Para 2050, unos 153 millones de personas en todo el mundo podrían tener demencia.

Eso advierten los investigadores en un reciente estudio publicado en The Lancet Public Health. En 2019, la cifra fue de 57 millones.

El aumento proyectado -casi tres veces más- se debe en gran medida al envejecimiento y al incremento de la población. Pero un estilo de vida poco saludable también contribuye al problema, dicen los expertos.

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Las altas tasas de tabaquismo, obesidad y diabetes se encuentran entre los factores de riesgo que necesitan ser atendidos con urgencia y son responsables de parte de la mayor proyección realizada por el estudio.

La investigación, que analiza datos de 195 países, busca dar a los gobiernos una idea de qué medidas podrían ser necesarias.

De acuerdo al estudio, los países latinoamericanos que tendrán el mayor incremento en la prevalencia de la demencia son los de Centroamérica y varios sudamericanos.

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El que encabeza la lista es Nicaragua, donde el número de casos se multiplicará por más de 4 en tres décadas, pasando de 28.500 a casi 117.000.

En segundo lugar estará Guatemala, con 3,9 veces más casos que en 2019, y en el tercero Perú, con 3,8 veces más.

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Los países de la región que menos sufrirán este fenómeno son Uruguay, Argentina y Cuba.

En total, se pasará en América Latina de 4,4 millones de casos a 13,4 millones, un incremento mayor al promedio mundial.

Peor en mujeres que en hombres

Las mujeres son más propensas a padecer demencia, con un 70% más casos que los hombres. Es, además, una brecha que se ensancha a mayor edad.

El estudio señala que un 0,6% de las mujeres entre 40 y 69 años padecerán demencia en 2050, un 8,5% de aquellas entre 70 y 84 años, y un 30,5% entre las de 85 años y más.

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En los hombres, los porcentajes son de 0,5%, 6,5% y 23,5%, respectivamente.

Para llegar al número de 157 millones de personas que padecerán demencia en 2050, el estudio desglosó la cantidad de casos proyectados en 2030 (83 millones) y en 2040 (116 millones).

La demencia es ya la séptima causa de muerte en todo el mundo y una de las principales causas de discapacidad y dependencia entre las personas mayores. Pero la enfermedad no siempre es inevitable.

Los investigadores dicen que ha habido mejoras en el mundo, como en el acceso a la educación, pero otros factores de riesgo llevan a la proyección en la dirección opuesta. Los científicos son poco optimistas acerca de los efectos de la obesidad, el nivel alto de azúcar en sangre y el tabaquismo, lo que, según ellos, aumentará el número de pacientes con demencia para 2050.

Con prevención, intervención y cuidados, hasta el 40% de los casos podrían ser prevenibles, de acuerdo al estudio.

Necesitamos enfocarnos más en prevenir y controlar los factores de riesgo antes de que resulten en demencia”, dijo la autora principal, Emma Nichols, del Instituto de Métricas y Evaluación de la Salud de la Universidad de Washington.

“Incluso los avances más modestos para prevenir la demencia o ralentizar su progresión tendrían beneficios notables. Para la mayoría, eso significa expandir programas locales apropiados y de bajo costo que apoyen dietas más saludables, más ejercicio, dejar de fumar y un mejor acceso a la educación”.

Al comparar las diferentes regiones del mundo, las peores posicionadas están en África y en Asia.