El autor de la masacre en la escuela de Uvalde, Salvador Ramos tuvo una mente fría para perpetrar la muertes de los 19 niños y las 2 maestras. Antes de enfundarse con un chaleco antibalas y un rifle, el joven de 18 años, envió unos misteriosos mensajes a una mujer en los que presagiaba su comportamiento lleno de una violencia inexplicable.
A decir de las autoridades que investigan, la mujer a la que el chico de origen latino le envió la información no guarda ninguna relación con él, pues no se conocían. Por algún motivo él decidió etiquetarla anunciando sus acciones terroríficas.
Como un “pequeño secreto” catalogó Salvador lo que tenía que contarle a la usuaria de Instagram residenciada en California a la que le dirigió el mensaje sin ninguna razón, señaló Infobae.
Publicidad
Ramos de primer momento le pidió a la fémina que publicara las fotos de sus dos rifles AR-15 y de sus cartuchos de balas, seguido de una frase: “Me voy a ventilar”.
Los mensajes los inició a las 5:43 de la mañana, mientras se preparaba para ejecutar la matanza en el colegio de Texas, el mismo centro educativo en el que había estudiado años atrás. “Estoy a punto” fue el anuncio de toda la pesadilla que desataría horas después.
Tiroteo en Texas 🇺🇸 🚨
— ChefAbrahamMedellin (@abrahammedellim) May 25, 2022
Se llamaba..Salvador Ramos de 18 años, fue abatido por los policías de Uvalde Texas.
El se preparó en casa y asesinó a su abuela, procedió en ir a su colegio, a la 1pm mató a un profesor, un niño e hirió a 13 niños más, los cuales confirmaron que murieron pic.twitter.com/7EpxerkOoV
“¿Vas a republicar mis fotos de las armas?” fue la pregunta que le hizo a la chica de Instagram, quien respondió haciéndole saber lo inexplicable de su petición.
Publicidad
“¿Qué tienen que ver tus armas conmigo?”, dijo la mujer y el tirador replicó: “Solo quería etiquetarte”, escribió a secas.
A través de su cuenta @salv8dor_ que luego elieminó, tuvo este intercambio de palabras qe dejaron muy confundia a la desconocida que seleccionó para mostrarle sus armas y dejar los acertijos con los que delató lo que venía. (I)