Inició el Mundial Qatar 2022, la fiesta futbolera más grande del mundo, pero todo indica que el país árabe cambió por completo el evento y hasta lo tildan de “Mundial Aguafiestas 2022″ por su prohibición de venta de licor y la desolación que hay en los estadios.

Alrededor de 200 mil millones de dólares gastó Qatar para construir los ocho estadios para poder albergar la Copa del Mundo este año, pero en lo que sí no se esforzaron es en ofrecer al supuesto millón de visitantes que esperan una experiencia divertida y atractiva para el disfrute del evento, escribió el Daily Mail.

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La otra cara del Mundial Qatar 2022 con fanáticos decepcionados

Los estadios donde se disputarán los 64 partidos del Mundial se reportaron totalmente silenciosos y sin ningún ambiente de fútbol, fiesta o de un evento de envergadura como el más importante de todos.

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Además, los estadios están constantemente azotados por tormentas de arena, ya que Qatar está en el medio del desierto del Medio Oriente.

El único estadio que logró dar señales de una fiesta futbolera fue el Al Bayt Stadium, donde se disputó el inaugural entre Ecuador y Qatar.

En todos los estadios había pocas señales de la fanfarria habitual de otras Copas del Mundo, cuando los fanáticos se reúnen ruidosamente en lugares centrales o visitan los estadios para tomar fotografías y ondear las banderas de sus equipos.

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Afuera del estadio Khalifa, donde debuta Inglaterra mañana contra Irán, las únicas personas visibles eran los guardias de seguridad y los trabajadores migrantes que hacían algunos preparativos de última hora.

Mientras que en el Education Stadium, la atmosfera no era distinta. Además, un viento feroz azotó una larga calle vacía que rodeaba a un puñado de personal de seguridad que se arremolinaba alrededor.

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En el 974 Stadium tampoco había ambiente. No había personas en los alrededores del recinto más que el personal de seguridad y limpieza.

En el centro de Doha todo parecía como si un Mundial no hubiese empezado. Incluso, hasta el metro, medio de transporte que los visitantes deben utilizar para llegar al estadio, estaba prácticamente vacío.

El aficionado holandés Eric Anders estaba fuera del estadio Al Thumama, donde su país juega su primer partido mañana contra Senegal, dijo: “¡Oh, guau! No hay nada que hacer o ver aquí”.

El hombre de 46 años, agregó que “no tenemos cerveza ni fiesta de camino al estadio. Tienes que tomar el metro y luego un autobús a través de esta zona que está vacía”, lo que aseguró que eso perjudica a la celebración y la convierte en “aguafiestas”.

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En el estadio de Lusail habían unas pocas más personas, pero igual no denotaba ambiente futbolero de un Mundial. Mientras que, el estadio Áhmad bin Ali estaba completamente solo.

Por su parte, Issac Hariman, de Amsterdam agregó: “El estado de Qatar o la FIFA no pueden esconderse. No deberíamos estar aquí en este país que nunca ha jugado un Mundial y sin embargo se lo dieron”.

El joven de 19 años, comparó: “Estuve en Rusia en 2018 porque me encanta el fútbol. Todos están descontentos con Rusia ahora por Ucrania, pero brindaron una gran fiesta” y sentenció que “aquí, todo lo que puedes hacer es ponerte un pañuelo alrededor de la cara contra la arena”.

El estadio Al Janoub, con un centro comercial y una piscina dentro del complejo, está a unas 15 millas fuera del centro de Doha también reportó poca afluencia.

La principal queja de los visitantes y detractores de la Copa del Mundo son los muy pocos lugares para beber y áreas para que los fanáticos se mezclen. Además, la dificultad de acceso a las zonas de fanáticos.

Esto sin contar los señalamientos de abuso de los derechos humanos por castigar a la homosexualidad y considerar que las mujeres deben permanecer bajo la tutela de los hombres. (I)

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