil que consiga un cese de hostilidades en la exrepública soviética.

“Preocupación” por Asia

La declaración de Moscú destaca que Rusia y China “están muy preocupadas por el creciente refuerzo de los vínculos entre la OTAN y los países de la región Asia-Pacífico en relación a cuestiones militares y de seguridad” y acusan a la Alianza Atlántica de “socavar la paz y la estabilidad regionales”.

También denuncia “la influencia negativa de la estrategia de Estados Unidos guiado por una mentalidad de Guerra Fría (...) sobre la paz y la estabilidad en esa región”.

China ya había denunciado la semana pasada la “vía errónea y peligrosa” que a sus ojo abre el acuerdo firmado por Australia con Estados Unidos y Reino Unido (AUKUS) para dotarse de submarinos de propulsión nuclear.

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Espaldarazo a Putin, buscado por la CPI

La visita de Xi a Moscú es igualmente un espaldarazo personal para Putin, sobre quien pesa desde la semana pasada una orden de captura por la Corte Penal Internacional (CPI) por acusaciones de deportación ilegal de niños ucranianos, consideradas como crímenes de guerra.

Xi declaró que China está “dispuesta a mantenerse firmemente al lado de Rusia” en aras de un “verdadero multilateralismo”.

Moscú y Pekín reforzaron su cooperación en los últimos años, unidas por la voluntad de contrarrestar la influencia estadounidense en la escena internacional. (I)