Li Ching Yuen nació el 3 de mayo de 1677 en Sichuan, China y su historia es una de las más conocidas del mundo por ser el hombre que vivió nada menos que 256 años y tres días, siendo la persona más longeva que haya existido.

La historia del asiático la dio a conocer el profesor Wu Chung-Chieh, decano del departamento de educación en la Universidad de Chengdu, quien presentó al New Yok Times registros imperiales de China en los que felicitan dos veces a Li Ching Yuen por sus 150 y 200 años, escribió Ideal.

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La historia del hombre que vivió 256 años

La larga vida del hombre se dio a conocer el 6 de mayo de 1933, el día que murió. Para finales de la década de los 20, muchos ancianos del barrio donde residía contaban historias acerca de cómo sus abuelos lo conocieron siendo niños y él seguía pareciendo un adulto.

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Sobre su historia es poco lo que se conoce, debido a que no era una persona famosa y siempre estuvo recorriendo todo el país asiático. Li Ching Yuan recolectaba hierbas medicinales y piedras de colorines.

Desde los 10 años, según los registros, mantenía una dieta a base de hierbas y vino de arroz, régimen alimenticio que sostuvo durante 100 años. Además, consumía ginseng y una planta poco conocida, la Centella asiática (Hydrocotyl).

Li vivió durante décadas en el templo taoísta de Yu Quing del monte Lao Shan, plenamente dedicado al taoísmo y haciendo sus ejercicios espirituales, por lo que a su avanzada edad, siempre fue una persona fuerte y ágil, con capacidad mental envidiable y hasta su voz la mantuvo sonora.

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A sus 71 años se unió al ejército chino como un maestro del arte marcial y como asesor táctico. Además, era un experto boticario.

Li Ching Yuan tuvo 23 esposas y más de 200 hijos

Sobre su vida personal es muy poco lo que se sabe, pero según los registros presentados por el medio estadounidense, se casó al menos 23 veces, relaciones con las que tuvo más de 200 hijos.

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También vivió en las montañas del Tíbet y Li tenía como secreto para su larga vida mantener “un corazón tranquilo, siéntate como una tortuga, camina rápido como una paloma, y duerme como un perro”.

Ching Yuen murió en su residencia por causas naturales el 6 de mayo de 1933. El New York Times, quien le dedicó espacio a su historia por años, publicó una esquela en su honor.

A pesar de que se asegura que vivió por 256 años, otras informaciones sobre su vida aseguran que en realidad había nacido en 1736 y que su nombre se pasó de padre a hijos y nietos, confundiéndose en una misma persona, historia que no es confirmada hasta la actualidad. (I)

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